TRABAJADORES Y EXTRABAJADORES DE NETQUALITY

El pasado viernes 21 de Octubre, trabajadores y extrabajadores de Netquality nos hemos concentrado a las puertas del polígono Berriainz para denunciar la situación de injusticia y abandono a la que nos ha llevado la dirección de esta empresa.
Netquality opera en Navarra y Barcelona. Principalmente trabaja para SEAT y Volkswagen Navarra haciendo servicios de instalación en cadenas de montaje o servicios de mantenimiento de diferentes equipos informáticos. También tiene licitados contratos con Nasertic (empresa pública de Gob. Navarra) contratos de cambio de dispositivos electrónicos en colegios y consultorios, entre otros servicios.
Netquality lleva sin pagar las nóminas desde Julio, tanto de trabajadores en plantilla como extrabajadores. Incluso ha despedido a algún trabajador sin pagarle lo que le debe, sin finiquito ni indemnización por el despido.
En Julio solicitó un ERTE hasta fin de año por causas de la producción aunque realmente la empresa no podía hacer frente a sus pagos ya que no tiene liquidez y afronta su supervivencia mediante créditos. El ERTE debería de haberse propuesto por causas económicas por esta razón.
Sobre el ERTE, la empresa se ha desentendido de presentar de forma correcta el calendario a la seguridad social, propiciando que hasta día de hoy ningún trabajador haya recibido ningún tipo de ingreso. La Seguridad Social ha estado en contacto constante para que revirtiera la situación y aun así no ha tenido la voluntad de resolverla.
La empresa, también, ha comunicado a los trabajadores que parte del problema de impago de nóminas se debe a retrasos de pago de SEAT entre otros, aunque a día de hoy defiende que el mayor deudor que tienen es la constructora San José.
Recientemente hemos conocido que va a realizar un proceso de concurso de acreedores, mantienen que su intención es la de pagarnos las nóminas con el dinero que deben sus deudores. Nosotros ya no tenemos fe en sus palabras ni en sus argumentos hasta que sean hechos.
Para concluir, denunciar también por nuestra parte, tanto de trabajadores como extrabajadores que este tipo de situaciones injustas están a la corriente del día y este tipo de empresarios siempre consiguen salirse con la suya, importándoles poco todas las deudas que generan a sus acreedores (trabajadores, proveedores, arrendadores…)
De una forma u otra siempre consiguen créditos en bancos, créditos ICO o incluso subvenciones de los organismos del estado. Organismos los cuales prestan un dinero a cambio de mantener una administración a buena fe y una serie de requisitos. Para ellos siempre ha sido tener un dinero en caliente con el que costearse una vida al alcance de unos pocos a costa del trabajo duro de sus trabajadores.




Carta al Consejero Irujo

Extraído de: https://nafarroakosasunplataforma.blogspot.com/2022/10/carta-al-consejero-irujo.html

El Consejero de Desarrollo Económico, Empresa y Trabajo de Navarra, Mikel Irujo, presentó ayer día 19 una exposición de 48 carteles sobre prevención de riesgos laborales editados entre 1900 y 1976. La exposición, de carácter itinerante, la realiza una mutua y una fundación privada. No criticaremos, aunque no compartamos, que con su presencia ponga en valor a una mutua empresarial que junto a sus homólogas pretende desmontar el sistema público de salud, recentralizar la atención sanitaria de las y los trabajadores y privatizarla. Él y su partido verán cómo explican su apoyo a una entidad estatal que pretende socavar la transferencia de las competencias sanitarias. En materia de salud laboral sería oportuno que el Consejero pidiera información sobre las actividades preventivas que ésta y el resto de mutuas realizan en las empresas navarras con cargo a presupuestos de la Seguridad Social. Hasta ahora se desconocen.

Pero a lo que vamos. Sorprende el discurso del Consejero, tomado según expone de una jornada sobre empresas saludables organizada por su Departamento hace escasas semanas en el Palacio de Gorraiz. El Consejero entiende que la prevención de riesgos es un elemento necesario a favor de la competitividad, que hay que potenciar el concepto de la felicidad en el trabajo y que los agentes (sociales) deben afrontar el problema de la salud mental y por ende de los riesgos psicosociales en las empresas.

Con su primera afirmación parece que al señor Irujo le preocupa la salud de la empresa que no de la quienes trabajan. Compartiríamos su segunda afirmación si cuando apuesta por la atención a la salud mental y los riesgos psicosociales el Consejero se refiere a que hay que evitar la incertidumbre y precariedad en el empleo, la sobrecarga de trabajo, las jornadas prolongadas, los bajos salarios, el autoritarismo, la falta de participación de la plantilla en las decisiones etc. Estaremos a su lado en este empeño.

Dejamos para el final lo que más nos ha sorprendido. Apostar por la felicidad en las empresas, como lo hace el Consejero, muestra su desconocimiento del origen y los peligros de esa estrategia. Le recomendamos encarecidamente que lea el libro de Barbara Ehrenreich “Sonríe o muere. La trampa del pensamiento positivo”. De editorial Turner. Dispone del mismo en la biblioteca del Gobierno de Navarra de la Txantrea. En el pasado también en Función Pública del Gobierno de Navarra se propuso esa estrategia de la búsqueda de la felicidad en el trabajo. La propuesta tras su debate, fue olvidada.

A nuestro Consejero parece que le ha gustado la exposición de los carteles. Le informamos que el Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales del Gobierno autonómico editó en 2016 un libro con 348 carteles de la misma temática publicados entre 1867 y 2015. Lo puede descargar gratuitamente de la web del Instituto citado. Este libro además incluye algunos carteles de Navarra y la CAV.

Que disfrute de ambas lecturas.

Plataforma Navarra de Salud/Nafarroako Osasun Plataforma




COP27, ejemplo de greenwashing

Extraído de: https://www.lavozdelaribera.es/cop27-ejemplo-de-greenwashing-por-inaki-larraneta-miembro-de-la-asociacion-accion-clima/

El próximo mes de noviembre se celebra la COP27, ese encuentro mundial de países para tratar el problema del cambio climático. A estas alturas ya son pocas las personas o corporaciones que niegan que exista dicha crisis climática, siendo éstos abanderados del negacionismo por ideología o intereses espurios. Las corporaciones de los combustibles fósiles han ocultado durante décadas que sus actividades dañaban el medioambiente, el clima y nuestra salud, escondiendo sus propios estudios en lo más hondo del más escondido cajón. Y no sólo los escondieron, en 1989 crearon algo llamado Global Climate Coalition, el cuál trabajó para bloquear cualquier legislación en materia ambiental y, a través de la desinformación, sembrar la duda en la sociedad.

No hay duda que lo consiguieron durante décadas, hasta que ya las evidencias científicas han sido tan contundentes, que no les ha quedado otra que cambiar su estrategia. Siguen optando por el engaño, en este caso haciendo parecer que están del lado de las soluciones, mostrándose a la sociedad como corporaciones concienciadas y muy preocupadas por el medioambiente, cuando la realidad es que siguen con su sucio negocio de combustibles fósiles. No es de extrañar que algunas de estas empresas, en un alarde de greenwashing (crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica), patrocinen las propias reuniones de la ONU para tratar la crisis climática, las llamadas COP. Qué seguras estarán de que estas reuniones no son una amenaza para su negocio, que incluso las patrocinan. La COP25, celebrada en Madrid en 2019, fue patrocinada por Acciona, Endesa e Iberdrola, entre otras. La COP26 de Glasgow, patrocinada por otras energéticas, como la escocesa SSE y Scottish Power, entre otras empresas tan conocidas como Unilever, que juntas, sus actividades en un año registraron tantas emisiones como las de todo el Reino Unido.

La COP27 de este año será patrocinada entre otras por Coca-Cola, uno de los principales productores de plásticos del mundo, o la aerolínea Egyptair, entre otras muchas. Cualquiera podría pensar que estas reuniones no son más que una juerga entre colegas contaminadores y sería un buen guion para una comedia, a no ser porque el tema es muy serio, el cambio climático es un problema global que alcanza una perspectiva ambiental, política, económica y social, en definitiva, nos lo jugamos todo. No podemos permitir que empresas, por defender su negocio, retrasen deliberadamente las soluciones a la crisis climática y que pongan en peligro el futuro de las próximas generaciones.

El 79% de las emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea son debidas a la quema de combustibles para usos energéticos o de transporte, según datos de Eurostat. España, junto con otros cinco países de la UE, acumulan alrededor del 66% de emisiones del continente. Y unas 90 empresas son responsables de casi las dos terceras partes de las emisiones mundiales.

Tampoco podemos olvidar que aparte de las consecuencias del cambio climático, nuestro modelo de sociedad basado en los combustibles fósiles provoca guerras por su control, desastres medioambientales, muertes por contaminación y crisis energéticas como la que estamos viviendo este año y que se prevé un invierno donde los índices de pobreza energética escalen a niveles alarmantes.

La revolución energética es el único camino y esta revolución debe estar en manos de la ciudadanía para que sea una transición justa, democrática y que realmente proteja el medioambiente del que dependemos para vivir. Necesitamos prescindir de los combustibles contaminantes, incluida la nuclear, y lo podemos conseguir desterrando el despilfarro energético, asumiendo el ahorro y eficiencia energética, con una profunda reforma del sistema eléctrico, del transporte y cubriendo nuestras necesidades reales con energías renovables.

No podemos dejar que quiénes nos han llevado hasta aquí sigan retrasando las soluciones, poniendo en grave peligro un futuro digno para las presentes y futuras generaciones. Desde la Alianza por el Clima de Navarra, de la que formamos parte, organizaremos en Pamplona-Iruña una COP27 alternativa, una cumbre por la vida, con actividades dirigidas al empoderamiento de la ciudadanía. El momento es ahora y es nuestro momento, el de toda la sociedad.

Iñaki Larrañeta. Miembro de la asociación Acción Clima




klimaren aldeko ekintza globala//Acción Global por el clima




Cambio climático y empleo

Desde el año 1995 en Berlín, se han producido 26 Conferencias internacionales sobre el Cambio Climático, estableciendo, mediante amplio consenso, el origen antropogénico del mismo, es decir, originado por nuestra forma de vivir y producir.

En 27 años poco se ha avanzado, y la razón es que no se discute del origen del problema, sino solo de alguno de sus síntomas obviando que, la crisis climática y del propio sistema con un alcance desigual entre las capas de clase, tiene una afección transversal que no se puede negar.

No se pone en cuestión el sistema económico hegemónico, generador de desigualdades sociales y precariedad. Y así, el Estado, prisionero del crecimiento y colaborador básico y necesario, nos muestra su insostenibilidad; no solo frente al cambio climático sino en la interconexión con problemáticas derivadas de la voracidad del sistema: degradación de suelos, agotamiento y deterioro de acuíferos, deforestación acelerada, agotamiento y encarecimiento de fuentes de energía. No se habla del agotamiento de las reservas de materiales, y la dinámica productiva que nos dirige a la extralimitación biológica, energética, y física del planeta, imposible de mantener ni siquiera acelerando la transición energética.

Las conclusiones de las conferencias sobre cambio climático se han centrado en la repercusión medioambiental del aumento de las temperaturas medias, y en 27 años, no se ha abordado el problema desde una perspectiva sociolaboral. Mientras tanto, se ha iniciado un proceso de precarización y pauperización de la clase trabajadora estructurado en los cambios regresivos que se realizan en los distintos marcos legislativos nacionales. Cambios que degradan las condiciones laborales; potencian aumentos de la siniestralidad laboral, que debido al calor se ha incrementado en un 10%, o la muerte por golpe de calor en el trabajo, contribuyendo a los 4.700 fallecimientos registrados en el Estado hasta septiembre, por causas relacionadas con el calor.

Las inversiones en I+D+I, lejos del objetivo medioambiental y de redistribución de la riqueza, que puedan paliar las consecuencias de los fenómenos meteorológicos extremos, se emplean para modificar los procesos productivos, buscando una mayor rentabilidad del capital, y condiciones más favorables hacia la productividad del trabajo. Las empresas y gobiernos parecen no contemplar la posibilidad real de la afección al empleo en las ciudades y áreas industriales (transporte, infraestructuras industriales…) por una mayor incidencia de fenómenos meteorológicos extremos. O el elevado riesgo de deslocalización de los puestos de trabajo a zonas menos expuestas a los problemas medioambientales derivados del cambio climático.

Parece que tampoco se contempla el riesgo que el cambio climático tiene para el empleo rural, con impacto directo tanto por fuertes precipitaciones, como por períodos de sequía y aumento del riesgo de incendio, como hemos podido comprobar recientemente. En el campo, donde los empleos dependen de las cosechas y el procesamiento de los cultivos, el aumento de las temperaturas impactará negativamente en la producción y en las economías rurales, incidiendo, además, en un aumento de la pobreza y las migraciones. Pero en iguales circunstancias se han identificado los empleos dependientes de sectores como el turismo, la pesca, la energía, las infraestructuras, por su dependencia de unas condiciones climáticas regulares. El sector industrial también se verá afectado. La OIT (en un informe de 2019) habla de la pérdida del equivalente a 80 millones de empleos a causa del calor en 2030, si la temperatura mundial sigue subiendo.

Desde el mundo del trabajo tenemos mucho que decir y aportar al debate sobre el cambio climático. Los orígenes de las crisis medioambientales y sociales tienen una fuente común en el modelo económico dominante. Hemos pasado de un modelo económico y empresarial que busca el enriquecimiento a cualquier precio a otro modelo, supuestamente verde, donde la mayoría de las políticas no están encaminadas a proteger el medioambiente, sino a tratar de hacer compatible el aumento del crecimiento y el bienestar material con la sostenibilidad, en este caso amparándose únicamente en la transición energética. Se equivocan. Sólo a través de un cambio del modelo económico, basado en el reparto de la riqueza con un mayor peso de lo público, es posible reorientar la deriva destructiva del medioambiente y del clima. Este cambio pasa por repartir el trabajo, una disminución de la jornada laboral que permita a todas las personas tener trabajos e ingresos dignos y tiempo para vivir.

Resulta evidente que esta propuesta de reparto confronta, con un sistema que ha certificado su insostenibilidad al estar basado en el crecimiento y los incrementos del consumo. Por el contrario, repartir el trabajo y la riqueza supone una apuesta por un modo de vida más sencillo y menos consumista, más cercano a lo esencial. Tenemos la certeza de que alcanzar un modelo de vida sostenible todavía es posible.

Nos hemos empeñado en seguir con los ojos cerrados ante un problema que aún podemos solucionar. La aportación directa del ámbito sindical exige la implantación de las 30 horas semanales, y una apuesta redistributiva del trabajo como contribución social efectiva al reparto de la riqueza. Una reivindicación histórica que cada vez tiene más sentido con las mejoras técnicas, la mayoría subvencionadas desde el erario público, que se han introducido en las empresas y que lejos de mejorar las condiciones de la clase trabajadora, únicamente han servido para aumentar los beneficios del capital.

Podemos plantear alternativas y luchar por ellas o asumir que el cambio nos vendrá impuesto.

El 23 de septiembre a las 6,30 de la tarde, la juventud de Fridays for Future con el apoyo de la Alianza por el clima nos convocan a una jornada de movilización por el clima. Y en noviembre, con motivo de la Cumbre por el clima, la Alianza por el clima organizará una cumbre alternativa en la que os esperamos.

CGT/LKN Nafarroa




Itxaron-zerrendak Osasunbidean: osasuna eskubidea da eta ez negozioa//Listas de espera en Osasunbidea: la salud como derecho y no como negocio

            Abuztuko datuek, uztailekoek okerragotu dutenek, ez dute zalantzarako tarterik uzten. Itxaron-zerrendan sartzen diren pertsonen kopuruak gora egiten jarraitzen du. Espezialitateetan lehen kontsulta egiteko epea luzatu egin da eta jendearen ezinegona areagotuz. Nafarroako Gobernuak egoera onartezin hori normalizatu nahi du. Horren adibide garbia da Osasun Departamentuko kontseilariaren  diskurtsoaren bilakaera; izan ere, 2019an “Itxaron zerrendetarako Plan Integral” bati buruz hitz egin zuen, eta hilabete eta urteetan zehar, pandemia tarteko, helburuak minimizatuz joan da, 2022an itxaronaldi kirurgikoa onargarria dela adierazi arte «. Chivite presidenteak, bestalde, pandemiaren «komodina» aipatu du, arazo honen jatorriak bere sustraiak aspaldian hondoratuko ez balitu bezala.

            Izan ere, klase politikoak zerbitzu publikoak kudeatzeko izan duen epe laburreko ikuspegia osasun-arloko itxaron-zerrenden igoeraren jatorrian kokatzen da; izan ere, aurreikuspen eta inbertsiorik ezak ekarri gaitu egoera horretara, bai langilerian, bai baliabide materialetan. Lehen Mailako Atentzioan, Osasun Mentalean, Osasun Publikoan eta Lan Osasunean epe ertain eta luzerako irismena duten politiken alde egin beharrean, gaixotasunaren prebentziotik eta osasunaren sustapenetik urrun dagoen bidea hartu da.

            Bestalde, kontzertazioaren eta lankidetza publiko-pribatua delakoaren bidez sare pribatuari denboran zehar emandako tratu eskuzabalak sektore pribatua indartzea ekarri du, sektore publikoaren kaltetan. Izan ere, medikuntzako profesionalen falta etengabe aipatzen den bitartean, gure osasun-sistema publikoaren arazo askoren kausa balitz bezala (horien artean itxaron-zerrendak daude), lotsagabeki sare pribatua finantzatzen jarraitzen dugu. Eta, horrela, sektore pribatuak gero eta mediku gehiago  harrapatzen du. Dirua sektore pribatuari oparitu beharrean, osasun publikora bideratu beharko litzateke, prozesu hori iraultzeko eta ditugun osasun-azpiegituren errendimendua optimizatzeko: ebakuntza-gelak, kontsultak, proba diagnostikoak.

            Sektore publikoaren eta pribatuaren arteko lankidetza ezinezkoa da, haien interesak antagonikoak direlako. Bigarrenen negozioaren aurrean, osasun publikoak osasun indibiduala eta kolektiboa defendatu beharko luke irmoki. Ezinbestekoa ikusten dugu osasun-eredua errotik aldatzea, eredu hori integrala, prebentziozkoa eta komunitarioa izan dadin, irabazi-grinatik urrun, pribatizazio-formulak alde batera utzita. Eta hori zirt-zart egin. Ildo horretan, herritarrak animatu nahi ditugu Osasun Sistema Publikoa berreskuratzearen aldeko Legegintzako Herri Ekimena babes dezaten. Ekimen horrek, dagoeneko, bere azken txanpa du, eta, beste alderdi garrantzitsu batzuen artean, pribatizazioei muga jarri nahi die (https://recuperatusanidad.org). Inplikatutako osasuna, kontzientziatutako biztanleria eta osasunerako eskubideari erantzuteko gai den azpiegitura nahi eta merezi dugulako.

CGT/LKN Osasunbidea


                  Los datos de agosto, que empeoran los de julio, no dejan lugar a dudas. Sigue en aumento el número de personas que se añaden a la lista de espera, aumenta el plazo para primera consulta en las diferentes especialidades y aumenta el malestar de la gente. Desde el Gobierno de Navarra pretenden normalizar esta situación inasumible. Un claro ejemplo de esto es la evolución del discurso de nuestra Consejera de Salud, quien en 2019 hablaba de un Plan Integral para las listas de Espera y a lo largo de los meses y de los años, pandemia mediante, ha ido minimizando objetivos hasta declarar en 2022 que “ve aceptable la espera quirúrgica». La presidenta Chivite, por su parte, alude al “comodín de la pandemia”, como si el origen de este problema no hundiera sus raíces mucho tiempo atrás.

            De hecho, el cortoplacismo con el que la clase política viene gestionando los servicios públicos se sitúa en el origen de problemáticas como el aumento de las listas de espera en sanidad pues es la falta de previsión y de inversión tanto en personal como en recursos materiales lo que nos ha traído a esta situación. En lugar de apostar por políticas con alcance a medio y largo plazo a nivel de Atención Primaria, Salud Mental, Salud Pública y Laboral, se ha tomado una senda alejada de la prevención de la enfermedad y de la promoción de la salud.

            Por otra parte, un más que generoso trato otorgado a lo largo del tiempo a la red privada a través de la concertación y de la llamada colaboración público-privada, ha facilitado que el sector privado se fortalezca en detrimento del sector público. De hecho, mientras se alude continuamente a la falta de profesionales de medicina como causa de muchos de los problemas de nuestro sistema sanitario público (entre los que se encontrarían las listas de espera), inexplicablemente continuamos financiando a la red privada, favoreciendo así la captación de personal médico en este sector. Deberíamos dejar de inyectar fondos al sector privado y redirigirlos a la sanidad pública para revertir este proceso y poder optimizar el rendimiento de las infraestructuras sanitarias de las que ya disponemos: quirófanos, consultas, pruebas diagnósticas… Contribuyendo así a atajar las listas de espera

            No es posible la cooperación del sector público y el privado porque sus intereses son antagónicos. Frente al negocio de los segundos, la sanidad pública busca la defensa de la salud como un bien individual y colectivo. Vemos imprescindible un cambio radical de modelo sanitario para que éste sea integral, preventivo y comunitario, alejado del afán de lucro, dejando a un lado las fórmulas privatizadoras. Nunca mejor dicho, cortar por lo sano. En este sentido, queremos animar a la población a que apoye la Iniciativa Legislativa Popular por la recuperación del Sistema Sanitario Público que encara ya su recta final y que, entre otros importantes aspectos, pretende poner coto a las privatizaciones (https://recuperatusanidad.org/). Porque queremos y merecemos una sanidad con personal implicado, una población concienciada y una infraestructura capaz de dar respuesta al derecho a la salud.

CGT/LKN Osasunbidea

           

 

 




OTRO MUNDO ES NECESARIO, ¿POR DÓNDE EMPEZAMOS?

A principios de siglo, en el Foro social Mundial, en Porto Alegre (qué nombre más sugerente), teníamos la confianza y la esperanza puesta en que “otro mundo es posible”. 20 años después, tras ver que los tristes escenarios de cambio climático descritos por el IPCC se quedaban cortos, que somos vulnerables a nuevas enfermedades, que se nos agotan los combustibles fósiles, los materiales, que las guerras pueden llegar a la puerta de casa, vemos que, además de posible, otro mundo es necesario.

Además la brecha entre ricos y pobres aumenta, dentro y fuera de nuestras fronteras. En 2021, los ingresos acumulados de las cuatro principales compañías energéticas españolas crecieron un 34% respecto a 2020, obsceno. ¿Quién puede defender este paradigma injusto e insostenible social y ambientalmente? No serán las grandes corporaciones ni los gobiernos que las defienden, a través de la firma de injustos acuerdos como EL TRATADO DE CARTA DE LA ENERGÍA. No podemos esperar, a que los propios guardianes lo autorregulen, no podemos esperar que lleguen los desastres anunciados con un clima que supere en 3,3 ó 5,7ºC las temperaturas medias de la época preindustrial.

Es necesario cambiar, avanzar hacia un sistema cercano, sencillo, de contención. La buena noticia es que ese nuevo sistema nos acerca a una bien entendida “calidad de vida”, centrada en la vida, en las personas, en el ser, no en el tener. La gran pregunta, es ¿cómo se inicia ese tránsito necesario, urgente? No está exento de dificultades, serán necesarios mecanismos de ajuste y compensación, pero sabemos el camino, para reducir las brechas y las emisiones de CO2

– Empecemos con la alimentación, la salud. La agricultura ecológica, la dieta baja en carne, ganadería extensiva, productos de temporada y cercanía. El sector primario, la PAC, deben ser los aliados frente a las grandes corporaciones. La tierra para alimentar a las personas, no para biodiesel, alimentar ganado, o algodón para camisetas que duran un día de San Fermín.

– Una jornada laboral de 32 horas, que permita la conciliación familiar y el disfrute de lo cercano y el equilibrado reparto de los cuidados

– Los impuestos, progresivos, proporcionales a las rentas. Tasas de carbono que favorezcan los productos y servicios cercanos y neutros en carbono.

– Productos y materias primas de cercanía que reduzcan la necesidad de transporte de mercancías. Movilidad en transporte público y en bicicleta, el dinero público para servicios públicos neutros en carbono de transporte de mercancías y viajeros, no para coche privado, no a la falacia del coche eléctrico particular.

– Vacaciones sin avión, tal vez sin coche, a tiro de piedra, nuestro entorno es maravilloso para los de fuera, también lo será para nosotras. Empecemos nosotras el camino, es una senda, no hay autopistas, ni TAV, ni hidrogeno que nos salve. Recuperaremos la esencia del ser y la felicidad de lo sencillo. Ahí está la esperanza. Este es el norte que debería guiar la “Navarra pionera”.

Desde Ekologistak Martxan apostamos por esta buena vida e invitamos a acompañarnos el viernes 23 de septiembre a la movilización internacional que convoca la juventud de Fridays for Future y a la cumbre internacional por la vida que realizaremos en noviembre, durante la celebración de la COP27 en El Cairo, la cumbre por el clima. Ambas las apoyamos con actos en Navarra impulsadas desde Alianza por el Clima.

Ekologistak Martxan




El camino que nos queda

Extraído de: https://reasna.org/el-camino-que-nos-queda/

La imaginación es la capacidad que nos permite no sólo ser seres creativos, sino relacionar conceptos y así idear soluciones. Como toda capacidad también se trabaja y desarrolla. Michael Ende nos advertía de su importancia en La Historia Interminable: si queríamos salvar Fantasía, no podíamos permitir que la Nada se adueñara de nosotras. Por desgracia la Nada es poderosa, y basta precisamente no hacer nada para que avance destruyendo todo a su paso, lenta y continua, nos devora si no reaccionamos a tiempo. Enfrentarse a la Nada de Ende era finalmente enfrentarse a una misma, quienes leímos el libro lo sabemos bien. ¿Podríamos hacer un paralelismo entre la obra de este magnífico escritor y nuestro presente colectivo? Al fin y al cabo, nuestra sociedad se enfrenta cara a cara a sus sombras y al parecer nos cuesta mucho menos imaginar un colapso distópico, esa Nada que avanza, que imaginar un cambio de estructura, un cambio de sistema hacia sociedades basadas en el cuidado mutuo y el bien común.

A diferencia de la novela, la Nada en este lado del libro está exponsorizada, y cuenta con todo tipo de recursos para mantenernos en ese estadio entre el shock, la incredulidad y el miedo en el que no terminamos de reaccionar. No hay amuletos ni dragones blancos, pero sí muchos frentes abiertos. Son gigantes poderosos los que alimentan nuestra Nada. Estos gigantes han querido hacernos creer que sólo somos inocuas y previsibles personitas, y que estamos irremediablemente aisladas aunque tengamos mucha cobertura. Nos han hecho creer que cualquier planteamiento social alternativo al capitalismo es interesado o naif, y en cualquier caso, estéril. Que aceptemos que “el mercado” es así y ya estaría. El Mercado, ese gigante inmaterial que como los hombres grises de Momo, por seguir con el universo Ende, se alimenta del tiempo de las personas, nuestro recurso último más querido, mientras nos engaña con campañas de estudiado marketing para que creamos, que eso tan importante, la vida, está a buen recaudo. Nos repiten, de paso, que nunca existieron los gigantes, y que por lo tanto nadie nunca pudo ganarlos. Y que bueno, de existir, quiénes somos nosotras para hacerles frente, seamos serios. Imaginar herramientas prácticas y dinámicas cercanas que neutralicen esta nuestra Nada es, sin embargo, nuestra mejor baza. Y el gigante lo sabe.

Siguiendo con otros mitos, muchas personas creen que las democracias y los sistemas de control y garantías nacionales e internacionales se autorregulan como lo hace “el mercado”. Otras, un poco más descreídas, comprendemos que la baraja que decide las partidas importantes que ahora mismo se juegan (energía, agua, alimentación y recursos) está más que nunca en las manos de los dueños del mayor gigante nunca visto: el capitalismo.

El año 2020 no debería ser, al menos no sólo, el año del covid, sino el año en el que el agua empezó a cotizar en bolsa. Los mercados de futuros juegan con la alimentación y la salud humana en un sistema de apuestas en el que gana siempre el mejor postor, la lógica del bussines as usual. Esto en realidad no es nuevo, millones sufren hambre en el mundo, sed, guerras, explotación. Pero estamos en un contexto en el que el pico de producción de energías fósiles como el petróleo hace ya unos años que fue superado. La tecnología es omnívora, nos dice el gigante, y picotea por prácticamente toda la tabla periódica. El problema es que los materiales críticos, esos que califica un organismo oficial europeo en función del riesgo en su suministro y la importancia de su papel en la economía, crecen exponencialmente: en 2010 eran 14, en 2020 ya fueron 30. El costo de su extracción también crece de la misma manera. Parece que le vemos las costuras al planeta.

La emergencia climática es la guinda de esta tormenta perfecta: el hiperdesarrollismo de las sociedades ricas industrializadas no sólo se ha basado en el expolio colonialista depredador de otros territorios con el que asegurar la invulnerabilidad del gigante, también es el responsable de un cambio climático a escala planetaria que se traduce en falta de agua e inseguridad alimentaria para nuevos millones de personas. Amén de desastres naturales o de la llamada sexta gran extinción.

Pareciera que estuviéramos avocadas a la gran derrota final de la humanidad frente a sí misma. Desconectar este dispositivo que es el sistema capitalista pinta entre difícil y muy difícil, pero, citando a otro gran personaje que nada tiene que ver con Ende: “no contaban con mi astucia”. Y no me cabe duda: necesitamos astucia e imaginación para salir de esta y posibilitar otras formas de relacionarnos entre nosotras y con el entorno. Lo queremos todo y ya no podemos seguir procrastineando. Que cada día sea un ejercicio práctico que nos siga haciendo caminar hacia la utopía, esa en la que al final vencemos a la Nada.

Desde la Economía Solidaria apostamos por seguir construyendo sociedades basadas en la equidad, el trabajo digno, la sostenibilidad ecológica, la cooperación, el compromiso con el entorno y el reparto justo de la riqueza. Necesitamos nuevos indicadores para un desarrollo a escala humana, que como el modelo energético ha de ser local y descentralizado. El próximo viernes 23 de septiembre el movimiento Fridays For Future y Alianza por el Clima llamamos a la movilización por una sistema energético democratizado y porque primero somos las personas, no los beneficios. Imaginemos los caminos que necesitamos recorrer, desbrocemos la Nada, sembremos esperanza siendo el cambio que queremos ver, o no nos quedarán muchas páginas por leer.

A mi al menos, ante este capítulo histórico, me hacen falta nuevas referencias.

June San Millán




23 de septiembre: justicia climática, solidaridad y seguridad

China sufre una ola de calor extraordinaria, tanto por las elevadas temperaturas como por la persistencia de la misma, con los caudales de sus ríos más importantes en mínimos y sus hidroeléctricas apenas operativas. Al otro lado del Karakórum, en Pakistán, las lluvias del monzón han sido de proporciones colosales, con consecuencias devastadoras: más de 1200 muertos, 33 millones de desplazados e innumerables infraestructuras arrasadas.

En la península ibérica hemos soportado las inundaciones de principios de año, intensas olas de calor, precipitaciones inusualmente escasas y, en varias provincias levantinas, agresivas tormentas con abundante aparato eléctrico, fuertes vientos, lluvias torrenciales e incluso granizo en forma de enormes pelotas de hielo cayendo del cielo a más de 100 km/h.

Inundaciones en  Nueva Zelanda y Texas, sequías extremas en Colorado y en el Cuerno de África, en buena parte de Europa Occidental, en Argentina el río Paraná agoniza … La lista es tan larga como desgarradora. Las pérdidas (humanas, animales no humanos, ecosistemas…) superan nuestra capacidad de registro y reconocimiento. 

Si bien encontramos expresiones extremas del desorden climático en curso en todos los continentes, son, indudablemente, aquellos territorios que menos han contribuido históricamente al calentamiento global los que con más severidad están padeciendo sus impactos. El caso de Pakistán es sintomático. Si atendemos a las emisiones acumuladas o históricas ―CO2 emitido desde la época preindustrial ―Pakistán supera los 5.000 millones de toneladas. En el caso de España, el CO2 acumulado emitido a la atmósfera excede los 14.000 millones de toneladas. Globalmente, EE.UU. destaca como el principal actor contaminante en términos históricos, con un 33% de las emisiones de CO2. Le siguen la Unión Europea (incluyendo al Reino Unido) con un 21% y China con un 18%. Pakistán ha aportado un 0,3%.

En 2022 apenas superamos los 1,1 grados de aumento de la temperatura media global respecto a los niveles preindustriales. ¿Qué tipo de meteorología podemos esperar con 1,5 grados de aumento?  ¿Y con 2? ¿Hasta dónde se acentuarán los períodos de sequía, las lluvias torrenciales, los vientos huracanados, las pelotas como puños de granizo cayendo a velocidades endiabladas?

¿Estamos preparados para hacer frente a fenómenos cada vez más extremos, cada vez más frecuentes? ¿Cómo podemos garantizar la vida organizada en un contexto de clima descontrolado y agresivo? Recordemos que nuestras sociedades, a lo largo de todo lo que llamamos historia (hace, al menos, 8000 años) se han configurado y desarrollado en un entorno climático y natural sumamente estable y predecible. Y no olvidemos, desde nuestras urbanas torres de marfil, que seguimos dependiendo de los mismos ciclos para nuestras cosechas.

Necesitamos tirar del freno de emergencia para detener, de modo ordenado pero urgente, esta máquina de destrucción que se llama capitalismo. Un sistema adicto al crecimiento y la expansión continua, agotando todos los recursos a su alcance. Nuestra economía no puede seguir creciendo. Porque necesitamos reducir las emisiones de forma drástica y continuada ―la producción y el consumo creciente significan aumento de emisiones. Pero también porque los combustibles fósiles se agotan: la producción de diésel, piedra angular de la actividad económica capitalista, lleva en pronunciado declive varios años, y así va a continuar. También el gas, el carbón y el uranio han alcanzado ya o se acercan a su pico de producción. Reclamamos, así, que se afronte la verdad de la encrucijada histórica en la que estamos inmersos, y se comunique de manera clara y objetiva. Reclamamos también esa reducción drástica de las emisiones y medidas contundentes encaminadas a detener la pérdida de biodiversidad (nuestro mejor baluarte frente a plagas, pandemias y desastres naturales). Y, afrontemos la realidad, no reduciremos las emisiones lo suficiente para garantizar alguna posibilidad de evitar la catástrofe sin abandonar la pretensión de un automóvil privado en cada hogar, es decir, sin poner fin a la industria del automóvil; sin renunciar al turismo de masas y los viajes lowcost, esto es, sin terminar con los vuelos domésticos y con buena parte de los internacionales; sin un cambio a una dieta baja en proteína animal y de alimentos ecológicos y producción local, en suma, adiós al modelo industrial dependiente de piensos e insumos químicos y extensas redes logísticas internacionales. Quizás también debamos pensar en Internet y su huella de carbono, enorme y cada vez mayor. Todo esto sin contar el desmesurado uso de minerales de la tecnología avanzada, creciendo a un ritmo exponencial.

Y aquí, en el Norte Global, debemos abanderar la lucha por la justicia climática, por solidaridad con los que están padeciendo los efectos de aquello que no provocaron; y también por nuestra propia seguridad, cada día más en entredicho.

La Declaración Universal de Derechos Humanos recoge que los seres humanos deben comportarse fraternalmente los unos con los otros, y que éstos tienen derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. En Alianza por el Clima, diferentes colectivos sumamos esfuerzos para apoyar la movilización internacional impulsada por Fridays for Future el próximo 23 de septiembre, defendiendo la acción climática y reclamando esos derechos básicos, en el contexto de una situación climática descontrolada, unos gobiernos irresponsables y un aparato mediático que, con su silencio cómplice, contribuye a avanzar por la senda del precipicio.

 

Nacho Casado

Extinction Rebellion Iruña




Educando en el cambio climático

Una de las actuaciones comúnmente reconocidas como imprescindibles en la lucha contra el cambio climático debe implantarse en el ámbito educativo. La educación de la población joven en temas como los orígenes y consecuencias del cambio climático o sobre las posibles actuaciones en diferentes campos debe estar presente en los estudios. Así se ha entendido desde la UE y así se ha procurado incluir en los nuevos currículos de la LOMLOE, si bien de forma todavía insuficiente ya que en ocasiones se encuentran en asignaturas a las que no todo el alumnado accederá o chocan con otros contenidos contrapuestos, como la búsqueda de crecimiento sin fin de nuestro sistema económico.
En cualquier caso se ha producido un avance en cuanto a la inclusión de contenidos relacionados con la lucha contra el cambio climático y otros medioambientales, aunque aún hay margen para una mejora, que podría llevarse a cabo por parte de las Comunidades Autónomas, que tienen la posibilidad de ampliar el temario.
Pero para llevar a cabo estos cambios se hace necesaria la formación del profesorado, tal como se incluyó en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de nuestra comunidad, lo que a su vez requiere la inclusión en los próximos presupuestos de los gastos asociados a la misma. Así como el aumento en la partida de sueldos del profesorado de cara a permitir que en todos los centros escolares exista la coordinación en sostenibilidad que elabore el plan de sostenibilidad de cada centro y los recursos para que dichos planes puedan hacerse efectivos y coordinados. Todo esto, recogido en la citada ley, tendría que plasmarse también en las próximas cuentas públicas de Navarra.
Otro tema que relaciona a nuestra juventud con el cambio climático son los incendios ocurridos este verano en nuestro territorio. Incendios que privarán a las generaciones más jóvenes de esos espacios naturales. La zona que más hectáreas perdió en el fuego fue la de Valdizarbe y El Perdón, con más de 5.000 Ha entre área forestal, pastos y arbustos. Más al sur, en la Ribera, las dos localidades que sufrieron en primera línea los incendios de junio fueron Valtierra y Arguedas. El fuego se extendió por 1.810 hectáreas de zona forestal, pastos y arbustos, además de por el Parque de Senda Viva.
En este sentido, la necesaria e inmediata reforestación que se hace necesaria podría ser una nueva oportunidad de sensibilizar y concienciar a toda nuestra Comunidad Educativa con un gran plan de reforestación de todos los miles de hectáreas que han sido pasto de las llamas en la zona media. En Etiopía lograron plantar 350 millones de árboles en 12 horas; ¿hasta dónde podríamos llegar las y los navarros? Nos estamos refiriendo al mayor desastre ecológico de toda nuestra historia moderna. En aquellos momentos, en Navarra había 6 incendios simultáneos, y los recursos no eran suficientes. ¿Cómo vamos a prevenir emergencias de este calibre en el futuro? Es una pregunta a la que todas y todos, como sociedad, debemos aportar respuestas desde los ámbitos individuales y colectivos y, a los que la Educación no debería ser ajena; a fin de cuentas, estamos hablando de futuro y nuestra asociación acoge a profesorado que pugna por ofrecer un futuro “respirable” y habitable a nuestros jóvenes.
Otro tema controvertido es el greenwashing o lavado de cara por parte de empresas contaminadoras que se quiere llevar a las escuelas; como el programa educativo “ Zinkers” de Repsol, que puede que tenga aportaciones interesantes, pero nunca incluirá críticas a las actividades de empresas como la que la financia. Críticas imprescindibles cuando se abordan estos temas, muy relacionados con la quema de esos combustibles fósiles que provee la empresa, generadores del calentamiento global.
Con todos estos temas en la palestra, desde Teachers for Future consideramos que se hace necesaria una llamada de atención a nuestras autoridades para que se tomen verdaderamente en serio estos y otros problemas cuyas soluciones son ya muy urgentes. Y por eso convocamos a la comunidad educativa navarra a participar en las movilizaciones que se llevarán a cabo el 23 de septiembre y durante la semana del 14 de noviembre en nuestras calles, organizadas por Alianza por el Clima Navarra para llamar la atención sobre ellas y proponer y exigir soluciones realistas ya.

Codés Echalecu Elso, Teachers for Future Navarra