A favor de “una sanidad 100% pública, universal y de calidad”, ciudadanos convocados por colectivos sociales, organizaciones médicas, enfermeras, sindicatos y partidos políticos han tomado este domingo las calles de Madrid. Cientos de miles de personas ha inundado el centro de la capital en una multitudinaria manifestación contra el “plan de destrucción” de la atención primaria del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso
Bajo el lema “Madrid se levanta en defensa de la sanidad pública”, cuatro columnas de ciudadanos desde los cuatro puntos cardinales han caminado hasta la plaza de Cibeles. Desde Nuevos Ministerios, la plaza de Ópera, el hospital La Princesa y la estación de Atocha han desfilado cuatro riadas de personas que han confluido más tarde en la céntrica plaza. Al concentrarse alrededor del escenario, los manifestantes han guardado un minuto de silencio en memoria de los mayores fallecidos en las residencias. La Delegación del Gobierno cifraba, sobre las 13.30 horas, en 200.000 los asistentes a la marcha mientras que los organizadores elevan esa cifra a 670.000 personas.
Horas antes de que comenzara la movilización, circulaban por redes sociales fotografías de trenes de cercanías repletos de personas con destino a la marcha. Sobre las 12.00, hora de inicio de la marcha, el paseo del Prado aparecía repleto de personas con destino a Cibeles. Mercedes González, enfermera, camina por esa calle junto a sus hijas Sofía y Gabriela, vestidas con la indumentaria de la profesión de su madre. “Es importante luchar por las enfermeras, que son muy maltratadas”, afirma con fuerza Sofía. “Es mucho más que esto”, matiza Mercedes: “Lo que están haciendo es darnos una mala atención sanitaria. Es un problema que nos importa a todos, tanto a los sanitarios como a los pacientes”.
Teresa Gónzalez, de 72 años, ha acudido sola, con su propia reivindicación que se puede leer en una pancarta que levanta sobre el mar de cabezas: “Ayuso, ocho meses para una cita con un especialista”. Tiene una ciática que le provoca muchas molestias y solo le dan cita a partir de abril. “Mientras tanto, hago fisioterapia, pero no me está ayudando mucho. Es absurdo que haya que esperar tanto para un problema de salud”, lamenta. No muy lejos de allí, precisamente un grupo de fisioterapeutas criticaba la desatención de ese sector. “En nuestro sector, fisioterapia, también hacen falta más profesionales porque somos uno por cada 35.000 pacientes. Con más fisioterapeutas podríamos hacer más prevención y promoción de la salud, pero no llegamos”, protestaba en declaraciones a este diario Elena Bejarano, informa María García Arenales.l frente de la marcha, las asociaciones de vecinos de barrios y pueblos de Madrid, organizadoras de la manifestación, sostienen una pancarta gigante: “Contra la destrucción de la Atención Primaria, Madrid se levanta por su sanidad pública”. Inmediatamente detrás, levantan una caricatura de Ayuso, rodeada por cientos de carteles en contra de la gestión de la presidenta. “Con Ayuso, hay abuso”, “Ayuso nos mata”, “El PP nos arruina la Atención Primaria” o “Que se note a la hora de votar” , rezan los mensajes. La columna que sale de Atocha y que encabeza la protesta es la que menos recorrido tiene hasta llegar a Cibeles, por lo que han transformado la espera en una fiesta, con cantos y bailes reivindicativos.
Los médicos del sindicato Amyts, que llevan ya una semana de huelga indefinida, han salido del hospital La Princesa, junto a otros profesionales de sector. “No es boicot, es mala gestión”, han cantado los manifestantes de ayer, en respuesta a las palabras de Ayuso, que estos días ha acusado a “la izquierda” de boicotear la sanidad en la región. El centro se ha convertido en un símbolo de oposición a la privatización de la sanidad madrileña diseñada por los gobiernos del PP desde hace más de una década.
“Volvemos a sentirnos ninguneados y maltratados por la gestión sanitaria de la Comunidad de Madrid”, ha afirmado desde allí la portavoz del sindicato Ángela Hernández, que ha criticado la reestructuración de las urgencias a partir del personal de los centros de atención rural. “No es de recibo la disminución de la calidad de asistencia en esos municipios. Hay que sentarse, retrotraer este plan y negociar un plan de urgencias en la Comunidad de Madrid que lleva sin abordarse en la mesa sectorial desde 2007”, ha dicho.
Lucía García, enfermera del hospital 12 de Octubre, ubicado al sur de la ciudad, ha agradecido el apoyo de los miles de ciudadanos que ya marchan por la capital: “Este es el mejor aplauso que podemos recibir”. “Solo pedimos poder cuidaros como merecéis, como necesitáis. Unidos todos, ciudadanos y sanitarios, lo vamos a conseguir. La sanidad no se vende, se defiende. ¡A luchar!”, ha proclamado.
En el punto de inicio de otra de las columnas, la plaza de Ópera, los manifestantes han sacado sus pañuelos en señal de protesta. María Luisa Collazo y Maricarmen Sánchez se acaban de conocer, pero gritan juntas y de la mano las consignas de la convocatoria: “Ayuso, escucha, estamos en la lucha”. “Hay dos principios básicos para que una sociedad sea igualitaria: la educación y sanidad. Y ahora nos los están quitando todo, lentamente. Y se piensan que somos tontos”, explica Collazo.
Las cuatros cabeceras han llegado a Cibeles poco antes de las 13.30. Después de guardar un emotivo minuto de silencio en memoria de los mayores que murieron en las residencias durante la pandemia, la multitud ha estallado al grito de “No son muertes, son asesinados”. Cibeles se ha convertido en una marea de pañuelos blancos que se movían al ritmo de la música de la batucada. “Esto no ha hecho más que empezar. De aquí hasta mayo hay mucho tiempo para seguir la lucha”, han dicho los manifestantes desde el escenario.
Durante los discursos desde el escenario de Cibeles, los organizadores han abordado los problemas con la gestión y los problemas de la sanidad pública madrileña. Desde los “protocolos de la vergüenza” de las residencias o la salud mental, pasando por la precariedad de los médicos y el desmantelamiento de los Servicios de Atención Rural (SAR) o la COVID persistente. Rebeca Justo, que padece esta enfermedad, ha recordado la importancia de invertir en la investigación para ayudar a los “miles de madrileños” que han visto sus vidas cambiadas a causa de las secuelas de la COVID: “Perder la salud es de las peores cosas que pueden pasarte, pero la siguiente peor es que intentar recuperarla dependa de si tienes el dinero suficiente. La Comunidad de Madrid no solo no está haciendo nada, sino que además incumple con nuestros derechos institucionales”.
Por último, los convocantes han leído el manifiesto, titulado ‘Madrid se levanta’. El texto que sintetiza las principales reivindicaciones carga contra “el plan de destrucción de la Atención Primaria impuesto desde el Gobierno regional”. “Se está atentando contra los derechos laborales de lxs trabajadorxs obligándoles a trabajar en condiciones de maltrato; se está atentando contra la seguridad de la ciudadanía, sin cubrir con médicos los centros de urgencia e intentando suplir la relación terapeútica con videollamadas, no sustituible bajo ningún concepto”, reclama.
Por ello, los organizadores han exigido un aumento de la inversión en Atención Primaria hasta los estándares que reclaman las organizaciones internacionales, el “blindaje de la ”sanidad pública“ con la derogación de las leyes que privatizan el servicio, el aumento de las plantillas y el fin de la ”caza de brujas“ contra quienes denuncian irregularidades.
“Queremos dejar a nuestros hijxs y nietxs el más valioso de los legados, que nosotros hemos recibido gracias al esfuerzo de nuestros padres y mayores. Porque HOY, aquí, no solo estamos defendiendo el derecho a la Sanidad Pública, sino también el derecho a una sociedad más justa y democrática”, han concluido para reclamar: “LA DEFENSA DE LA SANIDAD 100% PÚBLICA, UNIVERSAL Y DE CALIDAD”.
Caos en las urgencias de atención primaria
La protesta, que las asociaciones vecinales venían gestando desde el verano, se ha producido dos semanas después del arranque del plan de reestructuración de las urgencias de atención primaria, cuya reapertura tras dos años de pandemia ha sido un caos sin precedentes. Entre falta de personal –no hubo ni un día con médico y enfermera en todos los centros desde el 27 de octubre–, traslados forzosos de los profesionales y urgencias que han permanecido cerradas, hubo incluso facultativos que renunciaron a su puesto.
Las reivindicaciones de los manifestantes pasan, así, por el incremento del presupuesto de la atención primaria y el aumento de las plantillas en todas las categorías profesionales, hasta la derogación de las leyes que permiten la privatización sanitaria y la necesidad de garantizar una atención presencial.
La manifestación ha sido organizada por diferentes plataformas de vecinos de los distritos y pueblos de Madrid, que desde hace dos años se concentran en frente de los centros de salud todos los jueves para protestar contra el desgaste de la sanidad pública. “Esta protesta lleva consigo un mensaje importante. No la convocaron los comunistas, ni los bolivarianos, ni alguna otra sigla de partido. Han sido los ciudadanos, que se empiezan a empoderar. Con todas las diferencia que existen entre los barrios de Madrid, nos hemos puesto de acuerdo para trabajar juntos”, ha precisado José Luis Youguero, coordinador de la manifestación.
Apoyo de sindicatos, artistas y políticos
Desde que fue anunciada, la manifestación no ha hecho más que ganar simpatizantes. Actores como Luis Tosar, Alberto San Juan o el cantante Marwán, entre otros, han compartido en las redes sociales su apoyo. En la marcha, Pedro Almodóvar ha agradecido a la multitud de personas que se ha acercado hasta Cibeles. “Estos son los aplausos que les dábamos desde el balcón [a los sanitarios] durante la pandemia”, ha dicho, al tiempo que ha pedido al Gobierno regional que, si es tan constitucionalista, recuerde que la sanidad es un “derecho constitucional”.
También los sindicatos UGT, CC OO, la CGT han anunciado que acudirán a la marcha. Asimismo, los partidos de la oposición como Más Madrid y Unidas Podemos también se han unido a la convocatoria en las últimas semanas. Mónica García, portavoz de Más Madrid en la asamblea regional, ha pedido desde la marcha a la presidenta madrileña que cese a su consejero de Sanidad o se marche ella. “Basta ya, la política se tiene que hacer cargo”, ha reclamado la líder de la oposición en la Comunidad, que ha celebrado una movilización así. “Es maravilloso volver a ver a Madrid levantarse contra quienes quieren desguazar nuestra sanidad”, ha dicho.
También ha acudido a la marcha el secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, que ha pedido una rectificación a Ayuso. Lobato ha subrayado que miles de ciudadanos están defendiendo “el derecho a vivir con tranquilidad y con seguridad, y a tener una gran sanidad pública”. La portavoz de Unidas Podemos en la Asamblea regional, Alejandra Jacinto, ha defendido que esta manifestación es una muestra de que “empieza el cambio” en la Comunidad de Madrid con una “moción de censura ciudadana” a las políticas sanitarias de la presidenta.
A la marcha han acudido asimismo dirigentes de la política nacional, como la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, que ha expresado después en redes sociales su “orgullo” por participar en una protesta en defensa de “lo público”. “Basta ya de regalar dinero a los ricos y de quitárselo a la sanidad pública, de quitárselo a la gente y a los profesionales que salvan la vida de las personas”, ha dicho. Junto a ella ha acudido a la manifestación el exvicepresidente de Gobierno Pablo Iglesias.
La primera reacción por parte del Gobierno del PP ha llegado por parte del consejero de Transportes, David Pérez, que ha agitado el argumentario de su partido y su presidenta con críticas hacia el “boicot” que supuestamente ha hecho la izquierda contra la sanidad pública. “La permanente intromisión de la izquierda no ayuda a la mejorar la sociedad”, ha dicho. Posteriormente, el portavoz del PP en la Cámara regional, Pedro Muñoz Abrines, ha calificado la movilización de “fracaso”, porque, ha argumentado, un “un 99% de los madrileños no la han apoyado”, a pesar de que los cálculos más conservadores confirman que la marcha ha reunido a mucho más del 1% de la población madrileña este domingo.
Además de criticar la gestión de la Consejería de Sanidad y el modelo de colaboración público-privada, los convocantes hacen hincapié en la “caótica desorganización de la urgencias de atención primaria”. “Se está atentando contra los derechos laborales de los trabajadores, obligándoles a trabajar en condiciones de maltrato, y contra la seguridad de la ciudadanía”, alertan. “Queremos dejar a nuestros hijos y nietos el más valioso de los legados. Porque hoy, aquí, no solo estamos defendiendo el derecho a la sanidad pública, sino también el derecho a una sociedad más justa y democrática”.