Una conversación sobre la crisis

UNA CONVERSACIÓN SOBRE LA CRISIS-

Parte de una entrevista de Carlos Taibo a José Luis Sampedro.

 

“Este sistema se asienta en tres pilares que estamos invitados a cuestionar. El primero es la publicidad, que nos obliga a comprar lo que no necesitamos. El segundo se llama “crédito”, que permite obtener bienes,  aunque a primera vista no dispongamos de dinero. Y el tercero y último asume el nombre de caducidad: bien sabemos que los fabricantes producen bienes que inmediatamente caducan, de tal manera que al poco nos obligan a comprar otros nuevos.

La idea es que seremos más felices cuantas más horas trabajemos, más dinero ganemos y, sobre todo, más bienes acertemos a consumir.

 

Esta historia está ambientada en un pueblo de la costa mexicana. Un paisano está, medio adormecido, junto al mar. Un turista norteamericano se le acerca y entablan conversación.

 

El turista le pregunta:

 

-“Y usted, ¿a que se dedica? ¿En que trabaja? ”.

 

El mexicano responde:

 

-“Soy pescador”.

 

-“¡Vaya, pues debe ser un trabajo duro. Trabajará usted muchas horas”.

 

-“Si, muchas horas”, replica el mexicano.

 

-¿Cuántas horas trabaja usted al día?”.

 

-“Bueno, trabajo tres o cuatro horitas”.

 

-“Pues no me parece que sean muchas. ¿Y que hace usted el resto del tiempo?

 

-“Vaya, Me levanto tarde. Trabajo tres o cuatro horitas, juego un rato con mis hijos, duermo la siesta con mi mujer y luego, al atardecer, salgo con los amigos a tomar cervezas y a tocar la guitarra”.

 

El turista reacciona inmediatamente de forma airada y responde:

 

-“Pero hombre, ¿Como es usted así? ”.

 

-“¿Que quiere decir? ”.

 

-“¿Por qué no trabaja usted más horas? ”.

 

-“ Y para qué?”, responde el mexicano.

 

 

 

-“Porque así al cabo de un par de años podría comprar un barco más grande”.

 

-“¿Y para qué?

 

-“Porque un tiempo después podría montar una factoría en este pueblo”.

 

-“¿Y para qué? ”.

 

-“Porque luego podría abrir una oficina en el distrito federal ”.

 

-“¿Y para qué? ”

.

-“Porque más adelante montaría delegaciones en Estados Unidos y en Europa”.

 

-“¿Y para qué? ”.

 

-“Porque las acciones de su empresa cotizarían en bolsa y usted se haría inmensamente rico”.

 

-“¿Y para qué?”

 

-“ Pues para poder jubilarse tranquilamente, venir aquí, levantarse tarde, jugar un rato con sus nietos, dormir la siesta con su mujer y salir al atardecer a tomarse unas cervezas y tocar la guitarra con los amigos”.

 

Este modelo de sociedad no se corregirá por la voluntad de los dirigentes, ni porque razonen, ni porque caigan en la cuenta de que esto no puede continuar. Ocurrirá porque se hará evidente que no se puede seguir así.”

 

Sección Sindical de CGT en Sabeco de Vitoria