458.023 accidentes de trabajo con baja en jornada de trabajo en 2015, en 2016 fueron 480.051 . La siniestralidad laboral va en aumento en España. Lo hace desde 2012, cuando se detuvo un descenso de las cifras de accidentes laborales que había comenzado 12 años antes y que había rebajado los índices a la mitad.
Es la precarización de las condiciones de trabajo la causa del aumento. Durante el mes de enero de 2017, se produjeron 41.901 accidentes de trabajo con baja, de los que 36.272 se produjeron durante la jornada laboral. Si comparamos estos datos con los registrados en enero de 2016, podemos afirmar que 2017 ha arrancado con un aumento de la siniestralidad laboral, puesto que los accidentes con baja se han incrementado un 14% .
La precariedad que domina el mercado laboral tenía que pasar factura en algún momento a la salud de lxs trabajadorxs y ese momento ha llegado ya. Los accidentes laborales se desbordaron durante el 2016, especialmente los relacionados con el estrés de lxs empleadxs, en un contexto de aumento de la exigencia por parte de las empresas de una mayor carga de trabajo ha habido un incremento del 17% de las muertes debidas a infartos o derrames cerebrales.
Otro síntoma de los cambios que se están produciendo en la siniestrabilidad laboral se puede apreciar en la lista de los sectores en los que aumentan más los accidentes. La clasificación está encabezada por hostelería, con un incremento de los accidentes del 14%, ( en 2014 era la séptima) seguida de actividades administrativas y servicios auxiliares, la industria manufacturera y la construcción entre las causas del aumento de la siniestrabilidad laboral la intensificación del ritmo de trabajo, el impacto de la temporalidad por la falta de experiencia de lxs empleadxs, el deterioro de la prevención en las empresas y un incremento de los desplazamientos ligado al auge del empleo a tiempo parcial.
La siniestrabilidad laboral provoca casi tantas muertes como los accidentes de tráfico; es sorprendente el mutismo mediático que hay en torno a una de las lacras mas mortíferas de los últimos años en este país. Según datos del Instituto Nacional de Estadística fueron 607 lxs trabajadorxs muertxs en 2016; a dia de hoy van mas de 200 muertes este año, la ultima la del joven trabajador de Michelin en Aranda de Duero por aplastamiento.
El efecto que ha tenido en el mercado de trabajo la aprobación en el 2012 de la reforma laboral al incrementar la temporalidad y la jornada a tiempo parcial en los contratos ha sido brutal, es el caldo de cultivo que faltaba para el repunte de la siniestralidad. La temporalidad, la subcontratación y el empeoramiento de las condiciones de trabajo están repercutiendo en un descenso de la salud laboral.” En cuanto a accidentes mortales, la forma más frecuente son las patologías no traumáticas (infartos, derrames cerebrales…) que registraron un 46,3% de los accidentes mortales, seguido de los accidentes de tráfico con un 14,5%, atrapamientos y amputaciones con un 11,9% y choque contra un objeto inmóvil con un 9,9%.
Un cambio de rumbo radical es absolutamente necesario para parar esta sangría; la impunidad empresarial es pasmosa, el esfuerzo que llevan a cabo las administraciones para combatir esta lacra es inmensamente inferior al destinado a prevenir los accidentes de tráfico, la razón es clara pues detrás de los accidentes laborales está el beneficio privado legitimado por un sistema que propicia el enriquecimiento de una casta a cualquier precio, incluida la vida.
Otro aspecto a tener en cuenta como señala “eldiario.es” es que la mayoría de estas muertes no se juzgan por la via penal ya que no hay atestado policial según los artificios y recovecos de unas leyes que están hechas para proteger a lxs ricxs de lxs pobrxs, a la burguesia de la clase obrera.
Les sale mas barato pagar multas que adoptar medidas preventivas. El objetivo final del capital es romper las colectividades de trabajo -recordemos los grandes titulares sobre metro Barcelona, la estiba,…- , la clase obrera, el personal asalariado se enfrenta a un aislamiento social donde no tiene cabida la reivindicación de cualquier acción colectiva que busque preservar sus derechos.
Quizá sea ya el momento de empezar a cuestionarse “el derecho” al trabajo y empezar a reivindicar el derecho al No trabajo..asalariado. Quizá sea el momento de empezar a mirar mas allá y buscar otras maneras de relacionarse en el decrecimiento; quizá seria una buena idea que el sindicalismo rupturista buscara acabar con el trabajo asalariado eliminando una de las formas de vivir del esfuerzo ajeno como es la plusvalia en el trabajo junto con la renta en el alquiler o el lucro en el comercio,…en fin…….Es un hecho que los accidentes laborales son un indice muy significativo de la merma de derechos, del sacrificio social en pos del beneficio privado; tenemos un reto gigantesco si queremos transformar la sociedad en la que vivimos.
Andres Gallego