Los hijos del generalísimo destapan su vena franquista, al considerar que el pueblo debe ser sumiso, servil y mero espectador de los asuntos políticos, y toda persona que no esté de acuerdo con sus planteamientos es su enemigo.
El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, lo dejó claro este miércoles en el Parlamento español presentando las reformas que pretende llevar a cabo el Gobierno para reprimir y criminalizar las crecientes protestas en las calles.
El ministro anunció que se incluirá como “delito de integración en organización criminal», el convocar concentraciones por Internet que alteren “gravemente el orden público”.
“También pretendemos incluir como delitos de desórdenes públicos los supuestos en los que se penetre en establecimientos públicos o se obstaculice el acceso a los mismos ampliando el tipo de daños con alteración del orden público a los daños que se produzcan por interrupción o perturbación de cualquier servicio público”, añadió.
Antes, Jorge Fernández Díaz, había avanzado en la Cámara el deseo de Interior de incluir “como delito de atentado contra la autoridad la resistencia activa o pasiva ante las fuerzas de seguridad e incluir entre las modalidades de acometimiento las amenazas y comportamientos intimidatorios, la embestida y lanzamiento de objetos peligrosos y considerar como agravante la comisión de estas conductas delictivas”.