Entrevistamos a Joseba Sauca, incansable compañero de CGT-Correos (Navarra). Nos habla desde la experiencia de la transformación de la empresa, su carácter de servicio público, el papel de la Sección Sindical de CGT…
-Joseba, son muchos los años que llevas en la sección sindical de Correos, ¿cómo ha ido cambiando esta empresa, su plantilla, etc?
En el cuarto de siglo largo que llevo, Correos ha cambiado sustancialmente. De ser un servicio público a una Sociedad Anónima Estatal, de tener banco propio (Caja Postal) a tener un acuerdo con un banco (Deutsche Bank) y romperlo recientemente, de tener una mayoría de personal funcionario a tener la mayoría de personal laboral, de no tener apenas trabajadoras a que la mayoría de las empleadas sean mujeres, pasar de 65000 trabajadoras a 50000, de tener usuarios de un servicio público a pretender que se les llame clientas. Más centros de trabajo, más dispersión……
-¿Qué papel juega CGT en Correos? ¿qué dificultades encuentra?
CGT en Correos, siempre ha tenido como objetivos la información y la acción intentando dar otro punto de vista y minar la inacción sindical dominante. Una gran dificultad a la que nos enfrentamos, son las trabas en la información lo que nos ha obligado a ser imaginativos e innovadores en la búsqueda y obtención de la misma. La dispersión geográfica de los centros de trabajo y la alta eventualidad son dos factores que dificultan enormemente la acción sindical.
-En las últimas elecciones sindicales obtuvisteis unos buenos resultados, tanto en personal funcionario como laboral ¿cómo enfocasteis la campaña?
Nuestra acción es diaria, mensual y anual, no es cuatrienal. Los resultados no se basan en una corta campaña sino en el trabajo diario, alternando entre 3 personas pero funcionando de manera coordinada. Estar a pie de obra y utilizar las nuevas tecnologías para informar puntual y verazmente, hacen el resto.
-Unas palabras de despedida:
Siempre he echado de menos la mentalidad de servicio público que la ciudadanía tiene sobre Correos en otros países. Aquí se suele confundir al empleado público con un “siervo” público. Sería bonito sentirse como empleado de un servicio público valorado positivamente por todas.