La reforma de la negociación colectiva de Zapatero (real decreto-ley de junio de 2011), tuvo como objetivo liberar el ” PINCIPIO DE FAVOR”, por el cual los acuerdos provinciales o de empresa, debían estar por encima del sectorial.
Además se decreta en primer lugar la prioridad del convenio de empresa y en segundo lugar permite fijar cláusulas sobre la estructura de la negociación colectiva en los convenios estatales, fijando, en su caso, las reglas que han de resolver los conflictos de concurrencia entre convenios de distinto ámbito.
El 17 de noviembre de 2015, la Federación Española de Asociaciones de Restauración Social (Feadrs) y los sindicatos UGT y CCOO, suscribieron el I Convenio colectivo estatal de restauración colectiva. En el mismo se acordaba que las organizaciones firmantes determinan que no podrán crear nuevos ámbitos autonómicos, salvo acuerdo en la comisión paritarias de este convenio.
La patronal y los sindicatos UGT, ELA y CCOO firmaron el convenio de la Hostelería de Bizkaia el 28 de Enero de 2016, para dos años, con una subida salarial del 1,6 % para este año y del IPC más el 0,4 para 2017 y resulta que ahora, la patronal del sector en España representada por la Feadrs, ha solicitado al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco la nulidad de este acuerdo o la inaplicación del mismo en lo que atañe a las empresas que trabajan con colectividades (comedores escolares, de empresa, hospitales).
Es decir se veta el convenio de hostelería de Bizkaia, donde CC.OO. y UGT, sólo tienen el 18,74% y puede suponer para las 2.000 trabajadoras y trabajadores afectados una pérdida salarial del 50% y un incremento de 50 horas al año, de este sector de hostelería.
Este es legado de la Reforma de la negociación colectiva firmado por el gobierno de Zapatero, que desprotege a las personas asalariadas en general, en primer lugar al no poder acogerse al convenio más favorable y en segundo lugar al primar al convenio de empresa, se desprotege a las personas asalariadas de las pequeñas y medianas empresas al no poder gozar de un mínimo común.