La defensora de los derechos de los migrantes acude este martes a una declaración solicitada por el Tribunal de Apelación de Tánger, en el marco de una investigación por “tráfico de personas”.
Sus llamadas a Salvamento Marítimo han salvado centenares de vidas en el Mediterráneo, pero una investigación judicial internacional las ha convertido en sospechosas.
Podría decir que siento miedo ante la incertidumbre de lo que puede pasar, pero miedo de verdad tienen que sentir las 35 personas que están una segunda noche a la deriva en Alborán. En medio del mar, a oscuras y sabiendo que a lo mejor no van a sobrevivir. Podría tener miedo, pero cuando pienso en eso me nace otro sentimiento. Uno de lucha, de fuerza. De decir: ‘Esto es así. A veces hay que hablar y a veces, cuando se habla, corremos riesgos.