Este nuevo crimen, que se describe en un lenguaje anestésico como “accidente laboral“, seguramente como la inmensa mayoría quedará impune, porque rara vez ocurre que los accidentes laborales sean simples “accidentes”, pues sus causas suelen ser: la presión ejercida por los mandos de la empresa sobre los empleados por las restricciones horarias o de recursos, el mal diseño o mantenimiento precario de los equipos, la ausencia o falta de solidez de las medidas básicas de seguridad o la precaria situación y baja cualificación del trabajo.