LA UE NO ES LO QUE PARECE
Con motivo del encuentro informal interministerial europeo de Juventud y
Educación, en nuestra ciudad, la Cumbre Social de Zaragoza (*), alerta sobre los
planes de acción de la UE como el de Educación Digital o el de Juventud, que lejos
de desarrollar los potenciales de la infancia y la juventud y atender a sus
necesidades reales, están centrados en consolidar un proceso hiperdigitalizador de
la sociedad, en todos sus ámbitos, dentro del nuevo salto productivista de la cuarta
revolución industrial. Esta hiperdigitalización desregulada, lejos de ser “verde”,
inmaterial, inocua y emancipadora, es un proceso energivoro, insostenible, de
hipervigilancia e ingeniería social y de dependencia tecnológica, que no atiende a
las alertas científicas ni al principio de precaución.
En el ámbito educativo la investigación actual no solo no mostró los supuestos beneficios
sobre la enseñanza basada en pantallas, sino que hay “pruebas científicas claras” de
consecuencias negativas conocidas en el proceso de aprendizaje y de la influencia
negativa del tiempo de pantalla sobre la salud física y mental. El proceso hiperdigitalizador
escolar potencia un uso fuera del aula contrario a los consejos pediátricos, no atiende a la
capacidad cognitiva de niñas y niños con necesidades especiales como el TDAH, ni al uso
indebido de pantallas para calmarlos en centros preescolares. La investigación actual
halla más efectos negativos en los niveles sociales bajos, y desmontan el mito de que la
digitalización escolar implique mejores condiciones de acceso futuro al mercado laboral.
El Plan de Acción de Educación Digital de la UE también subestima la insostenibilidad
económica y ambiental de la tecnologización de la educación y obvia estudios recientes,
desde los que evidencian la captación generalizada de datos del alumnado a través de
productos/plataformas digitales educativas, a los estudios que visibilizan los riesgos
potenciales de la exposición a las radiofrecuencias de los dispositivos y redes
inalámbricas.
El proceso hiperdigitalizador, con las demandas que acarrea, quita el foco de atención
sobre lo que realmente sostiene la vida. Así pues, debemos recuperar una visión que
ponga la vida en el centro y esto en las escuelas exige ineludiblemente el proporcionar
una comida gratuita, saludable y sostenible a todo el alumnado. Se trata de un derecho
fundamental con el que España está comprometido mediante el PIDESC. Por tanto, se
deben hacer cambios en esta dirección a través del establecimiento de criterios
obligatorios en la compra y contratación pública de alimentos que se alejen de la visión
productivista y comiencen a apoyar la transición hacia sistemas alimentarios territoriales,justos y resilientes. Una transición que apoye también desde los primeros años una educación alimentaria que vaya más allá de la nutrición y promueva la interacción con los entornos alimentarios sociales y físicos., respetuosos con el medioambiente.
En cuanto a la juventud, este salto productivista tecnológico acelera el proceso de
concentración de capitales (megafusiones entre empresas multinacionales y grandes
compañías tecnológicas), que sistematizan la desregulación de los mercados como el
laboral y profundizan la mercantilización de un derecho como el de la vivienda o el propio
de la alimentación.
Las y los jóvenes experimentan ya los cambios estructurales de esta fase digital del
capitalismo, donde los cambios tecnológicos, lejos de repartir la riqueza y el trabajo,
transforman la economía en servicios de plataformas digitales que agudizan la
precarización laboral (‘Glovo’, ‘Deliveroo’, ‘Uber’); en imperios logísticos como ‘Amazon’
que ejecutan las cadencias de la lógica computacional sobre sus trabajadoras y
trabajadores en su proceso de robotización del trabajo; así como en la generalización de
infrasalarios y microtrabajos que son incompatibles con proyectos de emancipación.
El principal problema de nuestra juventud es la imposibilidad de emanciparse, lo que se
percibe como una falta de futuro y provoca una gran frustración e incapacidad de
desarrollar sus proyectos vitales. Esta imposibilidad de emancipación se debe a la
precariedad laboral y a la dificultad de acceso a la vivienda que no son tratados
directamente por el Plan de Acción de la juventud europea y sus diferentes intervenciones
y estrategias.
Partimos de la realidad de que el encargado de resolver el acceso a la vivienda en
nuestra sociedad es el mercado. El valor imperante de la propiedad privada y el beneficio
hacen de este derecho una mercancía. A esto añadimos una desregulación, que, en el
caso del Estado Español, la recién aprobada Ley de Vivienda no ha subsanado,
especialmente para los sectores más débiles como los jóvenes, manteniendo la vivienda
como tal “bien de mercado”.
En este contexto, las políticas gubernamentales a través de planes estatales de vivienda y
de la Ley de Vivienda son completamente insuficientes. En primer lugar, no reconocen el
derecho a la vivienda como un derecho subjetivo y exigible ante los tribunales; no
dedican, ni de lejos, el presupuesto que sería necesario para facilitar el acceso a la
vivienda a través de la creación un parque público de alquiler social suficiente; nointervienen en el mercado de alquiler controlando los precios, tan solo topan los ya
existentes (altísimos) y eso en las comunidades autónomas que ”quieran” aplicar la ley
por medio de la declaración de zonas tensionadas, al tener la competencia exclusiva
sobre el tema; tampoco plantean medidas coercitivas para que afloren las viviendas
vacías en manos de pequeños propietarios y de los fondos buitres y la banca, que supone
una parte importantísima del parque de vivienda; de cara a los jóvenes medidas como el
bono joven de alquiler son totalmente insuficientes y como ya han explicado tanto el
Consejo de la Juventud como los Sindicatos de Inquilinas puede provocar un aumento en
los precios de los alquileres y se convierte en un “bizum para los propietarios”, que
además tan solo alcanza a unas 50.000 personas de los casi 3 millones de personas
entre 16 y 34 años que viven emancipadas hoy en día (un 1,7% de la población joven
emancipada).
En definitiva, la baja calidad del empleo juvenil, las altas tasas de temporalidad y los
abusivos precios de los alquileres, son los responsables de que la edad de emancipación
en el estado español sea de 29.5 años (una de las más altas de Europa).
La cumbre social de Zaragoza requiere al encuentro interministerial de Educación y
Juventud, reunidos en nuestra ciudad estos días 18 y 19, por un lado, iniciar un
imprescindible debate sobre la hiperdigitalización de las aulas, y de la sociedad en
general, que atienda al conocimiento científico (salud, pedagogía, medioambiente,
…), al principio de precaución y al derecho a la privacidad. Por otro, requiere
estrategias de reparto de la riqueza y del trabajo (con condiciones laborales
dignas); así como estrategias de acceso a la vivienda: reconocer el derecho a la
vivienda como un derecho subjetivo exigible ante los tribunales, regular los precios
de alquiler y liberar la vivienda vacía para ampliar la oferta a corto plazo, y políticas
de vivienda para el aumento del parque público de vivienda social a través de
herramientas como el aumento de un presupuesto específico.
* Cumbre Social de Zaragoza: formada por organizaciones sindicales, ecologistas y
ambientales, estudiantiles, docentes, feministas, antidesahucios ………………………………….…
ACTOS CONVOCADOS EN EL SENO DE LA CUMBRE SOCIAL DE ZARAGOZA:
LUNES 18/09.23,•9 a 11 h Concentración y Rueda de Prensa en el Palacio de Congresos
•18:30h en el Centro Social Librería ‘La Pantera Rossa’: Charla-coloquio: “La cara oculta de la escuela digital de la UE”.
MARTES 19/09.23: Mesa redonda-coloquio: “Precariedad juvenil y la UE” en Plaza
España (Escaleras de la Diputación)