Como bien dice el refrán, de sabios es prepararse para lo que se nos viene encima si nos miramos en el espejo de Grecia. En los últimos meses, el tira y afloja entre la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) y el nuevo gobierno griego, con respecto a las condiciones del nuevo rescate financiero, ha puesto a Grecia contra las cuerdas.

La Europa del Capital se resquebraja, al tiempo que muestra su cara más cruel y descarnada para someter con todo su arsenal financiero al díscolo gobierno de Syriza que ha osado cuestionar la ortodoxia neoliberal.

deuda por estados 2014

evolucion de la dseuda publica frente a la privada

El pueblo heleno, que ha sufrido estoico los ajustes más salvajes de toda la zona Euro, se enfrenta a la difícil decisión de seguir en la Europa del Capital bajo el yugo de la dictadura financiera, o seguir defendiendo la democracia de la que todas hemos bebido, desde el destierro del euro. Pero lo que más exaspera a la Troika es la osadía del gobierno griego de consultar a su pueblo, sobre la decisión más importante que han tenido que tomar en las últimas décadas. Y es que esta Europa que presume de ser ejemplo de democracia, es en realidad el feudo del clan de los banqueros y grandes empresarios que no están dispuestos a tolerar que las decisiones del pueblo perjudiquen lo más mínimo sus intereses, poniendo de manifiesto, una vez más, que el Capitalismo es incompatible con la Democracia.

Mientras tanto, el resto de los Estados de la UE, contemplamos con apatía y desde la lejanía, la agonía del pueblo griego.Como si fuese un problema que ellos solos se han buscado y que nada tiene que ver con nosotros. España no está mejor que Grecia
Pero la soga que estrangula a Grecia es la misma que estrangula y somete al resto de la UE y del mundo, porque aunque muchos crean que aún estamos lejos de la situación en la que se encuentra Grecia, la deuda del Estado español no es menor que la de Grecia. Si observamos el primer gráfico, la deuda total de Grecia, en relación al PIB, es una de las menores de la UE y está por debajo de la española, que según el último análisis de la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD) ha superado ya el 400% del PIB (4.493.113 billones de euros de deuda consolidada) a finales del 2014.1 Hasta el propio FMI ha reconocido que estos volúmenes de endeudamiento son insostenibles y que tarde o temprano habrá que hacer una quita o una
reestructuración de la deuda si no se quiere llegar al impago.

El problema es que mientras esa reestructuración ya se está  haciendo para parte del sector privado (como por ejemplo con el rescate de la banca), los poderes financieros se resisten a hacerla para el sector público. Esto perjudica especialmente a Grecia, donde la deuda pública es mayor que la deuda privada, pero también a España y al resto de los estados que ya dedican una importante parte de sus ingresos al pago de la deuda y sus intereses, mientras que han tenido que hacer fuertes recortes en servicios sociales básicos para sus poblaciones como las pensiones, la sanidad o la educación.

En el caso de España, la cosa se ha ido agravando en los últimos años y lo seguirá haciendo si no lo impedimos. Si observamos
la evolución de la deuda pública española, veremos que desde el año 2007 en que estalló la crisis de la deuda, la deuda pública prácticamente se ha duplicado pasando de poco más del 50% al 100% del PIB, mientras que la deuda privada se ha ido reduciendo, en gran medida por la conversión a deuda pública.

La principal razón de este crecimiento sin precedentes de la deuda pública no ha sido otro que el salvamento de la banca. Pero la banca española no sólo se ha beneficiado del rescate del BCE, que acabaremos pagando todas, sino de multitud de  instrumentos y avales, que el gobierno y la Troika han diseñado ex profeso para evitar su quiebra y socializar sus pérdidas.

Unas ayudas públicas que según el informe de la PACD ascienden a la friolera de 1,4 billones de €. De esta forma, la patata caliente la tiene ahora el Estado español, que además, gracias a la reforma del artículo 135 de la Constitución, tiene que priorizar el pago de la deuda a cualquier otro gasto.

La única salida digna de la espiral de la deuda es la auditoría ciudadana Por eso en la PACD decimos que esta deuda no solo es insostenible, es sobre todo ilegítima, porque ha sido adquirida para el lucro de unos pocos (banca y grandes empresas)  ientras que ha ocasionado graves perjuicios al resto de la población. Pero sobre todo porque está siendo utilizada por los poderes financieros para someter a las poblaciones e imponer sus políticas por encima de los parlamentos estatales.

Si se exige a la población ajustarse aún más el cinturón para pagar una deuda que ha sido adquirida en su nombre, al menos
la población tiene el derecho de saber en qué se ha invertido el dinero prestado y quién se ha beneficiado de él. Así, desde la
PACD proponemos, como primer paso para romper con el chantaje de la deuda, la realización de una auditoría de las cuentas públicas que determine qué parte de la deuda puede considerarse ilegítima, su no pago, y el enjuiciamiento de sus responsables. Una auditoría como la que recientemente ha realizado Grecia y que ha demostrado que más del 90% de su deuda es ilegítima, ilegal u odiosa.3 Pero además decimos que esa auditoria debe ser ciudadana, no sólo porque la población
es la única soberana para decidir qué gasto es legítimo o no, sino porque debe servir al mismo tiempo para que la población comprenda cómo funciona el sistema de la deuda y se empodere para desmontarlo.

Afortunadamente, cada vez más personas están tomando conciencia del problema y se están organizando, sobre todo a nivel municipal, para auditar las cuentas de sus ayuntamientos. Los cambios de gobierno en muchos municipios tras las últimos
comicios locales han abierto también la puerta de las instituciones a la posibilidad de realizar auditorías municipales, como por ejemplo en el Ayuntamiento de Madrid, el más endeudado, donde ya ha habido contactos con la PACD para arrancar ese proceso. Esperemos que estas auditorías municipales vayan acompañadas de auditorías regionales y también de una auditoría ciudadana estatal que nos devuelva la soberanía y acabe con la deudocracia.

Extraído de Rojo y Negro nº 292

http://www.rojoynegro.info/
https://www.dropbox.com/s/efrzk11n4mp62hb/Analisis%20Deuda%20EE%20PACD%20Definitivo.pdf

https://www.dropbox.com/s/4yrhbz3q2ybatzt/InformeRescatesBancarios.pdf

http://www.auditamosgrecia.org/es/resumen-informe-deuda-publicagriega/

Alfredo Sánchez Alberca (miembro de laPlataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda)

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