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DÍA 27 DE JUNIO: CONCENTRACIÓN DE CGT A LAS PUERTAS DEL INSS (Avda. Baja Navarra)

El jueves 27 de junio, a las 11:00 horas, a las puertas de las oficinas del INSS en Avenida de BajaNavarra, CONCENTRACIÓN DE CGT para denunciar el pésimo papel que está jugando esta institución en lo que a valoración e inspección de bajas se refiere.
¡¡ACUDE!!

 

¡¡TE INTERESA!!



INSS: ¿INSTITUTO DE INSEGURIDAD SOCIAL?

Cuando ya estamos cerca de que se cumplan dos décadas desde su entrada en vigor, la Ley de Prevención de Riesgos Laboralessigue siendo sistemáticamente incumplida por un 96% de las empresas del estado español, hecho que es posible con la colaboración necesaria de instituciones, organismos públicos, autoridades laborales y burocracias sindicales.
El incumplimiento sistemático y sin problemas de esta Ley seguramente será la causa fundamental de que los empresarios no hayan visto la necesidad de reclamar su reforma, siendo el único espacio que todavía no han tocado en el ámbito laboral, junto con la Ley de Huelga, aunque el motivo para no tocar esta última será más bien el de no quitarnos la herramienta con la que -cada vez que pretendemos utilizarla- l@s trabajador@s hacemos muy visible como nos estamos ahogando en nuestras propias miserias.
La Ley de Prevención  de Riesgos Laborales es incumplida en muchos de sus aspectos, siendo el más trascendente de ellos, por las consecuencias directas que nos supone a l@s trabajador@s, el de que los riesgos del trabajo no estén correctamente evaluados, o simplemente no estén evaluados. De esta manera, amparándose en una falsa documentación con la que fingen cumplir la Ley, empresarios y mutuas se quitan de encima su responsabilidad en las consecuencias sobre la salud de l@s trabajador@s que tienen sus procesos productivos, y se la cargan al sistema sanitario público.
Lo más grave de toda esta cuestión no es que empresarios y mutuas actúen sistemáticamente de esta manera, pues de la clase empresarial de este país no se puede esperar otra cosa dada su históricamente demostrada catadura moral… Lo grave es que un organismo público como el Instituto Nacional de la Seguridad Social, bajo las directrices de funcionamiento de sus cargos políticos a dedo, no solo se coma toda esta porquería sin rechistar, sino que además rechace las reclamaciones que le presentamos l@s trabajador@s por la vía administrativa aportándole la misma documentación con la que posteriormente le ganamos a ella (la S.S.), a los empresarios y a las mutuas en los juzgados.
El INSS, al igual que otros organismos públicos, está dirigido en cada territorio por cargos políticos elegidos a dedo por los gobiernos de turno; y estos cargos políticos a dedo son auténticas bombas que explotan a diario dentro de los organismos públicos cuando el gobierno que los ha puesto pretende cargarse -primero para después privatizar- todos los servicios públicos y sistemas de protección social.
Cuando el INSS asume la gestión económica que no le corresponde de las bajas por patologías provocadas en el trabajo, se está tirando piedras a su propio tejado y autodegradándose intencionadamente, favoreciendo además a los intereses privados de empresarios y mutuas con un uso indebido del dinero público, y obligándonos con ello a l@s trabajador@s, y obligándose a sí mismo también, a unos absurdos e innecesarios gastos judiciales. Y no solo eso, sino que además está provocando una saturación y un desgaste indebido de recursos en el Servicio Navarro de Salud/Osasunbidea.
Eso sí, la laxitud con la que el INSS se muestra en la defensa de su caja ante empresarios y mutuas es inversamente proporcional al celo con el que actúa en la inspección de las bajas por enfermedad común (aunque su origen sea laboral) de los trabajadores. La acumulación de periodos de baja de patologías diferenciadas, los dictámenes médicos contradictorios, y las valoraciones sin exploración médica alguna y sin lectura de los informes médicos aportados por los trabajadores, con además una atención irrespetuosa cuando no en ocasiones incluso vejatoria, forman parte de los contenidos de las denuncias y demandas judiciales que los trabajadores nos vemos avocados a presentar ante las altas “médicas” prematuras, indebidas e injustas, de unos inspectores que cobran complementos salariales por tomar estas decisiones. Y resulta, que las sentencias en las que en estos asuntos los trabajadores le ganamos al INSS cada vez son más.
En CGT podemos probar documentalmente todo lo que se dice en este escrito, lo cual no es motivo de orgullo por la exposición de nuestra acción sindical en defensa de nuestros derechos, los de l@s trabajador@s, sino que es cada vez motivo de una mayor preocupación ante la constatación de la veracidad y la razón de nuestras denuncias  sobre una peligrosa realidad que hay que cambiar, y que nos exige una intensificación de nuestra acción sindical en los terrenos de lo laboral y lo social que siempre están conectados.
Acción sindical que hemos de desarrollar sin poder contar con unas burocracias “sindicales” mayoritarias, que alimentadas a golpe de prebenda y subvención por empresarios y gobiernos de turno, no cumplen su función de defensa real de los intereses y derechos de l@s trabajador@s, sino que más bien se dedican a controlarnos y contenernos, con la obligación -bien pagada- de hacer la vista gorda a los incumplimientos de la legalidad que debería protegernos. Es lo que hay.
Firmado:
Manolo Velasco Secretario General de CGT-LKN

Publicado en el martes 25 de Junio de 2013 en Diario de Noticias




26 JUNIO 2013: CONCENTRACIÓN CONTRA LOS RECORTES EN SANIDAD

Desde la Plataforma Navarra de Salud exigimos que el Sistema Sanitario Público atienda desde la prevención a la reinserción a las trabajadoras y trabajadores accidentados y enfermos también por el trabajo, integrando los recursos de las mutuas, que son públicos, en el Sistema Público de Salud.

 

En esta última concentración de junio ante los centros sanitarios LLAMAMOS TAMBIÉN A ACUDIR ESPECIALMENTE A LAS Y LOS DELEGADOS DE LOS TRABAJADORES A LA CONCENTRACIÓN de 10 minutos que tendrá lugar ante el Instituto de Salud Pública y Laboral de Landaben el día 26 de junio, miércoles, a las 11 horas.
 

Que no se diga, que no hicimos nada!!




VÍDEO CRÓNICA DE LA JORNADA DE HUELGA GENERAL DEL 30 DE MAYO DE 2013




30M, IRUÑEA, HUELGA GENERAL. JORNADA MATUTINA EN UNA BREVE CRÓNICA (CGT-NAFARROA)

Temprano, hacia las 6h, han comenzado los piquetes en los que hemos participado: VW, transporte urbano o comercio del metal.


         Más tarde, a las 7 h, desde nuestra militancia, hemos sumado alguna fuerza en el Bizipikete-sorpresa que hábilmente ha sorteado las trabas policiales. 

También se ha participado, a las 8 h en la nutrida bizifestación que ha recorrido la ciudad para más tarde fundirse solidariamente con el pikete social que partía a las 9 h desde la Diputación, convocado por los grupos de los Martes al Sol, (Paro, Desahucios, Renta Básica y Dependencias). Cientos de personas han recorrido distintos puntos significativos del centro de la ciudad: banca, Parlamento, sedes de partidos,… 
Destacable el minuto de silencio en el Corte Inglés, por el mayor y más criminal accidente laboral de la historia, acaecido recientemente en Bangladesh.


         A las 11 h, ha comenzado el mitin de la Plaza del Vínculo, con intervenciones de CGT, Solidari, CNT y representantes de movimientos sociales. Entre los discursos, ha sonado con fuerza la reivindicación del reparto, de un cambio de modelo social y de mayor combatividad y unidad, en este contexto de constantes retrocesos sociales y laborales.

Posteriormente, un millar de personas han emprendido una marcha hasta el punto de partida de la manifestación unitaria, la Plaza del Castillo, lugar en el que se han congregado varios miles de personas.


        

La cita de la tarde, la manifestación de los movimientos sociales, cita afianzada que cobra cada vez mayor relevancia y capacidad de convocatoria en las últimas convocatorias de Huelga en Iruñea.

         No habiendo logrado esta huelga un gran impacto a nivel de centros de trabajo, desde CGT-Nafarroa valoramos positivamente la capacidad de movilización que se mantiene a pesar de ciertos defectos en lo que ha sido esta convocatoria de Huelga General. Esto habla del hartazgo creciente en la sociedad y la búsqueda permanente de cauces de reivindicación y de protesta.

         Concretamente, el espacio social y sindical en el que CGT se desenvuelve y se siente cómoda parece consolidarse definiendo modos de intervención diferentes a lo acostumbrado, en los que aumenta el peso del discurso y del trabajo en red frente al de la dinámica proselitista.

         Al día siguiente de cada Huelga comienza y prosigue la dinámica de movilización necesaria para frenar y revertir esta gran estafa social, por eso, ya debemos comenzar a pensar en mañana.




¿ QUIENES SOMOS ?

Ojalá fuera tan directo y sencillo explicar qué y quiénes somos apelando tan solo a la calidad moral de cuantos formamos hoy la CGT. No lo es, pero a buen seguro que uno de los argumentos que te han acercado a nosotros o que han motivado tu curiosidad es la práctica que llevan a cabo los que hoy constituimos la CGT.

Somos, la CGT, una organización de muchos años pero con un nombre todavía muy reciente. Pleitos de familia y decisiones judiciales nos privaron un día, allá por abril de 1989, de nuestras originales siglas, las de la CNT, aunque las sigamos llevando en el corazón y sigamos tratando de merecerlas con nuestra actuación y de colocarlas en el lugar que exigen los tiempos que vivimos.

Herederos por voluntad de una historia, no por ello pensamos que ésta haya de ser intocable. Todo lo contrario, se apolillaría si no tratáramos cada día de extraer de ella lo mejor y de adaptarla a lo que demanda la sociedad actual.

Lo primero que hemos de decir es que somos una organización de personas que tratan de cambiar una sociedad que no les gusta por desigual, injusta, autoritaria y, en las más de las veces, irracional. Para ello trabajamos en muy diversos campos de lo cotidiano, de lo sindical a todo lo que tenga que ver con lo social, luchando por reparar a cada instante las injusticias que nos rodean. Somos conscientes de la dificultad de la empresa de un cambio radical del estado de cosas, pero nos aprestamos a ello en la confianza en lo inmediato nuestras condiciones de vida y forma a cuantos participan en ella en un espíritu diferente, rebelde y transformador de cuanto sufrimos y de cuanto no creemos justo.

No somos los únicos dispuestos a cambiar las cosas a mejor. Nos diferencian de otros sobre todo los medios para lograrlo. Así, nuestro principio es la autonomía. La autonomía no es otra cosa que pensar y actuar conforme al criterio de que sólo actuando juntos y con independencia absoluta, los trabajadores y cuantos se sienten explotados podremos lograr algo. Se decía que la emancipación de los trabajadores sería obra de ellos mismos o que, de lo contrario, no lo sería.

Esto que decimos significa muchas cosas. Una, que estamos al margen de partidos, poderes y doctrinas distintas de la que nos hemos dotado, y que no dependemos para nada de ninguno de ellos. Que cuanto hacemos responde a la suma de espíritus particulares de cada persona, y no a mandatos, imperativos o estrategias ajenas.

Pero otra cosa que significa es que nuestra voluntad es la de hacer las cosas por nosotros mismos. Vivimos un mundo cada vez más organizado y cuadriculado, donde las posibilidades reales del individuo de hacer cuanto le pide una voluntad respetuosa con los derechos de los demás, es cada vez menor. Por eso instamos y estipulamos la participación de todos y cada uno en la vida interna y externa de nuestra organización, en sus asambleas, en las luchas, en la responsabilidad a la hora de asumir tareas o cargos. Una organización que depende de los más listos, de los más entregados, de los que más tiempo tienen o de los que trabajan a su servicio, es una organización muerta, sin posibilidades. Cada cual debe implicarse en la tarea de todos, en la medida de su disponibilidad, voluntad y entusiasmo. Pero lo que no se consigue por uno mismo o por la contribución a lo colectivo de uno mismo, de poco sirve. Los antiguos decían también aquello de que si hay pastores es sobre todo porque hay ovejas, si hay uno que manda es porque otros han abandonado la responsabilidad que tenían en la marcha de sus propios asuntos.

Si por encima de todo ponemos la libertad individual y la igualdad de cuantos componemos esta organización, no podemos sino hacer lo propio con las entidades que constituímos. La organización de abajo hacia arriba, el federalismo, es lo que nos caracteriza. Según ello, y en el terreno sindical, diversos niveles actúan con total autonomía y se coordinan entre sí para ser más eficaces. La afiliada o afiliado se organiza primero en su sindicato que constituye el núcleo básico y soberano de la organización. Dentro del sindicato se forman las secciones sindicales que agrupan a la afiliación de una empresa o sector. Los sindicatos de una misma localidad constituyen la Federación de ese lugar. Las Federaciones Locales de cada territorio (Andalucía, Cataluña, Asturias…) forman las correspondientes Confederaciones Territoriales. Las Confederaciones Territoriales y las Federaciones de Rama de los distintos sindicatos (Metal, Sanidad, Administración Pública…) junto con el Secretariado Permanente conforman el Comité Confederal de la CGT, máximo organismo de gestión entre Congresos. Como ves, una Organización que desde el núcleo original del Sindicato se estructura en dos niveles de intervención: el territorial y el profesional.

En cada uno de los niveles se actúa independientemente. Se toman las decisiones que comprometen a esa sección, sindicato, federación de rama, confederación territorial o lo que sea, sin directrices ajenas. Así, la autonomía sólo se encuentra limitada por la pertenencia voluntaria a una organización confederal de espacio más amplio, que obliga por decisión propia a ser fiel a los acuerdos y compromisos comúnmente adquiridos.

Ello no evita la existencia de conflictos o de tensiones. Aunque resulte incómodo, la CGT tiene más que ver con la difícil diversidad que con la monótona, aburrida y sencilla coincidencia. Quizás sea porque el espíritu libre tiene por fuerza que da lugar a discrepancias y disidencias, y porque nuestro estilo no es ahogarlas mediante disciplinas o resoluciones de ningún ejecutivo interno. Los conflictos entre nosotros los procuramos arreglar con sentido común y con respeto a las partes discrepantes. Muchas veces lo conseguimos, otras no.

Y es que nos reclamamos de ese espíritu y tradición libertaria, anárquica. Por eso hablamos de y tratamos de hacer posible la relación federal, la autogestión o el que cada cual sea capaz de resolver lo suyo, la solidaridad cuando la fuerza propia no es suficiente, la acción directa para solucionar sin intermediarios nuestros problemas, la autonomía respecto de partidos e iglesias, el respeto -¡cómo no!- a las diferentes opiniones que conviven en la organización, la necesidad de llevar y compartir nuestras ganas de lucha con el mundo entero, y la voluntad realmente transformadora de esta sociedad injusta. Todo eso, y alguna cosa más, es lo que anima a los libertarios, a los anarcosindicalistas, a los sindicalistas revolucionarios, a los rebeldes. De esos somos nosotros.

Una última cuestión: ¿cuál es el escenario de la lucha por cambiar las cosas? No lo hay porque lo es todo. Allí donde está la injusticia hay que intervenir. Y se señala esto porque, como gustamos de decir aquí, somos más que un sindicato. Somos, en la CGT, básicamente un sindicato, una organización que actúa en el mundo del trabajo. Pero ni todos los problemas están sólo en ese mundo, ni sólo el trabajador clásico -si eso existe ya- tiene un sitio entre nosotros. Sindicalistas, insumisos, antiautoritarias, opositores del sexismo, ecologistas, …, cada uno en su papel, sin especializaciones revolucionarias, conscientes de que la labor transformadora está en todas partes.

Con estas pocas líneas no se pretendía -ni se consigue- sino un primer acercamiento a la CGT. Las definiciones suelen servir de bien poco, y por eso no nos alargamos más. Por encima de lo que digamos de nosotros y nosotras mismas, somos lo que somos, lo que viene a decir que la CGT no es más que la suma de éste, de aquélla, del otro, … y de ti mismo, si te animas.

EL TIEMPO QUE VIVIMOS.

Pero más allá de las presentaciones, vivimos una actualidad que merece algún comentario. Tiempos de cambio, ciertamente, instalados sobre unas posibilidades tecnológicas nuevas, sobre un agresivo discurso por parte de quienes tienen el poder, el dinero y la capacidad de decisión, sobre una pasividad preocupante por parte del sindicalismo oficial, y sobre una resignación que se extiende por el conjunto social.

Vivimos una sociedad cada día más rica y cada día con un mayor número de pobres.

Cada día con más posibilidades materiales de mejorar la vida de la mayoría, pero en la realidad, cada día más amenazante de esas condiciones de vida. Se ha impuesto un discurso -ese que llamamos neoliberal- que establece la productividad y la ganancia como únicas razones, despreciando las conquistas sociales o la necesidad de proporcionar unos mínimos vitales para la gente. La fría lógica económica se ha comido lo social. Ahí tenemos la política de privatización de empresas y servicios públicos, los recortes sucesivos a las prestaciones por desempleo, la disminución y privatización del sistema de pensiones o el retroceso y depreciación de la sanidad o de la escuela públicas.

Por desgracia, el sindicalismo no es ajeno a todo ello. Las todavía recientes firmas de la nueva reforma laboral o del acuerdo para la modificación del sistema de pensiones dejan bien a las claras cómo nuestro sindicalismo oficial, el de CCOO y UGT, está dispuesto a aceptar todo lo que le pongan delante y a tener por único horizonte el gestionar las migajas que le deja Don Dinero. Nada de movilizar a los trabajadores, nada de hacer valer su fuerza social. Y si acaso se les moviliza, ahí tenemos el ejemplo de los trabajadores de la función pública hace pocos meses: unos fuegos artificiales para justificarse esos sindicatos y aquí paz y después … congelación salarial.

Desde luego que hay otra manera de hacer las cosas, y a ella te invitamos a sumarte. Hay que hacerse valer, demostrar la fuerza que tenemos. Hay que responder a la política neoliberal que nos domina. Pero hay que hacerlo no en los discursos ni en las fotos, sino en la movilización de fuerzas que nos disponga en mejores condiciones ante la negociación. Hay que recuperar la solidaridad social, esa voz que siempre nos ha dicho que tenemos que ver en todos aquellos asuntos donde se litiga el bienestar de la mayoría. Que no hay pleitos propios y ajenos, que lo mío no acaba en las cuatro paredes de mi empresa. Que la lucha de allí es mi lucha, que las pensiones son la lucha también de los jóvenes, que la lucha contra el paro lo es también de los trabajadores más o menos estables.

En ésas estamos y a ésas te invitamos. CGT no te propone la comodidad de tener la vida arreglada a cambio de una cuota y un carnet. Nuestra oferta se limita a presentarte un espacio sindical y social desde el que defender tus derechos en compañía y apoyo de otros y otras como tú. Nada más que eso. Y nada menos.