NO HAY OTRO CAMINO
¿A dónde vamos?
¡Ni idea, los de delante lo deben saber!
¿A dónde vamos?
¡No sé…! ¡Pregúntale a los que nos van empujando!
En la foto, un grupo de borregos, siguiendo el camino marcado.
El precipicio está cerca.
Van felices y contentos, porque es el camino que acepta la mayoría.
Y la mayoría no puede estar equivocada.
VAMOS DERECHOS AL PRECIPICIO
¿No hay otro camino?
El pueblo no es tonto.
El pueblo es inteligente.
No se puede engañar constantemente a la mayoría.
El pueblo es sabio.
Jua, jua, jua, jua, jua, jua, jua, jua, jua, jua, jua, jua,…………………
La mayoría se comporta como los borregos de la foto, que van derechos al precipicio, pero convencidos de que al ir guiados por “los expertos” y con la mayoría, no pueden estar equivocados.
El pueblo, en su infinita sabiduría ha aceptado dictaduras, e incluso las ha votado.
El pueblo es como un rebaño de borregos.
Necesitan un pastor y unos perros.
El pastor les lleva por donde quiere, evitando que los borregos se salgan del redil.
Para eso tiene a los perros; porque en todos los rebaños, suele haber alguna oveja descarriada, que le gusta salirse del redil y ser libre.
Las ovejas descarriadas suelen ser mordidas constantemente por los perros y apaleadas por el pastor, mientras que la mayoría de borregos sigue la línea marcada.
Y viendo rebaños durante tanto tiempo, he comprobado que los borregos parecen mucho más felices que las ovejas descarriadas, aunque al final, y después de no haber probado lo que es la libertad, también vayan al matadero.
Pero los borregos no entienden a las ovejas descarriadas, y aceptan que los perros les muerdan y que el pastor les apalee.
Es así y siempre ha sido así.
¿Para qué vamos a cambiarlo?
¿Eres borrego u oveja descarriada?
Yo lo tengo claro, borrego…………………………….JAMÁS
