Quien haya conocido de cerca algún caso de acoso laboral sabe lo duro que resulta y el daño que provoca en la persona que lo sufre. Resulta más duro aún si acabas de llegar a una empresa, que no conoces bien los procedimientos internos y estás en periodo de prueba con la amenaza de despido sobre tu cabeza. Y lo más asombroso es que en vez de iniciar el protocolo de acoso, la Empresa responde con el despido fulminante de Rubén.
