Y a ti, ¿te beneficia el Tratado de Libre Comercio?
La reducción o eliminación de barreras regulatorias es el núcleo duro de las negociaciones y donde se ponen en juego los derechos de la ciudadanía. La regulación actual incluye trámites burocráticos y establece normas ambientales, laborales y de seguridad que generan costes y retrasos a las multinacionales. Según la Comisión Europea, éstas “constituyen el mayor obstáculo” para el incremento del comercio entre los dos bloques.

Los países de la UE quieren ampliar sus relaciones con EEUU.
Muchos ejercimos hace unas semanas nuestro derecho al voto. Durante una campaña poco animada y a veces tediosa, los partidos que finalmente obtuvieron más votos decidieron barrer debajo de la alfombra algunas de las cuestiones que más nos afectan como ciudadanos europeos. Enrocados en discusiones mediáticas y personalistas, sólo algunos trataron de poner sobre la mesa una de las decisiones institucionales que más afectará a medio plazo a los habitantes de la Unión Europea: el Tratado de Libre Comercio (o TTIP, las siglas en inglés de Transatlantic Trade and Investment Partnership) que desde julio de 2013 negocian EEUU y la UE y del que esperan tener un borrador en 2015.
El convenio regulará el comercio de bienes y servicios entre Estados Unidos y los países miembros de la Unión Europea. Ambas potencias pretenden instaurar la zona de libre comercio más importante del mundo, puesto que entre las dos partes del trato abarcan casi la mitad del PIB global y sus relaciones comerciales suponen un tercio de las transacciones mundiales. La Comisión Europea ha asumido la gestión de estas negociaciones, aunque está respaldada por el visto bueno del Consejo Europeo.
Las voces más críticas apuntan a que las verdaderas beneficiarias de la apertura del comercio serán las grandes multinacionales. De hecho, según asegura Corporate Europe Observatory, un colectivo que denuncia el poder de los grupos de presión empresariales en la Unión Europea, en el pasado mes de septiembre se habían producido ya más de 130 reuniones, con “partes interesadas” y 119 de ellas contaron con la presencia de grandes corporaciones y sus grupos de presión. Por otro lado, la información que las instituciones han hecho pública es parca y el proceso se caracteriza por su absoluta falta de transparencia. Muchos de los acuerdos que se han alcanzado son secretos y algunas de sus disposiciones no se conocerán hasta que sean ratificadas. Organizaciones y plataformas civiles sólo han accedido a los aspectos más relevantesa fuerza de filtraciones.
En su última visita a la Casa Blanca, Rajoy mostraba su conformidad con el tratado e incluso vendió al presidente Obama que España será un socio fiable, asegurando que el país se ha estabilizado. Según el Ejecutivo patrio, de firmarse el tratado el crecimiento anual del PIB de la Unión Europea sería sensiblemente superior a las estimaciones que baraja la Comisión Europea si no se firmase el tratado. A pesar de los supuestos beneficios que dicen podría reportarnos, el Congreso rechazó a principios de mayo la moción de Izquierda Plural que proponía someter a referéndum la postura del país frente al Tratado de Libre Comercio. Los votos en contra de PP, PSOE, CiU, UPyD y PNV terminaron con la posibilidad de que la sociedad se pronunciase respecto a la ratificación o no del acuerdo.
La relación comercial entre Estados Unidos y los países miembros de la Unión Europea, hasta ahora, viene marcada por dos condicionantes: los aranceles, o impuestos aplicados sobre la exportación/importación, y la desigual normativa que regula el comercio de ambos territorios. Así, los productos estadounidenses que entran en el mercado europeo deben adaptarse a las regulaciones impuestas por las autoridades europeas y viceversa.
Los aranceles son ya bastante bajos y probablemente serán eliminados completamente, pero la reducción o eliminación de barreras regulatorias es el núcleo duro de las negociaciones y donde se ponen en juego los derechos de la ciudadanía. La regulación actual incluye trámites burocráticos y establece normas ambientales, laborales y de seguridad que generan costes y retrasos a las multinacionales. Según la Comisión Europea, éstas “constituyen el mayor obstáculo” para el incremento del comercio entre los dos bloques.
El “mínimo denominador común” que preside esta armonización normativa podría afectar seriamente a los derechos laborales de los europeos, teniendo en cuenta por ejemplo que EEUU no se ha acogido a los convenios de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), los que permiten la libertad de asociación y el sindicalismo. Además, de adoptarse una legislación más laxa en Europa, peligraría el Principio de Precaución o podría permitirse la venta de alimentos transgénicos. En materia medioambiental, existe el riesgo de que se permitan prácticas tan nocivas como el fracking, que en la UE está más regulada. Además, el aumento de la competitividad en el comercio de gas y petróleo podría favorecer nuevas perforaciones y desalentar el desarrollo de la energía verde sostenible. Aunque éstos son sólo algunos de los casos que habría que abordar con detenimiento.
A pesar del perjuicio que para los habitantes de la eurozona entraña el corte liberal del acuerdo, el argumento fundamental de sus defensores va encaminado hacia el crecimiento económico. Al supuesto (y escaso, según los datos de la Comisión) incremento del PIB anual suman además otra promesa: la generación de empleo.
Sin embargo, parece que los supuestos y muy discutibles beneficios que vaticinan las partes negociadoras tampoco nos van a salir gratis. La propia Comisión Europea ya ha reconocido que, de competir con la industria norteamericana, muchas empresas europeas se verán obligadas a realizar una reestructuración para no quedar en desventaja. Esta reestructuración, por supuesto, generará una serie de costes que podrían llevar a la pérdida de puestos de trabajo.
Es posible que, como prevén, la demanda de trabajadores aumente en ciertos sectores. No obstante, lo más probable es que la producción se traslade hasta las zonas donde la mano de obra sea más barata, panorama que beneficiará (una vez más) a las corporaciones en detrimento de los derechos laborales de trabajadores europeos y norteamericanos.
¿Qué hay de España?, ¿podría beneficiarse de la firma del Tratado de Libre Comercio? Según datos del Ministerio de Industria, en 2013 había en España 3.142.928 empresas, de las cuales un 53,5% no cuenta con asalariados y un 42,2% tiene entre uno y nueve empleados. Sólo 3.822 empresas (0,1%) tienen más de 250 trabajadores. Pocos beneficios aportaría la entrada en juego de Estados Unidos en el panorama comercial español, que es esencialmente local. De ampliar el mercado, las compañías más competitivas, capaces de producir y vender a menor coste, terminarán por asestar un golpe al tejido empresarial de los países con menor capacidad productiva de la Unión Europea. El riesgo es similar para todos los Estados mediterráneos, que serán los que carguen con los costes de la firma del acuerdo. Esto no haría más que aumentar la brecha entre “países pobres” y “países ricos”, fomentando la desigualdad y dificultando que nuestra industria se desarrolle al entrar en competencia directa con EEUU.
Otro de los asuntos más discutidos es la creación de un mecanismo para solucionar las controversias que puedan surgir entre inversores y Estados. Casi 3.000 tratados comerciales incluyen ya un método de arbitraje denominado Investor-State Dispute Settlement (ISDS), que permite a las corporaciones demandar a aquellos gobiernos que emprendan políticas que puedan afectar a los intereses de las empresas, atentando directamente contra la soberanía popular. Así,como relata Tom Kucharz de Ecologistas en Acción, la “protección de inversiones permitiría a bancos y fondos de inversión demandar al Gobierno griego si éste resolviese no pagar la deuda ilegítima”.
Aún nos falta mucha información, pero parece claro que es fácil prometer puestos de trabajo en un país con una tasa de desempleo cercana al 26%. Aún más si las negociaciones se realizan de espaldas a la ciudadanía –aunque en este caso casi parece más apropiado llamarla “clientela”-. Es preciso abrir el debate para conocer qué se esconde detrás del corte neoliberal de las negociaciones, porque podría ser el detonante de nuestra economía y, en el mejor de los casos, nos obligaría a realizar una profunda remodelación, en un momento en que la demanda tiende a la baja. Ciertas organizaciones ya alertan de los perjuicios que también se producirán en materia medioambiental, de propiedad intelectual, protección de datos, sanidad o liberalización de servicios públicos. En nuestro país ATTAC, Ecologistas en Acción o la Campaña ‘No al TTIP’ dan buena muestra de ello.
Este artículo refleja exclusivamente la opinión de su autora.
Articulo de Ana Encinas
Extraido de Eldiario.es
Jornada contra los CIES en Iruñea
El 15 de junio se llevó a cabo una jornada descentralizada de movilización por el cierre de los CIE (Centros de Internamiento de Extranjeros), secundada por diversos colectivos, que en Iruña también tuvo su reflejo.
La Plaza de Navarrería acogió una acción festiva en la que tanto la denuncia como la diversidad (musical, culinaria,…), estuvieron presentes.
Como no podemos tolerar la existencia de centros como estos en los que no se dan las más mínimas garantías de respeto de los derechos más básicos, salimos a la calle. Como no podemos permitir que además hagan invisible esta realidad, salimos a la calle. Como no podemos permitir que a golpe de internamiento y expulsión sigan ejecutando su siniestro plan, salimos a la calle. Porque queremos todos los derechos para todas las personas y eso todavía es algo lejano, seguiremos saliendo a la calle.
DOCUMENTO: El plan secreto para dar entrada a EEUU en el negocio de los servicios públicos de Europa


Primera página del borrador del TTIP que maneja la Comisión de Servicios e Inversión de la UE
Europa y Estados Unidos negocian a espaldas de sus ciudadanos uno de los pactos que más influirán en la vida de los europeos en las próximas décadas. Se trata del Tratado Transatlántico de Libre Comercio e Inversiones, conocido por sus siglas en inglés TTIP, y que busca igualar la regulación en ambas zonas económicas para potenciar el comercio y la inversión.
eldiario.es ha tenido acceso, en exclusiva junto a La Marea yDiagonal, a uno de los documentos secretos que sirven de base a la negociación ya que supone la oferta de servicios que Europa está dispuesta a negociar con Washington. El documento ha llegado a través de Filtrala.org, la herramienta de filtraciones anónimas en la que colaboran estos medios.
El acuerdo está en el punto de mira de organizaciones sociales y partidos de izquierda ya que sus efectos pueden suponer en la práctica una mayor liberalización de decenas de sectores en la UE, que tiene una normativa en general más exigente que en EEUU, y abre la puerta a un mayor poder de las empresas privadas.
El portavoz del comisiario de Comercio, Karel de Gucht, último responsable de la negociación del acuerdo, ha declinado hacer comentarios sobre este documento.
El borrador secreto ha llegado fragmentado en tres archivos y se extiende en al menos un centenar de páginas. La carátula del encabezado deja claro que es un documento secreto ya que las negociaciones se han clasificado como confidenciales en Europa y Estados Unidos, algo muy criticado por personas como Joseph Stiglitz, Noam Chomsky o Sami Naïr. Hasta el momento, solo se conocen otros cuatro documentos de los decenas de informes que cruzan el océano. Aunque formalmente esta ronda de negociaciones comenzó en 2013, lleva décadas gestándose con sucesivos acuerdos y grupos de trabajo que se han formado en la UE y EEUU. Este documento tiene hoy (13 de junio) como fecha límite para que los estados miembros hagan sus aportaciones.
Esta es una oferta inicial, una suerte de catálogo, de lo que la Unión Europea está dispuesta a negociar con Estados Unidos para flexibilizar los negocios en el sector servicios. Cada una de las áreas que negocia el TTIP se discute en una comisión ad hoc, como en el caso de la energía, otro de los documentos filtrados con anterioridad en el que se hablaba de temas como el fracking. El que ha llegado a Filtrala.org es el borrador con el que trabaja la Comisión de Servicios e Inversión, lo que supone que se hace un recorrido por todos los servicios, incluidos los públicos, que se ofrecen a los ciudadanos. Esto implica que también se abra en el abanico de las ofertas cuestiones como los servicios sanitarios, servicios sociales, educación y cuestiones claves como los servicios de la energía. Es una lista en positivo de puntos que negociar. Es decir, se incluye todo lo que es susceptible de discusión.
En el membrete aparecen los sellos del Consejo de la Unión Europea y de la Comisión, ya que la representación permanente de cada país en el Consejo es la que está negociando el acuerdo (no es posible que el Gobierno de cada país acuda continuamente a Bruselas para estas discusiones).
El documento marca el amplio perímetro de las negociaciones en servicios de la UE. Tras un listado de cautelas iniciales en el que la Comisión se reserva la posibilidad de negociar aspectos en una amplia panoplia de servicios que se consideran de seguridad nacional, luego muestra al socio norteamericano en qué áreas sería posible entablar una negociación. Los estados miembros deben fijar estas reservas por adelantado, ya que una vez firmado el acuerdo no se pueden introducir nuevas excepciones. Es una forma de no comprometerse a modificar un determinado aspecto en la legislación en los acuerdos multilaterales.
Las excepciones giran en torno a la extracción de petróleo, minería, producción nuclear y otros elementos sensibles como la pesca y la agricultura de las que la UE se desentiende de compromisos a priori. Su inclusión en la lista no es una negativa a discutir sino una reserva a no hacerlo en caso de que no interese a los estados.

Nota explicativa del borrador del TTIP que maneja la Comisión de Servicios e Inversión de la UE
El documento señala una a una las barreras de acceso al mercado que los estados miembros, o la UE en su conjunto, tienen actualmente en un sinfín de sectores, con el fin de negociar su total apertura. En una última columna (bajo el encabezado ‘Limitations o National Agreement’) se subraya también qué países favorecen la entrada a sus propios ciudadanos o empresas, una de las restricciones al mercado más importantes y que la UE lucha por limar.
El documento es un destape en toda regla en el que los eurócratas exhiben todas las flaquezas de los países miembros para que los estadounidenses sepan a qué restricciones se van a enfrentar y negocien su eliminación. En la nota inicial, la UE deja claro que esta propuesta inicial se hace a la espera de que «Estados Unidos ofrezca un nivel de transparencia significativo a nivel sub-federal». Es decir, al otro lado del Atlántico se debería estar construyendo un borrador similar a este pero con las restricciones que plantean los Estados federados.
Línea roja en la banca
Es especialmente llamativo que solo un área queda fuera del texto: las finanzas. Aunque inicialmente los servicios financieros se iban a incluir en el Tratado, como todos los demás aspectos de la economía, EEUU ha puesto trabas en la negociación. Washington entiende que la actual regulación financiera es más exigente que la europea, gracias sobre todo a una de las últimas leyes aprobadas tras el estallido de la burbuja, la Dodd-Frank. Por este motivo, los estadounidenses han pedido excluir a las finanzas del marco de cooperación regulatoria, que les hubiera llevado a negociar su actual nivel de regulación financiera y hacerlo más laxo.
Este aspecto es muy importante, ya que tal y como recuerda Tom Kucharz, portavoz de Ecologistas en Acción, hace que los argumentos que esgrimen los negociadores para defender el Tratado «se caigan por su propio peso». Si Estados Unidos no quiere negociar en el ámbito financiero porque supondría una rebaja de sus exigencias, está claro que el proceso de negociación se hace a la baja. En este caso, es la legislación comunitaria la que más tiene que perder ya que salvando el área de las finanzas, la UE es mucho más exigente en cuanto a normativa. Por ejemplo, el principal interés de EEUU es negociar la cooperación regulatoria en el campo de la energía, donde los estadounidenses son mucho más abiertos que los europeos.
El documento dice que «debido a la firme oposición de Estados Unidos a incluir cooperación regulatoria en el campo del acuerdo, se considera apropiado no incluir ningún compromiso en la oferta de servicios financieros por parte de la UE en este punto». La Comisión deja la puerta abierta a que si «en el futuro» los estadounidenses cambian de opinión y se comprometen a abrir el melón de las finanzas, Europa también mostrará sus cartas.

Fragmento del borrador del TTIP que maneja la Comisión de Servicios e Inversión de la UE
Los servicios bancarios son por lo tanto la única línea roja marcada en el documento, y no por voluntad europea. Del resto, la UE muestra su deseo a hablar de todo, incluida la prestación de servicios médicos (lo que abriría aún más el negocio de la salud a las grandes corporaciones estadounidenses de sanidad), el transporte o la liberalización de los colegios profesionales. Desde los sindicatos europeos de servicio público se subraya que esta apertura a negociar este tipo de prestaciones atentará contra la calidad de los servicios y el empleo. Para Kucharz, es una «alerta a todas las mareas españolas. Es una megaamenaza a la calidad de los servicios públicos».
Cabe resaltar que al hacer el recorrido de trabas actuales en los países de la Unión, España es uno de los países que menos aparece, en gran medida porque es uno de los países más liberalizados del Continente. Las escasas menciones que se encuentran de España son respecto a las restricciones de los colegios profesionales y, cómo no, a la posibilidad de poner una farmacia o al trabajo de los auditores contables.
Los defensores del acuerdo hablan de cifras por valor de miles de millones de impacto económico y de creación de empleo. Los detractores, de destrucción de miles de puestos de trabajo en Europa y de pérdida de derechos laborales.
Extraído de: ElDiario.es
Cierre de filas

Estamos asistiendo en directo al derrumbamiento de un régimen que produce el lógico estruendo de toda destrucción. Tratan inútilmente de detener el desplome pero el espectáculo es tan esperpéntico como el de un hombre que intentase evitar con su cuerpo una pared que se cae.
El ejército nacional cierra filas. Lo llamo ejército porque no se puede llamar de otra manera a este sistema en el que se mueven todos a una, como regimientos y batallones, a la orden de ya de sus generales, los mandamases que empiezan a ser mandamenos y por eso han movilizado a sus tropas para salvar el Régimen de las hordas subversivas, de los rojos y las checas y las repúblicas y los jipis con coleta.
Y les llamo nacionales porque han salido a defender con uñas y Falanges los principios del Movimiento, la nación, la monarquía y la bandera, esa España de charanga y pandereta, Una, Pequeña y Cateta, en la que el rey va a los toros y le gritan vivas y oles y hay desfiles militares con El Abdicado y El Preparado rodeados de las fuerzas vivas y vestidos de supergenerales, con sus galones, sus medallitas y su fajín de las grandes ocasiones, para que no se nos olvide quién manda aquí.
De pronto este país es en blanco y negro y parece un capítulo de Cuéntame o quizá es que nunca ha dejado de serlo, llevaba solo un disfraz de moderno pero se ha quitado la careta en cuanto ha terminado el carnaval y nos hemos puesto serios. Y la tele ha perdido el color y la prensa de papel parece toda ABC y censuran el humor y en la radio dan el parte y en el Hola un reportaje de la Familia Real y sus pajes, todos tan guapos, todos tan altos, todos tan rubios, cómo no vas a quererles, cómo nos va a adorarles, cómo no vas a desear que sean tus reyes y reinen por los siglos de los siglos, amén.
Bajad la cabeza, agachaos, juntad las manitas y rezadles a estos santos de la democracia y la Transición, rezad para que el Niño Dios les guíe en su épica tarea de conducir al pueblo hacia su salvación. De rodillas, súbditos, pedidle al Señor que llene sus almas de sabiduría y tesón porque los van a necesitar para hacer ellos solitos, sin ayuda de nadie, todo por la patria pero sin el pueblo, la gloriosa Segunda Transición. Y los ángeles y los arcángeles que escriben en los periódicos con pluma de oro y hablan en las tertulias con piquito de ruiseñor, cantan ya sus hazañas bélicas, sus logros inmortales, sus proezas infinitas. Ay, señor, dales fuerza para tan grande labor.
No dejes, Señor, que sus enemigos les acaben. No dejes que hable el pueblo hable, no dejes que hablen de revolución estos salvajes, no les escuches, Dios Mío, que no saben lo que dicen ni lo que hacen. Gracias te damos porque aún somos los dueños y señores de los micrófonos y los papeles, de los bancos y los desahucios, de las empresas y los cuarteles, de la vida y de la muerte, y no dejes que sea de otra forma si no quieres que el pueblo llano sea soberano y se rebele y traiga el caos a este reino católico, apostólico y romano.
Ay, señor, señor. El ejército nacional cierra filas. Ningún síntoma mayor de la caída del régimen que este repliegue de tropas que se cierran como una garra para defenderse del ataque de la plebe y golpean con saña a quien les hiere y silencian a quien se mofa. Pero cómo no mofarse si es tan estridente y visible su maniobra de propaganda y agitación que hasta ruboriza de puro evidente. Aún no se han dado cuenta estos señores tan importantes de que ya no pueden controlar la opinión y la calle como hacían cuando no teníamos nada más que su versión. Ni después del 15M o de Podemos se han dado cuenta, señor.
Sí, señora, estamos asistiendo en directo al derrumbamiento de un régimen que produce el lógico estruendo de toda destrucción. Tratan inútilmente de detener el desplome pero el espectáculo es tan esperpéntico como el de un hombre que intentase evitar con su cuerpo una pared que se cae. El muro se rompe. No lo pueden contener ni con todos sus ejércitos que ya oyen una voz que les grita en el barullo: ¡Rompan filas!
fuente: El diario.es
Dos personas detenidas por «el txapuzón» popular en el Aqua Vox del Euskal Jai

Un colaborador de LaHaine que cubrió aquel día la protesta grabándola en video, y otr joven que sacaba fotografías para Ekinklik, han sido detenidos por la policía española, trasladados a comisaría y puestos en libertad posteriormente. Se les ha acusado de «allanamiento de propiedad de persona jurídica».
Hacia las 14:10 de esta tarde, el periodista de La Haine ha salido a pasear a su perra y en la puerta de su casa estaban esperándole dos agentes de la policía nacional, española, según indica LaHaine en su página web.
A penas ha podido devolver a su perra y se lo han llevado detenido en un coche camuflado.
Tras su puesta en libertad, se ha sabido que se le acusa de haber participado en el txapuzón popular que se realizó durante la celebración del XX aniversario de la ocupación del Euskal Jai, el pasado 10 de mayo. Aquel día, decenas de personas, tras una comida popular en la calle San Agustin, entraron en el Aqua Vox que ocupa ahora el solar del antiguo gaztetxe Euskal Jai, y se bañaron en una de sus piscinas. Al parecer, la policía municipal comenzó una investigación sobre lo ocurrido, y esta detención podría ser la consecuencia de ello. Pero lo cierto es que la persona detenida estaba ejerciendo su labor de periodista grabando en video la acción desobediente.
Desde La Haine han informado de que esta persona «está siendo acosado», y que el pasado 29 de marzo fue detenido durante la jornada Jaque a la Monarquía en Madrid, después de haber realizado la cobertura informativa de la movilización. «Y hoy, justamente al día siguiente en que se conoce la abdicación del Rey, nuestro compañero vuelve a ser detenido», añaden.
La Haine ha querido mostrar su apoyo a la persona detenida y reivindicar que este medio de comunicación «es un altavoz de los movimientos sociales, una herramienta para combatir la desinformación con información revolucionaria».
La otra persona arrestada es un reportero gráfico que realizaba su labor para Ekinklik.
«Detener al mensajero»
A las dos personas se les acusa de «allanamiento de propiedad de persona jurídica», refiriendose al Aqua Vox construido en el lugar del derribado Euskal Jai, donde el pasado 10 de Mayo decenas de personas entraron en sus instalaciones a ritmo de batukada para darse un chapuzón festivo. Los organizadores de la protesta pacífica han enviado un comunicado para hacer hincapié en que las dos personas detenidas estaban realizando una labor informativa y denunciar el hecho de que hayan sido detenidas en vez de notificarles vía judicial las imputaciones. «Una vez más detienen al mensajero para impedir a la sociedad el acceso a la libre información. La represión no va a impedir que cedamos en nuestra lucha por conseguir la playa que el movimiento popular de Iruñerria desea».
fuente: Ahotsa.info
Martes al Sol

Un nuevo primer martes de mes, Martes al Sol, la asamblea de las precarias (plataformas de desahucios, paro, dependencia, renta básica), que se hacen visibles en la calle, reclamando un modelo social basado en la justicia social.
En la asamblea del 3 de junio se hizo una exposición sobre los CIE, auténticos centros represivos en los que reina la indefensión y la arbitrariedad.
Además se tomó la palabra para anunciar distintas iniciativas y convocatorias de los distintos colectivos, para valorar la actual situación social y política,…. En fin una asamblea abierta y participativa que debemos seguir dando sentido participando de la convocatoria y difundiéndola.
Foto y texto: Iñaki Gorriz
«El gobierno pretende convertir los sindicatos en gestorías.» Entrevista a Ermengol nuevo secretario de Catalunya
El secretario general de CGT Catalunya denuncia las malas prácticas sindicales y explica la necesidad de las organizaciones de trascender del ámbito del centro de trabajo

Ermengol Gassiot, secretario general de la Confederación General del Trabajo de Catalunya-– FRANCESC SANS
Ermengol Gassiot (Vilobí del Penedés, Barcelona, 1973), secretario general de la Confederación General del Trabajo de Catalunya desde abril de 2014, es arqueólogo, profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona con «contrato precario», como él mismo indica. Durante la entrevista, centrada en los caminos, expectativas y problemas de la lucha popular, denuncia las malas prácticas sindicales y expresa su convencimiento en la obligación de ampliar los métodos y objetivos del sindicalismo más al uso en la actualidad.
Uno de los signos de estos tiempos de paradigma ideológico neoliberal es lasindicatofobia. En ciertos círculos políticos, pero también en opinión de numerosos trabajadores, el término «sindicato» se ha convertido en sinónimo de burocracia, holgazanería y corporativismo de lo más espurio. ¿Han contribuido los grandes sindicatos a esa mala reputación?
En esta situación hay responsabilidades compartidas. Por una parte, el capital se sirve de sus medios de propaganda y creación de ideología para favorecer todo aquello que pueda romper la conciencia de clase y fomentar el individualismo, y la sindicatofobia va en esa línea. De todos modos, sería una falta de visión política y de perspicacia no reconocer que el modelo de sindicalismo imperante en el Estado español también tiene su parte de culpa. Los dos sindicatos mayoritarios funcionan en muchas empresas como una burocracia y no fomentan la participación de los trabajadores y trabajadoras en la resolución de sus problemas. Por último, el sindicalismo alternativo también tiene su responsabilidad, porque no hemos estado siempre a la altura de lo que pregonábamos.
¿Cuáles son las principales diferencias en cuanto a acción sindical entre CGT y los dos sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT?
Los dos sindicatos mayoritarios del Estado parten de una tradición marxista y reconocen la existencia de la explotación económica. Sin embargo, han aceptado los pactos con el capital no ya como medio, sino como finalidad. Evidentemente, ante situaciones en las que no hay posibilidad de victoria, aceptar un pacto puede ser una solución satisfactoria. Pero aceptar el pacto como objetivo de la política sindical supone aceptar la explotación. Nuestro objetivo es eliminar la explotación, lo cual exige eliminar el sistema que la genera. El problema está en dar con la forma de hacerlo; creemos que eso no lo hará ninguna organización sindical en solitario, y por eso es importante la relación con los movimientos sociales organizados.
«Para ser un sindicato de clase combativo no basta solo con oponerse a un ERE»Para ser un sindicato de clase combativo no basta solo con oponerse a un ERE, porque buena parte de la clase trabajadora actual no tiene derecho a ser incluida en este supuesto, al carecer de un contrato con la duración suficiente para que el empresario se vea obligado a despedir en esas condiciones. Por lo tanto, hay que orientarse también hacia la defensa de los derechos de las personas excluidas del ERE y eso implica un cambio en la mentalidad tradicional del sindicalista. Nosotros estamos ahora implicados en ese proceso, veremos adónde nos lleva.
¿Quiere eso decir que CGT intenta abrir su lucha a toda la sociedad? Porque da la impresión de que los sindicatos solo trabajan para las personas activas a efectos laborales, y que se desentienden o apenas se preocupan por las personas que están desempleadas o en riesgo de exclusión.
Comparto con gran parte de la población esa opinión sobre los sindicatos mayoritarios. Por lo menos con respecto a sus estructuras y jerarquías, y con ello no prejuzgo la buena fe de muchos de sus afiliados de base. El problema es que desde la Transición a esta parte han predominado el sindicato de sector y el sindicato de gente ocupada en una empresa, fundamentalmente empresas medianas y grandes. Esta tendencia dejaba fuera de la acción sindical todo lo que estuviera fuera de la empresa. Por eso, una de las cosas que el nuevo secretariado de CGT no se cansa de repetir es que debemos liberar el sindicato de los muros del centro de trabajo.
¿Qué actividades concretas está desarrollando CGT en este proceso?
«Hacemos escraches a los bares y restaurantes donde trabaja personal en situaciones de ilegalidad»Pondré dos ejemplos de ámbito geográfico diferente. El primero, en Reus y Tarragona, donde llevan varios meses haciendo escraches a los bares y restaurantes donde trabaja personal en situaciones de ilegalidad (por ejemplo, sin contrato o en condiciones abusivas). Para esta acción se busca también la solidaridad y colaboración de asociaciones de vecinos, colectivos sociales, etc. Así se suplen las dificultades o la imposibilidad que esas personas tienen, dada su situación laboral, para canalizar sus reivindicaciones a través de una organización sindical.
La segunda, más conocida, es la huelga de FNAC del 23 de abril pasado. Para nosotros era determinante que la plantilla simpatizara con la huelga, no que toda ella parara, porque somos conscientes de su situación laboral, con contratos temporales breves. En esas circunstancias no podemos pedirle a la gente sacrificios. Lo realmente determinante fue que la gente no entrara a comprar y que los escritores no fueran a firmar. El éxito real de una huelga se mide por sus efectos, no por el número de trabajadores que la siguen.
Frente al histórico sindicato de clase va ganando terreno el llamado sindicato profesional, ocupado solo en la reivindicación corporativa y alejado de otras preocupaciones sociales. ¿Qué opina de estas organizaciones? ¿Son rivales o enemigos?
Depende del caso. Si hablamos de FETICO, un sindicato organizado desde las empresas, como enemigo. Pero hay otros sindicatos de sector que no me atrevería a considerar así, por ejemplo el sindicato de prensa, aunque no compartamos la misma apuesta política. También debo decir que los sindicatos autodenominados «de clase», a veces también actúan como enemigos, por ejemplo en el sector de las grandes superficies, y no tanto de nuestro sindicato como de la clase trabajadora. En muchos sindicatos profesionales hay gente afiliada con conciencia de clase, pero que cree que un sindicato específico de su sector tiene más herramientas para resolver sus problemas laborales. Romper con esta creencia es otro de los trabajos pendientes de los sindicatos de clase.
¿Es posible una política sindical eficaz con el bajo índice de afiliación del Estado español?
El fenómeno de la baja sindicación es otra de las consecuencias de la Guerra Civil y la dictadura fascista (no solo de su represión, también de su lastre ideológico). Un ejemplo: antes de la guerra, en Terrassa, con una población de 40.000 habitantes, había 10.000 afiliados a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), solo algo menos de los que hoy tiene la CGT en toda Catalunya. La baja sindicación es un problema muy grave y ha hecho que las grandes centrales sindicales se orienten hacia la prestación de servicios, para atraer mayor clientela, y que dependan para sobrevivir de subvenciones que les atan de pies y manos. Ante esta situación, nuestra apuesta es hacer un sindicalismo más atractivo, no solo para quienes tienen conciencia de clase sino también para la gente no sindicada en estos momentos, como por ejemplo la gente joven.
CGT ha combinado su carácter «anarcosindicalista», y por tanto genuinamente asambleísta, con la normativa legal que regula la actividad de las organizaciones sindicales. ¿Cómo se logra esa síntesis?
«Un comité de empresa no es nada sin una plantilla organizada»Somos anarcosindicalistas y eso significa que la base es la asamblea y la autogestión, en el sentido de que el colectivo implicado es el que gestiona la resolución del conflicto. Así que, en primer lugar, el poder radica en la asamblea.
En segundo lugar, nuestra acción está definida por el tipo de conflicto: conflicto contra el Estado o conflicto entre trabajo y capital. No podemos aspirar a consensos en el sentido liberal-burgués, porque sería diluir el conflicto en una falsa paz, al estilo socialdemócrata. Al contrario, aspiramos a ser mayoría y crear una nueva realidad. En este contexto, la legalidad es una opción estratégica. Nuestra decisión de participar en los comités de empresa se da en un momento en que pensamos que la no participación puede condenarnos a la marginalidad, pero a la vez va acompañada de la apuesta de vaciar de contenidos los comités de empresa. Otras cuestiones que deberíamos analizar con calma son: ¿hasta qué punto hemos conseguido los objetivos de esa apuesta?, ¿dónde lo hemos conseguido y dónde hemos flaqueado en el intento? La efectividad de los medios debe definir qué tipo de lucha tomamos en cada momento, no lo que nos marquen las leyes. Eso implica que podemos vernos en situaciones futuras complicadas.
¿No crees que el comité de empresa es una herramienta útil para la defensa de los derechos de los trabajadores?
Un comité de empresa no es nada sin una plantilla organizada, movilizada y con ganas de luchar. Pero también es cierto que una plantilla con esas condiciones puede servirse positivamente de un comité de empresa, siempre bajo una dirección asamblearia, de tal forma que los trabajadores y trabajadoras no deleguen exclusivamente en el comité, sino que se impliquen en su trabajo diario. El comité debe ser la correa de transmisión de algo que se gestiona y decide desde la plantilla. En ese sentido, sería estúpido renunciar a las herramientas legales que tiene un comité (por ejemplo, a la hora de convocar una huelga).
¿Tras la última reforma laboral, la legislación impide una política sindical efectiva? ¿Han quedado los sindicatos como mera oficina de asesoramiento de los trabajadores?
«La lucha sindical no debe delegarse en gestores ni en abogados»El Gobierno pretende convertir los sindicatos en gestorías. Ante esta situación surge la tentación de judicializar la acción sindical. Ahora mismo, en muchos conflictos sin salida satisfactoria se recurre a la Magistratura. El último ejemplo ha sido el ERE de Panrico, que fue impugnado por CGT a nivel judicial. Pero el sindicalismo combativo no debe tener excesiva confianza en la acción de los jueces. Las leyes las hace un Estado que funciona en un ámbito de producción capitalista, del cual nosotros nos reconocemos como enemigos. Ese es el problema de base, y la réplica al sindicato-gestoría no puede ser el sindicato que lo lleva todo al abogado. La lucha sindical no debe delegarse en gestores ni en abogados, tenemos que realizarla los trabajadores y las trabajadoras y eso implica aprovechar las armas de presión de que disponemos. Pero lo peor es que los sindicatos mayoritarios se están adaptando rápidamente a la situación. No sería la primera vez que uno de los grandes sindicatos recibe un cheque por la gestión de un ERE.
Eso son acusaciones muy graves.
Puedo decirlo porque la CGT ha rechazado las mismas ofertas. Por eso lo sabemos.
Concretemos: no estás hablando de algún representante sindical que haya incurrido en prácticas corruptas, sino de organizaciones que aceptan esas retribuciones.
Estamos hablando de que en alguna ocasión nos han dicho: «Esa es vuestra parte», el tanto por ciento que nos correspondía por representación sindical en algunos centros de trabajo, y que nosotros siempre lo hemos rechazado.
¿Puedes aportar más datos?
«No creo que la gente tenga ya tan claro que la moderación es buena solucionar problemas»Puedo hablar, por ejemplo, de un servicio de limpieza de Vilanova i la Geltrú, dependiente del Ayuntamiento pero encargado a una empresa privada con sede en Madrid. Con ocasión de una huelga, la empresa concesionaria contactó con nuestro responsable de la Federación de Limpieza para decirle que un directivo llegaba tal día a Barcelona y que quería quedar con él para ir a comer a un restaurante de lujo, tomar luego unas copas y ponerse de acuerdo en el tema del ERE. Y cuando nuestro responsable de Limpieza se negó a ello, la empresa le dijo que con los representantes de uno de los sindicatos mayoritarios siempre se hacía así.
Volvamos a los planteamientos de base. La moderación y el pacto son conceptos sin duda útiles para la convivencia ciudadana, y muchos trabajadores prefieren esos argumentos a la insistencia en la lucha que predica CGT, por considerarla de una radicalidad poco constructiva.
Creo que la inmensa mayoría de los trabajadores y las trabajadoras coinciden en que el sistema actual está basado en la explotación y en una profunda desigualdad. También comparten la convicción de que la clase política no va a resolver los problemas económicos y sociales de la clase trabajadora (la pobreza, los desahucios, etc.). Pero este diagnóstico común no hace que la gente comparta las propuestas de solución del sindicalismo revolucionario. Por lo tanto, ahí tenemos un problema, o de mala comunicación o de que nuestros planteamientos son de alcance limitado, y esta situación nos supone un nuevo reto. De todos modos, no creo que la gente tenga ya tan claro que la moderación es buena para la solución de los problemas. Asumir la moderación supone aceptar algún tipo de derrota, y nuestro objetivo debe ser generar expectativas de victoria.
CGT sigue teniendo como himno confederal una canción ya legendaria: A las barricadas. Sin embargo, los métodos de lucha que actualmente seguís pueden considerarse propios de una resistencia civil no violenta.
Sería una mentira histórica decir que el anarcosindicalismo no ha utilizado nunca la violencia. El actual secretariado de CGT piensa, y creo que también una parte importante de nuestra filiación, que los límites de nuestra lucha de desobediencia al poder no puede marcarlos la legalidad del sistema al que combatimos, sino la eficacia de los métodos que utilicemos y la coherencia con nuestros ideales. Utilizaremos en cada momento aquello que creamos efectivo, entendiendo también que la represión puede lacerar o condicionar la efectividad de un método de lucha.
Aparte de los impedimentos generados por las sucesivas reformas laborales, ¿la nueva Ley de Seguridad Ciudadana es una ley hecha en buena medida para refrenar y reprimir las iniciativas de protesta sindical?
«El proceso judicial es otra de las herramientas de lucha del Estado y el capital»La lucha en general, sindical y social, es el objetivo de esta ley. En Barcelona hemos tenido ejemplos recientes de ello, como el elevado número de detenidos durante la huelga general de noviembre de 2012, con muchos compañeros y compañeras de CGT con imputaciones penales, y una compañera que estuvo cerca de un mes en la cárcel.
A pesar de todo lo que está ocurriendo, mucha gente tiene todavía el punto de inocencia de pensar que, al argumentar lo realmente ocurrido en este u otro suceso, el juez apreciará que los cargos contra los trabajadores detenidos son desmesurados. Pero deberíamos plantearnos que el proceso judicial es otra de las herramientas de lucha del Estado y el capital contra el movimiento sindical, con lo cual debemos dar una respuesta colectiva y política a su acción represiva. Como sindicalistas, deberíamos aprender de nuevo algo que habíamos olvidado en estos últimos años: hacer frente a la represión.
¿Qué reformas legales consideras básicas para mejorar las condiciones de vida de las clases populares?
Primeramente, la prohibición de las horas extra. Como segunda medida, el establecimiento de una renta básica, de carácter universal y equivalente como mínimo al doble del actual salario básico, y que por supuesto pondría un límite mínimo a todos los salarios. Y en tercer lugar, el reconocimiento como actividad remunerada todo el trabajo de atención a las personas, lo que implicaría la incorporación plena de la mujer al mercado laboral (actualmente, el Estado español tiene la tasa de ocupación femenina más baja de la Unión Europea). Estas medidas tendrían como objetivo incrementar el número de personas que percibe salario, disminuir el tiempo de trabajo real y aumentar las rentas, lo que llevaría consigo el incremento del consumo. Y no me refiero expresamente a consumo de objetos, sino a que las familias tengan mayor posibilidad de pagar residencias para ancianos, adquirir productos culturales, etc. Por supuesto, estas son medidas socialdemócratas y provisionales, porque lo que a mí me gustaría sería abolir la propiedad privada y poner los centros de trabajo bajo control de los trabajadores.
¿Ha tomado la CGT una postura oficial ante el proceso soberanista liderado por el gobierno de la Generalitat?
CGT defiende una sociedad integrada por personas libres, con capacidad para decidir y gestionar su vida. Es la línea tradicionalmente defendida por el anarcosindicalismo: la autodeterminación de los pueblos. Defendemos la autodeterminación del pueblo catalán y vamos a participar en este proceso a distintos niveles, en asambleas locales, colectivos sociales y organizaciones mucho más amplias. Otra cosa es que nos creamos el proceso que impulsa la oligarquía catalana, ante el cual desconfiamos plenamente.
Con lo cual se plantea un nuevo campo de lucha, por la hegemonía ideológica y política dentro de la propia opción soberanista.
La lucha por la hegemonía está planteada siempre, tanto si hay proceso soberanista como si no lo hay. Y con respecto al proceso soberanista, seguro que no va a dejar indiferente a nuestros afiliados, y seguramente con opiniones muy diversas. Pero lo que sí va a tener claro CGT es que la disyuntiva no es votar o no votar, sino decidir entre confiar nuestro futuro a la mediación puntual del acto electoral o, por el contrario, establecer mecanismos para autogestionarnos de un modo constante. ¿Qué ocurriría si después de la consulta aparecieran asambleas locales que reclamaran su derecho a organizar de un modo alternativo la vida cotidiana de su municipio? Estoy seguro de que los afiliados de CGT participarían activamente en ese movimiento.
Fuente: Publico.es
Abdica «El Campechano» II
Juró los Principios Fundamentales del Movimiento Nacional (el partido único franquista) para alcanzar el poder. Se autoproclamó Jefe de Estado y de las Fuerzas Armadas de la sedicente democracia dentro del “paquete” que sometía a referéndum la Constitución (que Juan Carlos nunca juró). Metió bajo siete llaves la documentación secreta que revelaba su papel en el golpe de Estado del 23-F. Y ahora dimite de penalti sin que exista siquiera la Ley Orgánica que regula la abdicación para evitar cumplir con el trámite de ratificación popular exigido para reformar el Título II de la C.E. Y encima pretenden tomarnos por tontos hablando de que se trata de una decisión muy meditada y que estaba en la programación de La Zarzuela. ¡Gañanes!. Ocultan que en el mensaje del pasado Fin de Año el Rey confirmó su permanencia en el puesto; que este mismo lunes 2 de julio de 2014 en que se hecho pública la abdicación Juan Carlos tenía previsto inaugurar un congreso en Barcelona; que la Reina Sofía ha mantenido en su agenda un viaje para mañana martes a Nueva York; que al Príncipe Felipe le ha sorprendido el gatillazo papal regresando de un acto oficial en El Salvador, y que en las últimas semanas el propio monarca había relanzado su imagen de Rey Campeador con giras chanchullo a las monarquías del Golfo para hacer caja para la Marca España y una majestuosa presencia en el palco de honor de la final de la Liga de Campeones.
Por no hablar del esperpento de esa corte, la del trágala dinástico gobernante PP-PSOE, encarnado por el dúo sacapuntas Rajoy-Rubalcaba, que con su habitual babosería se ha coronado de sandeces impasible el ademán. Mendacidad sin igual, que recuerda a aquella otra “abdicación” que defenestró a Adolfo Suarez, y cuya comunicación real a todos los españoles a través de la televisión ha sufrido parecido “retraso técnico” a la del mensaje del Rey para “salvar la democracia” aquella noche de los tricornios de 1981. Juan Carlos abdica por el sindicato de las prisas en la misma mañana en que el primer partido de la oposición estaba reunido en cónclave para decidir si hacían primarias para elegir a un nuevo líder, y a semejante zafarrancho lo llaman gesto de estabilidad institucional. ¡Unos linces!
La inmaculada transición se va al garete. Aunque de momento hagan como si no pasara nada y la mayoría borbónica que okupa el Parlamento apruebe ceder el testigo a Felipe como sucesor a título de Rey con las mismas tretas como se hereda una finca cuando el dueño está gagá. Sin importarles que las elecciones europeas hayan demostrado que con menos del 50% de respaldo popular carecen de legitimidad para decidir por todos los españoles como reclama el artículo 92 de la vigente Constitución (“Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos”). Sin reformar previamente la Constitución para zanjar la feminicida discriminación de género en la trasmisión de la corona. Manteniendo el esperpento que permite condensar en la figura de un rey jurídicamente irresponsable la jefatura del Estado y la de las Fuerzas Armadas.
No saben que con ello, desde este mismo momento, pavimentan la campaña electoral para que las elecciones que deben celebrarse el próximo año 2015 (locales, autonómicas y generales) se conviertan en un rotundo plebiscito contra la monarquía, como ya sucedió en abril de 1931. Por cierto, la patronal CEOE ha colgado en su web (luego la retiró) una nota sobre la abdicación del Rey Juan Carlos “agradeciéndole los servicios prestados”. Más transparencia, imposible.
Rafael Cid