La experiencia y buenas prácticas de Orendain sirven de ejemplo a las poblaciones que quieren adherirse a la economía del Bien Común.
Su sistema de funcionamiento permitirá al pueblo guipuzcoano decidir las tasas en función de los ingresos de sus ciudadanos o votar por las obras e inversiones propuestas en el municipio.
El próximo año se renovara la web para consultar la cuenta bancaria del Ayuntamiento en cualquier momento.
Oreindain se convirtió en Municipio del Bien Común a través de una votación en la que pudieron participar todas aquellas personas mayores de 16 años residentes en el municipio. El 90% de ellos se mostró favorable al cambio. Desde entonces se esfuerzan por dotar al pueblo de un sistema que permita fijar las tasas y progresividad de ayudas en función de los ingresos de sus ciudadanos. Según sus previsiones contarán con él para el próximo ejercicio.
Contagiar su filosofía a la empresas
También sacan a consulta popular las obras e inversiones propuestas para el municipio. Los presupuestos son participativos, los ciudadanos marcan sus prioridades y controlan los movimientos de dinero del consistorio. En esta línea se enmarca el proyecto de renovación de la web municipal, para que incorpore la cuenta bancaria del Ayuntamiento. Van a crear su propio Índice de Calidad de Vida Municipal. Han repartido un cuestionario entre todos los vecinos mediante el que recogen también propuestas de acción. Una de sus preocupaciones se centra en la atención de la población mayor que vive en caseríos apartados.
Pretenden contagiar su filosofía de trabajo a las empresas asentadas en el municipio, pymes relacionadas con la agricultura y ganadería, que han mostrado su interés por conocer esa gestión municipal marcada por la ética y beneficio social.
Otras localidades adscritas o afines a este movimiento internacional del Bien Común propulsado por el divulgador económico y sociológico Christian Felber son Navalagamella en Madrid, Alboraya en Murcia, Muro de Alcoi en Alicante o Rubí en Barcelona.
Estraido de Diarionorte