Texto elaborado por una prostituta anarquista italiana….
Soy una prostituta. Mi nombre profesional es Carmela y trabajo por la noche en la periferia de una ciudad de Italia. Mi toma de contacto con las ideas anarquistas fue por casualidad y por amor, y así escuché por primera vez una vieja canción anarquista que decía: “Las prostitutas que mueren de tifus en el hospital, esas son nuestras hijas”. Durante el día la sociedad nos condena, pero por la noche nos busca. Y no son sólo los hombres quienes en esta moderna y avanzada época vienen hacia nosotras, ya que los “tríos” hace tiempo que se pusieron de moda. Así que ahora también somos envidiadas por las noches por las mujeres a quienes les gustaría hacer suyo un poco de nuestro arte amatorio, para poder follar mejor a sus jefes y ascender en su carrera profesional.