Inicio Conflictos laborales La huelga de CGT en Seat lastra las producciones en Martorell

La huelga de CGT en Seat lastra las producciones en Martorell

por CGT-LKN Araba

Los paros parciales convocados este martes por CGT están lastrando las producciones de la fábrica de Seat en Martorell. Fuentes de la dirección reconocen algún “paro puntual” de las líneas y afirman que el resto del turno ha operado “con normalidad” y “ahora mismo también se está trabajando con normalidad”. Desde la central, con representación minoritaria dentro del comité de empresa -la mayoría es de UGT-, protestan contra las condiciones que la compañía plantea en el nuevo convenio colectivo. Las condiciones del pliego laboral llevan en negociación desde hace meses y no se están produciendo avances de calado, por lo que el sindicato -sin el apoyo de UGT ni de CCCO– ha llamado a la plantilla a realizar protestas de dos horas en cada uno de los tres turnos previstos para este martes. El martes que viene están programadas protestas de la misma índole.

Las conversaciones entre la dirección y los sindicatos andan semi encalladas para el nuevo convenio, que discurre por una tormenta perfecta de factores que dificulta el consenso. Por un lado la firma automovilística se prepara para la transición hacia el coche eléctrico, lo que le supone un excedente de plantilla de unos 3.500 trabajadores, sobre una masa laboral de unos 15.000 empleados. Por otro, el grupo no pasa por su mejor momento a nivel de resultados, impactado especialmente el sector en su conjunto por la pandemia y por la escasez de semiconductores. A lo que ahora se añade los problemas de suministros derivados de la guerra de Ucrania, de donde el grupo Volkswagen importa componentes. Y todo ello ante una inflación desbocada -en marzo está en el 9,8%- que provoca que las centrales pidan alzas salariales a la altura para no perder poder adquisitivo.

“La dirección nos ha llegado a plantear una congelación salarial y el aumento de horas por turno. El ambiente está caldeado”, cuentan desde la CGT, que han calificado de “gran éxito” el seguimiento en el paro de la mañana. La tensión entre la alta inflación y las demandas sindicales está comenzando a alimentar conflictos laborales en varios sectores. El metal de Barcelona, por ejemplo, anda en pie de guerra por las reticencias patronales de aplicar la ya firmada cláusula de garantía salarial, que obliga a las compañías a subir los sueldos en la misma proporción que el IPC.

Un guion que se está repitiendo en varios de los nuevos convenios pendientes de renovación y que está lastrando el avance de la negociación colectiva. Al máximo nivel, las cúpulas de CCOO, UGT y CEOE llevan un mes tratando de consensuar recomendaciones generales que trasladar a sus federaciones y asociados, sin éxito todavía.

Fuente: www.elperiodico.com

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