Durante años han privatizado las ganancias y ahora pretenden que nosotros paguemos sus perdidas.
Ante el 1º de mayo de 2009
Durante años han privatizado las ganancias y ahora pretenden que nosotros paguemos sus perdidas.
Confederación General del Trabajo – Lanaren Konfederakunde Nagusia
Manifiesto:
Ahora que el capitalismo ha entrado en una profunda crisis, recrudece la explotación, precariedad y ataques a los derechos de la clase trabajadora en un intento de hacernos pagar sus consecuencias. Si siempre nos hemos llevado la peor parte como venimos denunciando, ¡esta vez no va a ser diferente!
La situación de paro creciente ha empezado por ciertos sectores, pero se hace extensivo cada vez más al conjunto de la sociedad. Las mujeres partíamos de una situación de mayor vulnerabilidad que obviamente se agravará doblemente. El paro además de agravar la situación económica de la mujer trabajadora y su entorno familiar y social, la relega en exclusividad a las tareas domésticas como hace siglos.
El despido es más barato, la jubilación se atrasa, sube la eventualidad y no mejora la siniestrabilidad. Ir a trabajar supone humillación por el salario y la inseguridad y miedo por negarse a realizar trabajos que nos hacen perder la dignidad, la salud y la vida.
Si le añadimos que la vivienda supone una hipoteca eterna, la esclavitud está servida.
La aceptación de miseria hará que ésta se mantenga y se extienda; en cambio la lucha por la dignidad y por los derechos mínimos de vivienda y trabajo dignos, nos harán más libres, más solidarios y más humanos.
En 2007 murieron 3 trabajadores cada día. Muchos más quedaron con secuelas irreversibles, pero la avaricia capitalista sólo busca el beneficio, sin importarle las consecuencias que pueda acarrear. Y lo peor de todo es que muchos trabajadores lo aceptan con resignación. NOSOTROS NO.
¡RENUNCIAMOS A LA EXCLUSIVIDAD DE LOS CUIDADOS¡
Exclusividad que nos viene marcada por la asignación de roles en la sociedad y cuya evolución es prácticamente nula. Continuamos siendo las mujeres las que realizamos los trabajos necesarios para el mantenimiento de la vida, es decir, las tareas cotidianas de cuidados que no son remuneradas
Porque cuidar es un derecho, el derecho a la “cuidadanía”, aunque también una obligación. Y exigimos los mismos derechos y obligaciones para todos y todas. Sin exclusividades. Es urgente que nos lo creamos nosotras, que lo quieran ellos y que la sociedad (empresas incluidas) lo asuma. Tenemos que conseguir un planteamiento integral de la vida.
La última reforma laboral ha supuesto la universalización del contrato indefinido “barato” y la transferencia de dinero de las arcas públicas a manos empresariales a través de subvenciones y bonificaciones. Los contratos de trabajo decrecen en derechos gracias a la subcontratación, la indefinición de la obra, la vinculación laboral a los contratos mercantiles, las Uniones Temporales de Empresas o los falsos autónomos, imponiéndose la dramática moda de los Expedientes de Regulación de Empleo como forma “tranquila” de despido colectivo, y muchas veces paso previo a la deslocalización y al cierre de empresas que están asolando la vida de miles de familias y que con el implacable proceso de privatizaciones son aspectos fundamentales del proceso de precarización de la sociedad. ( … )