No es hora de tantas horas extras, es hora de repartir el trabajo. Apostamos por trabajar menos todas y todos, para recuperar horas para desarrollarnos como personas, para dejar de ser la única especie del planeta que emplea más de un tercio del día para el supuesto sustento.
La cultura del «trabajo duro» nos significa desarrollo personal. Es un falso mito con el que se precariza, con el que se chantajea usando el miedo al despido con la exclusión como axioma de la «nueva teoría económica avanzada».
Exigimos que se cumpla ya la moción aprobada por el Parlamento Navarro que insta a promover mecanismo de reparto del trabajo como en las economías nórdicas que arrojan unos índices de alta productividad y bajo absentismo.
Proponemos al resto de los sindicatos que planteen propuestas de reparto en los convenios, que combatan por ello, pues de lograrlo, habremos logrado tanto tiempo libre como miedo a la exclusión perderemos.