CGT defiende la apuesta por una educación pública, laica y de calidad que construya una sociedad realmente igualitaria. Rechazando la decisión del Tribunal Constitucional consistente en seguir respaldando con dinero público aquellos centros educativos que entre su ideario está la segregación por razón de sexo.
Esta decisión del alto tribunal encaja perfectamente con los valores que se están inculcando en muchísimos centros del Estado español en base a la división de roles que, según ellos, debe existir entre hombres y mujeres en nuestra sociedad, como es el caso de algunos colegios religiosos como los gestionados por la corriente ultracatólica ‘Opus Dei’.
