Martes Al Sol escenifica en la calle el parecido entre rebajas y recortes

Martes al Sol ha llevado a cabo una movilización en plena Avenida de Carlos III, zona comercial y de consumo. Se ha querido establecer un paralelismo entre las rebajas y los recortes, contando con la participación de miembros de distintas plataformas (renta básica, salud, parados/as, vivienda…)

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CONTENIDO DE LA OCTAVILLA REPARTIDA (Martes al Sol):

Como ya sabréis, estamos en época de rebajas, de rebajas de derechos laborales y sociales. Nuestros gobernantes, al igual que las multinacionales, pretenden salir de la crisis mediante rebajas y los descuentos. Han rebajado la sanidad, el derecho a la vivienda, el trabajo y otros muchos servicios y prestaciones públicas hasta convertirlas en caricaturas groseras.

Necesitamos salir de esta crisis pero no mediante el recorte y las rebajas. Necesitamos hacerlo poniendo la sanidad, las prestaciones y ayudas sociales como algo imprescindible y universal.

Es hora del cambio, de los derechos sociales.

 

texto y foto: I.G.




4F: Miserables eufemismos que se llevan vidas

Iniciado en la década de los 70, la gentrificación es el proceso por el cual los barrios pobres y obreros ubicados en el centro de la ciudad son reformados a partir de la llegada de capital privado y de compradores de viviendas de clase media. El concepto fue acuñado por la socióloga Ruth Glass en 1964. Parece incoherente que el nacimiento del término sea anterior al proceso, pero la cuestión es que cuando Glass habló de gentrification se refirió a un conjunto de cambios que venían sucediendo desde la década de los 50 en ciudades como Nueva York y Londres. Ahora bien, no fue hasta los 70 cuando estas transformaciones se sistematizaron por toda Europa.

El geógrafo escocés Neil Smith estableció tres fases de ennoblecimiento de la ciudad de Nueva York. La primera fase consistió en pequeños cambios en el ámbito artístico y cultural que propiciaron la llegada de la clase media al centro de la ciudad; en la segunda etapa, se produjo una gran inversión financiera gracias al greenlining, es decir, al aumento de la concesión de crédito a aquellas personas y empresas que quisieran trasladarse al centro; y la tercera estuvo basada en larehabilitación de los edificios y en la apertura de restaurantes, tiendas, salas de exposiciones, oficinas, etc. Hasta aquí todo parece perfecto, muy hollywodiense. Sin embargo, Smith remarcó que durante la segunda fase, el número de desalojos se disparó, lo que hizo elevar el número de personas sin hogar de la ciudad de los rascacielos. Además, entre la segunda y la tercera etapa, el rol del Estado desapareció y se produjo una fuerte financiación privada. Finalmente, acabada la tercera fase, comenzaron los problemas con los vecinos de toda la vida y sus asociaciones.

Este proceso se extendió a Londres y París primero, y el resto de Europa después; el movimiento okupa ejerció un rol de contrapeso a esta privatización del espacio público. Por supuesto en el viejo continente, la policía y gran parte del periodismo criminalizó este movimiento de contestación urbana durante la década de los 90. Lo importante era conseguir que las consecuencias se convirtieran en la causa, y viceversa; es decir, que la violencia generada por un proceso de extremada privatización y empobrecimiento fuese la consecuencia del movimiento okupa, y la aparición de éste fuese la causa de una apuesta por un proceso de limpieza conocido como gentrification. “Barcelona, posa’t guapa”, les suena, ¿verdad? En España los términos anglosajones no triunfan, así que se optó por el de “regeneración urbana”.

Esta idea es la que se desprende del documental emitido el sábado 17 de enero por el canal autonómico catalán Canal 33 ‘Ciutat morta’, la desgarradora historia de cinco personas acusadas, arrestadas, torturadas y encarceladas por un delito que jamás cometieron. Pero su estética, o mejor dicho, unas rastas, unos piercings, un look original, pero también una procedencia geográfica, sirvió como justificación.

A medida que avanzaba el documental, censurado parcialmente por un juez [en la emisión en la televisión catalana se recortaron alrededor de 5 minutos de la grabación original], los espectadores podíamos escuchar un procedimiento más semejante al de la Santa Inquisición que al de un Estado de Derecho que, además, ha ratificado la Declaración Universal de los Derechos Universales. El único rol que desempeñaron las cinco personas detenidas durante el proceso fue el de averiguar de qué se les acusaba y, posteriormente, reconocer el delito que se les imputaba. El auto de fe les llegó con la libertad condicional.

Sin embargo, una de las detenidas decidió poner fin de la manera más trágica. Las palabras de la poeta muerta y la imagen de la ventana parecía lo más coherente de esta repugnate historia. ¿Estamos ante un caso aislado de corrupción policial? ¿Y la juez instructora? ¿Y el alcalde? ¿Y la televisión autónomica? «Ustedes responderán por su sangre, yo no tengo la culpa.» Mt, 27:24

Pero a estas alturas, estas palabras carecen de valor. No sólo se es culpable por acción, también se es por omisión. Así pues, ¿fue todo una simple venganza por el policía que cayó en coma el 4 de febrero de 2006 tras el lanzamiento de una maceta desde un balcón? No, evidentemente que no. La venganza es siempre individual, no colectiva. Desgraciadamente para el policía gravemente herido y para las cinco personas detenidas, lo que se esconde detrás de la detención, tortura y prisión es una justificación de un proceso más amplio.

En un artículo publicado en El País en el año 1995, Francisco Fernández Buey defendió la recuperación del uso político de las palabras. Afirmó que la capacidad de poner nombre a los hechos era la clave para cambiar el mundo. Incluso también para tergiversalo. En las declaraciones de dos de los acusados, éstos recordaron que durante el juicio se repitió constatemente el término “estética okupa” y “antisistema”. El documental va más allá y nos relata algunos datos interesantes de Ciutat Vella y del Forat de la Vergonya y de la terrible privatización que sufren desde hace décadas muchos barrios de la capital catalana. Por lo que hay algo más que una simple venganza.

Smith remarcó que la victoria ideológica de la gentrification es producto de la anestesia de un lenguaje eufemístico que esconde la legimitación de una injusticia ciudadana y humana. Así que mejor será que tomemos en serio a Fernández Buey, no tergiversándolo, sino creyendo firmemente en sus palabras. Para empezar, hagamos que “Barcelona, posa’t guapa!” no sea la victoria ideológica de la barbarie.

Extraido de Diagonal

Enlace a la película completa con subtitulos en castellano




El despotismo de los mercados

        “La ciencia de adquirir riquezas está en encontrar cierta cantidad de hambrientos, pagarles tres monedas, hacerles producir por diez, amontonar una fortuna y acrecentarla de inmediato mediante algún golpe de mano con ayuda del Estado” (P.Kropotkin)

Piotr Kropotkin nos ofrece desde la perspectiva léxica de final del siglo XIX una descripción realista del capitalismo. El sistema, heredero directo del feudalismo, se ha consolidado como generador y desarrollador de desigualdades que a lo largo de la historia no ha dado respuesta a las carencias sociales, nutriéndose de estas para la obtención de beneficios, y creando necesidades superfluas con las que acrecentar el mercado productivo de lo absurdo.

Quizás habrá quien objete argumentando que el capitalismo ha supuesto desarrollo y bienestar. Pero, detengámonos en los últimos siete años y certificaremos que este viejo y medieval sistema basado en la especulación solo beneficia a un porcentaje muy bajo de la población que se sirve del Estado de forma sustancial. Lo hemos padecido en el rescate, con dinero público, del sistema financiero en detrimento de quienes han perdido su empleo, su casa, o hemos visto deteriorarse el conjunto de  prestaciones sociales. Ese juego con el capital público ha contribuido única y exclusivamente para hacer caja, cambiar el color de los números con el fin de acreditar una subida ficticia de la economía de los grandes números.

Fue Nicolás Sarkozy quien dijo que era necesaria una “refundación del capitalismo” y como viene sucediendo entre las filas socialdemócratas se aplaudió tal exabrupto y se miró con deseo al libre mercado, en su versión liberal y “moderna”, como el mejor remedio contra esta estafa propiciada por el sistema mismo. Así encontramos flirteos con el Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP) o Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión, argumentando dichos apoyos en hipotéticos beneficios, políticos y económicos, para Europa. Tesis no contrastadas y asentadas sobre la conjetura de que, por ejemplo, el estado español sería el cuarto país más beneficiado del acuerdo por detrás de Reino Unido, Suecia e Irlanda con un crecimiento, dicen, del 6,55% del PIB. Aventuras neoliberales fundamentadas en el ejemplo, ahí va la andanada, del acuerdo de la cumbre Asía-Pacífico que consolida el liderazgo de China, vaya ejemplo de economía, al poner en valor su plan para liberalizar el comercio en Asia.

El espejo chino no puede ser un referente, el de EEUU tampoco. El país asiático cuya economía se basa en una combinación de “capitalismo de estado” y “propiedad privada” conculca derechos humanos básicos, medioambientales, laborales, etc.. Compite en el mercado de forma fraudulenta, puesto que en esas condiciones “feudales”, estimulantes de la esclavitud moderna objetivamente es más rentable, a corto plazo y en términos netos de beneficio, producir.

Abundan en su error al argumentar las bondades económicas de tal alianza al establecerse el mayor área de “libre mercado” del mundo, obviando que el capital chino es dueño de una parte importante de la deuda que occidente tiene contraída. Un disparate partiendo de la base de que dentro de este pretendido área, existen grandes diferencias estructurales que afectan directamente al tejido político, social, laboral, y ecológico principalmente. Un concierto en el que los estados son meras comparsas cediendo soberanía sobre “los mercados”, algo habitual y necesario para el sistema reconocido por autores como el historiador Fernand Braudel que concluye en su trabajo “Dinámica del Capitalismo”: Para que el sistema capitalista tenga éxito es necesaria cierta tranquilidad del orden social, así como una cierta neutralidad, o debilidad, o complacencia del Estado.» Lo que nos vuelve a ilustrar sobre la hipocresía del estado en la defensa del interés general.

Las diferencias sustanciales entre las potencias de occidente, no digamos ya de los países del oriente, radican en la aplicación de los preceptos marcados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En la cuestión social con diferencias importantes incluso dentro de la propia Unión Europea en el nivel de prestaciones. El control de los procesos productivos implicados en la alimentación.  En el respeto del medio ambiente con restricciones y o establecimiento de medidas protectoras del mismo en los procesos productivos industriales.

“La tierra tiene lo suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no las ambiciones de unos pocos.” (Mahatma Gandhi). La ambición no tiene límites y el TTIP se anuncia como un bien común; la solución a los problemas estructurales del sistema. Pero, realmente es una espada de Damocles sobre el tejido social conocido. Las grandes corporaciones financieras y empresariales desean tener el control absoluto de todo, especialmente de los recursos naturales, quieren erigirse en las encargadas de regir el destino de las personas bajo la premisa de la beneficencia y para ello no han dudado en organizar el actual desorden económico, en el que los países endeudados optan por vender de tal manera los servicios públicos básicos si no hay recursos naturales que dilapidar.

Estamos sufriendo las consecuencias directas de reformas laborales regresivas, que lejos de activar el empleo lo hunden o precarizan empujando a las personas a la miseria. Hoy quienes disponemos de un trabajo somos más pobres que hace ocho años y quienes manejan los hilos de este espurio sistema son más ricos pero como no les basta se esfuerzan en sobornar estamentos políticos y jurídicos para dar al TTIP rango mesiánico con el que, si no lo remediamos, recibiremos una nueva vuelta de tuerca, quizás la definitiva.

Nos vuelven a hablar de puestos de trabajo, de inversión, de beneficios económicos, de sociedad del bienestar y la cuestión es que hay que hacerse las preguntas ¿Realmente confiamos en quienes nos han traído hasta esta farsa económica, que diluye el valor propio del trabajo y se afianza en la economía especulativa? ¿Realmente confiamos en quienes utilizan el arma del desempleo para cercenar derechos laborales y sociales, poniendo por delante los réditos particulares estableciéndolos como único valor posible?

La única salida a esta encrucijada liberal radica en la conquista de un modelo social más sostenible e igualitario. Está en nuestra mano huyendo de la representatividad.

Joseba Santesteban

Afiliado a CGT-LKN




CONCENTRACIÓN EN IRUÑA POR LA LIBERTAD DE PERSONAS DETENIDAS Y CONDENADAS POR SU ACTIVIDAD MILITANTE

Recientemente aprobada en el Congreso la Ley Mordaza, todo parece indicar que la represión de la disidencia por parte del Estado tiende a recrudecerse, tratando de intimidar a quien muestre su descontento con el actual orden de las cosas, con una desigualdad social creciente y con una pérdida constante de derechos laborales y sociales.

Por ello, distintos colectivos de carácter ácrata y libertario se concentraron el 16 de enero en Iruña, frente a la Delegación del Gobierno, para exigir la libertad de las personas presas de la operación Pandora 8movimiento libertario), de Alfon (condenado por participar en un piquete de Huelga) y de las 16 personas que fueron detenidas en la operación Mate (izquierda abertzale).

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texto y foto I.G.




La huelgas que se ganaron en Iberia

Las huelgas que se ganaron en España

“Me dirán que la situación política de entonces y ahora ha cambiado sustancialmente […], me explicarán también cuestiones controvertidas referentes a la coyuntura económica y muchas cosas. Pero lo que el obrero no debe perder de vista es que nuestra sociedad está dividida en clases sociales, con intereses históricamente contrarios y que estas clases sociales generan enfrentamientos que yo y mis compañeros caracterizamos como lucha de clases, y que ni las clases sociales ni la lucha de clases las hemos inventados nosotros”.

Este texto forma parte de un intervención de un trabajador en una huelga. Podría ser de ayer mismo en la asamblea de trabajadores de barrenderos de Madrid, pero el discurso se produjo en octubre de 1976 por Angel Ayllón, un trabajador de Castella y Cía durante la segunda huelga general que se efectuó en Sabadell en ese año. Según el historiador Xavier Domenech esta intervención se realizó en un contexto de abandono de la propagación del conflicto obrero como método para conseguir el cambio político. La lucha obrera molestaba para la transición a la democracia.

Las huelgas y el conflicto obrero han sido a lo largo de la historia el canal por el que han fluido los derechos de los trabajadores, por ello han sido atacadas y criminalizadas desde los ámbitos conservadores cuando se producen. No es la única estrategia que existe, en una fase avanzada de la propaganda contra la lucha obrera se minimiza la vigencia de estas actuaciones y se pone en duda la efectividad de la huelga como forma de protesta.

Las huelgas ganadas

La retirada del ERE de 1.194 trabajadores de las empresas OHL, SACYR y FCC, que gestionan los servicios de limpieza viaria de Madrid, ha sido la última victoria de una huelga y de la lucha de los trabajadores cuando ven atacados sus derechos. El sábado por la tarde las empresas faltaron a la palabra dada y a la firma del preacuerdo echándose para atrás una vez que la ciudad ya estaba limpia tras la actuación de Tragsa y los contratados por una ETT. El acuerdo al que final han llegado los barrenderos con las empresas concesionarias recoge las principales demandas por las que la huelga comenzó. Han sido muchas las huelgas ganadas en la historia del movimiento obrero español en la que la huelga de los barrenderos puede mirarse.

Hace poco hablamos en La Marea de la Huelgona, una huelga de mineros en 1962 de más de un mes, que consiguió que un ministro franquista fuese a negociar con los trabajadores y publicase un decreto urgente que permitió mejorar las condiciones salariales de los mineros tal y como ellos exigían. Pero sin duda, uno de las mayores logros en la historia de la lucha obrera en España fue la Huelga de la Canadiense en 1919, que finalizó con la publicación del decreto de las ocho horas, siendo España el primer país europeo donde fue instaurada la jornada laboral de ocho horas.

La huelga de la Canadiense comenzó como lo hizo la Huelgona de 1963, por solidaridad entre trabajadores. El gerente de la Canadiense, Fraser Lawton, despidió a ocho trabajadores del departamento de facturación al exigir éstos que todos los empleados del departamento debían cobrar lo mismo si el trabajo también era el mismo. El despido de los ocho compañeros provocó que los 117 empleados del departamento se pusieran en huelga y marcharan hacia el edificio de la gobernación para hablar con el gobernador. La respuesta fue una carga policial y el despido de los 117 trabajadores.

La noticia no tardó en conocerse en toda la ciudad. Con el apoyo del sindicato anarquista CNT, la huelga de las plumas y los tinteros pasó a convertirse en una huelga general que duró 44 días. La protesta llegó a dejar a Barcelona a oscuras por la solidaridad de otros obreros de diferentes ramos, tal y como narra una crónica en el diario ABC del 27 de febrero de 1919.

situacion se agrava

“Muy interesantes noticias facilitó anoche a los periodistas el subsecretario de Gobernación respecto a la situación de la huelga de Barcelona. A las ocho estuvo en el ministerio el jefe del gobierno, y, en unión del Sr. Gimeno, conferenció con el gobernador de dicha capital. El Sr González Rothwos le informó que la huelga se iba extendiendo, habiendo parado los obreros de la Catalana del Gas, gran número de los del ramo de aguas y los encargados de las llaves de luz en las casillas, que son los que encienden el alumbrado de la ciudad. Cuando el gobernador de Barcelona comunicaba estas impresiones, le llevaron la noticia de que se había verificado un apagón casi general en la ciudad” (ABC).

La huelga de La Canadiense provocó la caída del Conde de Romanones, a pesar de que en abril cedió la mayor conquista del movimiento obrero hasta la fecha, la publicación del decreto de las ocho horas. La jornada de las ocho horas fue la culminación de 30 años de lucha obrera en España, la huelga de febrero en Barcelona fue el detonante que acabó por hacerlo posible pero que sin las huelgas de los años anteriores no habría sido más que una quimera de imposible consecución.

Jornada de 8 horas

Ni que decir tiene que la medida no gustó a todos. La cámara de comercio de Madrid redactó una instancia de protesta a la que se adhirieron todas las corporaciones mercantiles contra el decreto de las ocho horas. La cámara de comercio pedía que no se incluyera en la obligatoriedad de trabajar solo ocho horas a los empleados de los comercios y los textiles ya que no eran equiparables a los obreros fabriles.

Uno de los efectos colaterales a la huelga fue la llegada de Severiano Martínez Anido a la gobernación civil, que solo fue capaz de tratar el conflicto obrero mediante tácticas terroristas en la época conocida como el pistolerismo, que magistralmente trató Eduardo Mendoza en “la verdad sobre el caso Savolta”. La gestión de Anido provocó mucho sufrimiento en el movimiento obrero de la época al tratar de descabezar a los sindicatos anarquistas con asesinatos y técnicas de terrorismo de estado.

A lo largo de la historia del movimiento obrero no existe consecución de derechos laborales sin la lucha previa que lo hace posible. Si hoy descansamos en domingo es porque en 1904 se promulgó la ley del descanso dominical después de 10 años de proposiciones infructuosas por parte de la Comisión de la Reforma Social, un órgano creado para mejorar las condiciones sociales de los obreros que fue ignorado desde su creación en 1883, un órgano que solo funcionaba con el empuje y el impulso de las huelgas y del conflicto permanente del movimiento obrero.

La propaganda contra la efectividad de las huelgas y la vigencia de la lucha de clases ha funcionado. Al movimiento obrero le queda recuperar ese espíritu de protesta que en España se ha vivido durante muchas fases de la historia y que se ha perdido por la falsa sensación de equiparación de clases. En los años del tardofranquismo y los previos a la muerte del dictador el movimiento obrero resurgió con fuerza, formaba parte de la vida de los trabajadores y ese espíritu se impregnó incluso en los niños que copiaban el comportamiento de sus familias. En el libro Cambio político y movimiento obrero bajo el franquismo se recoge una anécdota que muestra ese espíritu de lucha también en la infancia.

“Un alumno de Lidia, durante la clase soplaba una bola de papel de plata que le había dado la forma de una especie de pájaro, que habían bautizado bajo el nombre de Pipo. Lidia se lo ha quitado diciéndole que se lo devolvería al terminar la clase. Unos minutos después el niño recogía. Mientras tanto, había construido con un trozo de papel y dos bolígrafos una pancarta con la inscripción “Amnistía para Pipo”. El niño tiene 12 años”.

Extraido de LM




Cuando el límite de x no tiende a infinito

Un día cualquiera me encontré con una pregunta de una servidora de Madrid bastante curiosa. No era de matemáticas, sino de política y en concreto son cuestiones acerca de las las limitaciones ideológico-políticas del anarquismo. Más específicamente, haciendo un balance de las distintas aportaciones teóricas a la actual coyuntura y sus limitaciones. Por un lado, estas cuestiones exigen mucho seso, pero por otro, me sabría mal dejarla plantada, dejando además, muchas cosas clave en el tintero. He aquí que me haya decidido responder, y el título precisamente es una parábola a dichos interrogantes.

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Para contextualizarnos mejor, nos remontamos a los tiempos convulsos de la reestructuración del régimen franquista, llamado comúnmente como “Transición a la democracia”, allá por los años ’77 del siglo XX. En esa época, comenzó a resurgir la CNT una vez ya en la legalidad y poco a poco comenzó a asomar la cabeza otra vez el movimiento obrero y junto a éste, el movimiento libertario. Sin embargo, no estaban exentos de divisiones internas y pronto las excisiones y el caso Scala terminó por desmoronar el movimiento. Represión, cárcel, terrorismo de Estado y torturas, eso fue la cara oculta de la historia reciente de este país que no sale en los libros. Tras haber neutralizado el movimiento obrero, la historia desde finales de los ’80 hasta hoy ha sido la historia de los partidos políticos. El pueblo había dejado de ser protagonista. En ese período el anarquismo continuó como movimiento marginal, con aires nostálgicos de aquel pasado glorioso del ’36. En los años ’90, comenzó a aparecer tendencias insurreccionalistas que pretendían romper con el inmovilismo de entonces, aunque a falta de hojas de ruta y estrategia política, acabaron desentendiéndose del resto de las luchas y terminando por caer en mera literatura incendiaria. La crisis del anarquismo se hizo patente en ese momento, y se notó cuando estalló la crisis allá por el 2008 por una ausencia casi total de respuestas sociales desde el anarquismo.

Pero llegó el 15M y de allí, el punto de inflexión Si bien el 15M no supuso un impulso real al movimiento libertario, sí que preparó el terreno para la escalada de la movilización social y a la vez, en ese momento se visibilizó la inoperancia del anarquismo en general en el Estado español. Una de las mayores limitaciones dentro del movimiento libertario fue la incapacidad para transmitir nuestros mensajes al resto de la sociedad, concretamente, a gran parte de la clase trabajadora. Junto a ello, la falta de proyectos políticos y económicos claros unido al hermetismo del propio movimiento que llevamos arrastrando desde que se desmoronó tras el Caso Scala, hace del anarquismo algo opaco al resto de la sociedad, una suerte de utopía para soñadores incansables. Estos factores pueden tener raíz en la propia esencia del anarquismo: la diversidad. El anarquismo tiene multitud de interpretaciones, y hay ocasiones en que la diversidad degenera en atomización, que es la fragmentación de las ideas anarquistas en átomos en los cuales cada individuo se forja su propia concepción y se cierra en su burbuja. Por otro lado, la diversidad puede ser un punto fuerte. Para que fuese así, esta diversidad debería ser dialéctica y dinámica, que supere los viejos esquemas siguiendo el método científico y se adapte a las coyunturas donde se dan; una diversidad que admita la unidad teórica entre la diversidad de opiniones y se construya socialmente.

De la diversidad surgieron también diversas corrientes o tendencias dentro del mismo anarquismo. Así pues, podemos distinguir aquellas relativas a la finalidad: anarquismo individualista, mutualismo, colectivismo y comunismo libertario. De las cuales, han bebido las corrientes relativas a la forma organizativa o medios empleados: insurreccionalismo/anarconihilismo, anarcosindicalismo, anarquismo social, etc. Como tratar de detallar cada tendencia daría para escribir muchos artículos, voy a centrarme en aquellos relativos a la praxis inmediata que están más de actualidad y más determinante para los tiempos que corren. Aquí no trataré sobre las corrientes finalistas.

Comenzando con el insurreccionalismo, hemos de señalar que no es una tendencia exclusiva del anarquismo, sino que también puede ser del marxismo revolucionario. El insurreccionalismo no es más que un método que pretende transformar la realidad presente a través de la revuelta y con un claro discurso que apunta a la realización de un fin revolucionario en lo inmediato. Obviamente, esto tiene una gran limitación y viene dado por la omisión de dos importantes factores que determinan la posibilidad de creación y avance de un movimiento revolucionario: las comunidades en lucha y la acumulación de fuerzas. Si bien el insurreccionalismo podría ser una salida al estancamiento, si se desentiende de las problemáticas sociales y de sus procesos de movilización perdiendo así unas posibles bases que amplíen al movimiento, estará abocado al fracaso. Así lo demuestra, por ejemplo, la diferencia entre el anarquismo insurreccionalista griego y el ibérico, por mencionar las más destacadas. Resulta irónico que ciertos insurreccionalistas critiquen la idea de comunidad y de acción colectiva, cuando realmente, las tendencias insurreccionalistas que podrían tener posibilidades de ser actor revolucionario de cambio, son las que han sabido conectar con los problemas sociales inmediatos y crear comunidades. Exarchia, conocido barrio ateniense tomado por anarquistas, no está formado única y exclusivamente por anarquistas, sino también por numerosas personas que ven la autoorganización y la autogestión como alternativas factibles al sistema capitalista. Incluso la pequeña victoria arrancada por Nikos Romanós al ponerse en huelga de hambre, ha sido también gracias a las redes de apoyo y a la solidaridad del tejido social creado en Atenas (y también del resto del mundo), cosa que sin ella, no habría podido llegar hasta este punto y poder aspirar a victorias mayores. En resumen, el insurreccionalismo no tendrá éxito si no es capaz de conectar con la problemática social inmediata ni crear la base social que articule el movimiento. De hecho, es gracias a esa base social la que otorga contenido político y sentido a las luchas.

Hablando del anarcosindicalismo, aunque en el primer tercio del s. XX en el Estado español el anarcosindicalismo haya podido ser una fuerza mayoritaria, hoy no tiene mucha influencia en el panorama laboral, incluso entre el sector de la clase trabajadora sindicada. La principal limitación es su propia naturaleza de ámbito específico: el laboral. El anarcosindicalismo sirve como herramienta para la organización de la clase trabajadora, al margen de su ideología política, en los centros de trabajo en la coyuntura del sistema capitalista. En este sentido, a través del anarcosindicalismo se pretende articular una organización de clase que permita responder a las agresiones de la patronal, y que a su vez, sirva como punto de partida para la concienciación de la clase trabajadora, demostrando además, que mediante la acción directa podemos resolver los conflictos a nuestro favor y defender nuestros intereses inmediatos No obstante, el propio sindicalismo no va más allá de las luchas económicas al ser de ámbito específico y sectorial. Otro problema del anarcosindicalismo, al menos en el Estado español, ha sido la sobreideologización que ha obstaculizado y ha ocasionado que, en algunos casos, ciertos anarcosindicatos (no voy a tratar aquí ninguna sigla en concreto) se conviertan en ghettos y no en herramientas funcionales. Esto puede ser debido, en parte, a la influencia de lo que se podría llamar “anarquismo oficial”, aquella corriente nostálgica con los años ’30 y que no supo conectar con la realidad social debido a la falta de análisis rigurosos y centrado únicamente en la pureza ideológica más que en una visión estratégica y de articulación de movimiento. En resumidas cuentas, el anarcosindicalismo debería, ahora más que nunca, constituir la alternativa real al sindicalismo de concertación y volver a impulsar el movimiento obrero de carácter autónomo.

Por último, no cerraría este artículo sin analizar el anarquismo social, de reciente importación al Estado español. La entrada de esta corriente supuso un soplo de aire fresco y una posibilidad real de salir del estancamiento y del estado languideciente del anarquismo actual en este país, para volver a levantar un movimiento libertario con capacidad para impulsar las luchas sociales a través de la organización popular. Otro punto importante a tener en cuenta es la necesidad de articular un movimiento libertario multisectorial, que conecten todas las luchas, tales como en el ámbito laboral-estudiantil, a nivel de barrio, comunitario y territorial, y a nivel político-ideológico. Posiblemente, la limitación residiría en la falta de tejido social en gran parte de la población de la península, tejido social que se perdió en el franquismo y por la “cultura de la Transición“. Aunque en estos últimos años, la movilización social ha ido in crescendo y, a falta de actores políticos revolucionarios que actúen fuera de las instituciones, podrían acaban como extensiones de partidos como Podemos y terminar vaciando las calles.

En general, al menos actualmente en el Estado español, al anarquismo le faltan proyectos políticos más concretos que apunten a finalidades cercanas nuestro alcance, que permitan el avance de las luchas inmediatas fortaleciendo la organización popular en vez de apuntar a la vía institucional y crear alternativas las cuales sean el propio pueblo trabajador y las clases oprimidas quienes sean los y las protagonistas. Una de las limitaciones son las pocas herramientas de análisis de coyuntura que tenemos, cosa que sí tiene el marxismo de los cuales nos podemos inspirar, y que nos permita conocer rigurosamente las distintas fuerzas políticas y sociales en el escenario político y determinar las estrategias adecuadas para impulsar la transformación radical de la sociedad. A pesar de todo, las experiencias históricas en las cuales se pudo materializar el anarquismo, así como las experiencias en Rojava, demuestran que es la única vía para la emancipación social y superar el sistema capitalista.

Publicado por Lusbert en Regeneracion libertaria

 




El bien común se instala en la localidad gipuzkoana de Orendain

La experiencia y buenas prácticas de Orendain sirven de ejemplo a las poblaciones que quieren adherirse a la economía del Bien Común.
Su sistema de funcionamiento permitirá al pueblo guipuzcoano decidir las tasas en función de los ingresos de sus ciudadanos o votar por las obras e inversiones propuestas en el municipio.
El próximo año se renovara la web para consultar la cuenta bancaria del Ayuntamiento en cualquier momento.
La localidad gipuzcoana de Orendain lleva un año adherida a la Economía del bien común.

La localidad gipuzcoana de Orendain lleva un año adherida a la Economía del bien común.

La  economía del Bien Común es un modelo social alternativo que propone el beneficio social frente al lucro individual o la cooperación frente a la competencia. Y en ese ámbito la localidad gipuzcoana de Orendain tiene mucho que enseñar. De momento, es el único de Euskadi que se rige por esta filosofía para tomar decisiones municipales. Su experiencia y buenas prácticas en la aplicación de criterios de justicia social, sostenibilidad ecológica, participación democrática, dignidad humana y solidaridad local, sirven de ejemplo a las localidades cercanas de la zona de Tolosaldea que quieren seguir su camino.  Han presentado sus avances no solo a nivel estatal, en los encuentros de municipios del Bien Común, sino a nivel internacional.

Oreindain se convirtió en Municipio del Bien Común a través de una votación en la que pudieron participar todas aquellas personas mayores de 16 años residentes en el municipio. El 90% de ellos se mostró favorable al cambio. Desde entonces se esfuerzan por dotar al pueblo de un sistema que permita fijar las tasas y progresividad de ayudas en función de los ingresos de sus ciudadanos. Según sus previsiones contarán con él para el próximo ejercicio.

Contagiar su filosofía a la empresas

También sacan a consulta popular las obras e inversiones propuestas para el municipio. Los presupuestos son participativos, los ciudadanos marcan sus prioridades y controlan los movimientos de dinero del consistorio. En esta línea se enmarca el proyecto de renovación de la web municipal, para que incorpore la cuenta bancaria del Ayuntamiento. Van a crear su propio Índice de Calidad de Vida Municipal. Han repartido un cuestionario entre todos los vecinos mediante el que recogen también propuestas de acción. Una de sus preocupaciones se centra en la atención de la población mayor que vive en caseríos apartados.

Pretenden contagiar su filosofía de trabajo a las empresas asentadas en el municipio, pymes relacionadas con la agricultura y ganadería, que han mostrado su interés por conocer esa gestión municipal marcada por la ética y beneficio social.

Otras localidades adscritas o afines a este movimiento internacional del Bien Común propulsado por el divulgador económico y sociológico Christian Felber son Navalagamella en Madrid, Alboraya en Murcia, Muro de Alcoi en Alicante o Rubí en Barcelona.

Estraido de  Diarionorte




OSASUNBIDEA DESPIDE EL AÑO CON DESPIDOS

El 31 de diciembre además de ser eñ último día de año es también el último día de contrato de 8 trabajadoras de limpieza del Complejo Hospitalario de Navarra que se suman a otros cuatro despidos en los últimos meses, todos ellos derivados de la privatización del servicio en las nuevas Urgencias unificadas y en el pabellón C.

La Comisión por unas Limpiezas Públicas, junto a la Plataforma Navarra de Salud han llevado a cabo una concentración de repulsa en el entorno hospitalario en la que también se han denunciado otras políticas de recorte que han caracterizado a la sanidad navarra este año 2014: listas de espera, imposiciones a la plantilla, no dispensación del tratamiento contra la Hepatitis C,…

Por una sanidad pública y de calidad para todos y todas, no a las privatizaciones, no a los despidos y no a los recortes.

osasun

foto y texto I.G.




Beste Bira Aldera vuelve a celebrar en Iruñea la Anti-loteria

El 22 de diciembre, fecha señalada por el sorteo de navidad ha tenido su réplica, en forma de parodia en Pamplona-Iruñea. El colectivo Dale Vuelta-Bira Beste Aldera llevó a cabo de forma pública, en la calle Mercaderes su peculiar anti-lotería, desde una perspectiva decrecentista.

En el sorteo, en el cual no faltaron los niños del pobre Alfonso ni tampoco Antonio (el del anuncio), con su sobre rojo reservado para un cliente muy especial al que le comunica que el año que viene seguirá en el Paro, sin casa o en una lista de espera de la sanidad, se trató de hacer ver que en nuestra sociedad la lotería que siempre toca tiene forma de precariedad y exclusión. Se denunció sarcásticamente la corrupción, la especulación y las políticas antisociales que emanan de nuestros gobiernos.

Finalmente tocó el gordo y en este caso tocaba pagar a quien portase el boleto coincidente con los tres últimos dígitos del gordo oficial. Se trata de un gesto simbólico, lejos de toda ambición personal y cargado de compromiso social. Este año, la entrega de los 50 € solidarios fueron a parar al colectivo Cultura Precaria, que trabaja en pro de una cultura no exclusivista y popular.

Urbanknitting Pamplona-Iruña aportó su presencia y colaboración exponiendo en la mesa del sorteo uno de sus trabajos, una cesta navideña tejida en lana dedicada a quienes estas fiestas no tendrán acceso a los productos que acostumbran a llenar nuestros platos.

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Banatu Taldea




PARO, PRECARIEDAD Y PÉRDIDA DE SALUD…… POR EL REPARTO DEL TRABAJO!!

Mientras el paro no disminuye, por lo menos no significativamente, a las personas con trabajo,  nos están crujiendo, y todavía tenemos que considerar que tenemos la suerte de trabajar, sencillamente porque no hacerlo es peor. El paro es un arma muy querida por la patronal con la que chantajear al conjunto de la sociedad y de forma especial a quienes estamos en activo. Y lo cierto es que están armados hasta los dientes y no parece que tengan ninguna intención de desarmarse y declarar un alto el fuego, ya que con el chantaje del paro desde hace tiempo vienen bajando los salarios y endureciendo las condiciones de trabajo a mayor incremento de sus beneficios.

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Olvidémonos por un momento de los salarios o hagamos como que nos olvidamos. Nuestras condiciones de trabajo han empeorado muchísimo, se han incrementado la flexibilidad y la productividad, cuando no directamente la jornada y, por supuesto, la salud y los riesgos laborales son temas sin importancia. O sea, trabajamos a ritmos superiores y en situaciones de mayor riesgo.

Eso quienes tenemos un puesto fijo de trabajo, para quienes están en precario (también la precariedad se incrementa con el chantaje del paro), la situación es muchísimo peor. Ahí ni cabe hablar de condiciones de trabajo o de seguridad laboral o de jornada laboral, sencillamente hay que estar a lo que te digan y como sea. Y es un planteamiento que cuadra bien. Mientras se nos chantajea con el paro, con esos incrementos de jornada, de flexibilidad, de ritmos y de productividad generamos más paro, haciendo mayor su poder de chantaje. Una especie de agujero negro que se autoalimenta.

Realmente vivimos en una sociedad enferma. En ninguna sociedad sana o normal ocurriría que un veinte por ciento de sus miembros no trabajase ni pudieran trabajar, mientras que el resto se mantuviera trabajando a jornada completa, y en muchas ocasiones prolongándola en forma de horas extras. Está claro a quién beneficia y quién provoca esta enfermedad.

Además, es una sociedad enferma que enferma a las personas. Pocas personas aguantan las actuales condiciones laborales en una cadena o en un tajo sin desarrollar en un plazo de tiempo no excesivo alguna dolencia o lesión. Otras no escaparán a algún accidente de mayor o menor consideración. Y muchas, cada vez más, caerán en depresiones, estrés y otras enfermedades psíquicas. Naturalmente, no lo tienen mejor las personas en paro. El paro de larga duración derrota a cualquiera psíquica y físicamente, aparte de privar de los recursos imprescindibles para un cuidado decente de su salud y bienestar.

Así es como se nos traslada la competitividad, como una guerra entre personas que pugnan por el empleo y/o por mantenerlo, con el resultado de un deterioro generalizado de las condiciones de trabajo y de vida en esta sociedad enferma, en la que el paro no acabará nunca, ni la precariedad, ni el chantaje. Son su opción que nos agrede hasta destrozarnos. Frente a ella tenemos que impulsar decididamente que toda persona que quiera y esté en condiciones de trabajar pueda hacerlo, mediante el reparto del trabajo, trabajando menos y en mejores condiciones. Lo normal y natural. Por eso el 26 de diciembre, a las 12 horas, en Carlos III frente a Diputación celebraremos una concentración por el reparto del trabajo, contra las horas extras, por la seguridad y salud en el trabajo y por unas condiciones laborales dignas.