Tras la prohibición impuesta por la Ertzaintza se ha desarrollado esta mañana una cacerolada contra el portavoz adjunto del Parido Popular en el Congreso de los Diputados, Leopoldo Barreda por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).
En la misma han participado medio centenar de personas y han gritado consignas contra la ley hipotecaria del PP y contra el diputado bilbaíno. Tras manifestar sus intenciones ante la prensa, dos activistas se han acercado hasta el portal de Barreda y han depositado en los buzones del mismo una decena de cartas con historias personales de los afectados.
Toda la protesta se ha desarrollado de forma pacífica y sin incidentes. En todo momento, un furgón de la policía autónoma vasca ha estado presente ante los miembros de la PAH, pero no han tenido necesidad de intervenir y ni siquiera han seguido a los dos afectados que se han aproximado al domicilio de Barreda. En un diálogo previo, los agentes de la Ertzaintza habían condicionado el desarrollo del escrache a que todas las misivas fueran entregadas por dos únicas personas.
La PAH ha tenido a bien modificar su plan original de que cada afectado llevara su historia personal hasta el domicilio y a partir de ese momento toda la protesta se ha desarrollado sin mayor intervención policial. La portavoz de PAH, Begoña Barrutia, ha criticado esta medida, ya que estaba previsto que “cada cuarto de hora o veinte minutos” hubieran ido dos personas al domicilio de Barreda con sus respectivas cartas.
Entre consignas como “¡Hay un desahuciador en el barrio!” o “¡Barreda, asómate, que no se te ve!” y el constante estrépito de las cacerolas. Begoña Barrutia, portavoz de la PAH en Bizkaia, ha explicado que sólo protestan ante las personas que puedan votar la ILP en el Congreso de los Diputados, de ahí su elección de Barreda.
“Hemos cumplido con lo que nos pedían para demostrar nuestra buena fe”, ha declarado Barrutia. “Queremos hablar con el señor Barreda y explicarle nuestra situación para que la tenga en cuenta cuando vote”, ha continuado. El diputado, sin embargo, no ha hecho acto de presencia. Ni tan siquiera cuando José Luis Castaño y Marisa Revilla, los dos afectados que han llevado las cartas, han entrado en su portal se ha visto el menor rastro del político del PP.
“Ayer mismo se anunciaron seis millones de parados, eso no es intimidación, eso no ‘escrache’, que nos quiten la Sanidad no es ‘escrache’, que nos quiten la Educación no es ‘escrache’, pero lo que hacemos nosotros, a una distancia prudencial, un día que no hay hijos en el domicilio, y que la única intención es que se nos escuche, sí es ‘escrache'”, ha apostillado.
“Todos cometemos errores, pero si se aprobara la dación en pago al menos algunos podríamos tener una segunda oportunidad”, se ha lamentado Castaños. Este ex empresario de Galdakao hipotecó su casa para mantener a flote su negocio y ahora se ha visto expulsado de ella, viviendo en casa de sus padres con su mujer mientras sus dos hijos conviven con sus suegros.
