Las políticas de empobrecimiento que se están imponiendo para salir de la crisis tienen cada vez mayores consecuencias para las trabajadoras y trabajadores vascos y para Euskal Herria en general. La destrucción de empleo es imparable. El paro y la pobreza aumenta, los servicios públicos se recortan y privatizan, los derechos laborales desaparecen, el derecho universal a la salud, la educación y la protección social y la vivienda es una quimera y las pensiones públicas y el subsidio de desempleo disminuyen. Dicen que no hay dinero mientras en el Estado se destinaron en el año 2010, 87.145 millones de euros en ayudas a la banca y los ricos son cada vez más ricos, aumentando la brecha social.
Los derechos sociales y laborales, se han convertido en un negocio redondo. Los han convertido en bienes de mercado, y, esto, no lamentablemente no es demagogia, es una constatación. Y, para prueba un botón. El anuncio del Gobierno de Rajoy de conceder el permiso de residencia a través del mercado inmobiliario, es una compra venta en toda regla. Te vendo este derecho. Así, el precio para conseguir el permiso de residencia, está en comprarte una casa de 160,000 euros. Hay dinero; hay mucho dinero pero está mal repartido. Esta es una crisis que les va bien a ellos y muy mal a nosotras y nosotros.
La lucha por un trabajo digno y la defensa de nuestros derechos sociales ha sido una constante por parte de la mayoría sindical vasca y de los agentes sociales. Continuando con esta lucha vamos a seguir movilizándonos. Desde el día 26 al día 30 de noviembre llevaremos a cabo distintas iniciativas a lo largo y ancho de Euskal Herria, poniendo especial atención a las situaciones de nuestra realidad más cercana. También realizaremos manifestaciones de herrialde en todo Hego Euskal Herria, el día 28 en Iruñea y el 30 en Bilbo, Donostia y Gasteiz. Tenemos que cambiar el sistema de raíz. Es urgente cambiar estas políticas, porque van a por todo. Aquí y ahora, en Euskal Herria se puede y tenemos que hacer las cosas de otra manera.
Es por ello, que exigimos a la representación política e institucional un cambio radical de la orientación de las políticas públicas. El Estado español con sus reformas, decretazos y recortes está destruyendo nuestro tejido productivo y negando nuestras posibilidades de acceder a unas condiciones de vida dignas. Es por esto que urge aún más si cabe, desarrollar políticas propias como país para salir de la situación en la que nos encontramos.»
ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, ENHE, Hiru, CGT-LKN, CNT y diversos colectivos sociales.
