Inicio Reparto del trabajo Langabezia, prekarietatea, inflazioa, pobrezia … Frente a la pobreza y las desigualdades, Reparto del Trabajo

Langabezia, prekarietatea, inflazioa, pobrezia … Frente a la pobreza y las desigualdades, Reparto del Trabajo

por CGT-LKN Kalean
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CONVIVIR CON LA MISERIA, NOS HACE MISERABLES

Puede parecer una simple exageración -probablemente porque no nos gusta en qué posición nos coloca frente a nuestra propia realidad social- y sin embargo, observar la pobreza adoptando una especie de dontancredismo social, o de buenismo simplón, nos hace directamente responsables de la misma. Esgrimimos que existen distintos grados de culpabilidad (innegable); que la solución ha de ser colectiva (innegable de igual modo); y sin embargo, no llegamos a hacer lo necesario para comenzar a andar ese camino que nos ponga en una senda de justicia social. Mientras analizamos las causas y elaboramos dossieres, las personas siguen sufriendo. ¿Es culpa suya?¿De los gobiernos?¿Del modelo? ¿Tenemos nosotras algo que ver o somos absolutamente inocentes y ajenos al presente y al futuro que estamos configurando?

Gritamos, “Pan, trabajo y techo, son nuestros derechos”, de acuerdo; y una educación pública de calidad; y una sanidad que no dependa de nuestros ingresos u origen; y un derecho a la información que nos ayude a fomentar un sentido crítico de la realidad; y una economía basada en la cobertura de necesidades básicas y no en lo superfluo, que nos esclaviza, esquilma los recursos naturales y genera cada vez mayor necesidad de concentrar el capital, provocando cada vez mayor desigualdad/hambre/guerras… El poder político (hoy en día entregado casi exclusivamente a manos de los partidos) no deja de ser una mera correa de trasmisión del auténtico poder que gobierna nuestras vidas: el poder económico. Todas las decisiones políticas parecen conducir a un “sí pero no”, a una especie de imposibilidad mental para crear realidades que no se rijan por parámetros individualistas/consumistas. Culturalmente estamos imbuidos del espíritu capitalista/tecnológico, y bajo este espíritu, el grueso social se encomienda a la tecnología y al crecimiento económico como quien se encomienda a un Dios, otorgándole la capacidad de impartir la justicia que el ser humano no alcanza a impartir, sin entender que la única solución posible (a la que ya, muy probablemente llegamos tarde) será fuera del modelo social capitalista o simplemente, no será. Otras especies han desaparecido de la faz de la tierra por motivos ajenos a su forma de vivir. Nosotras no paramos de “comprar boletos”.

Visto el panorama, resulta difícil agarrarse a una esperanza que sirva de motor a nuestra necesidad de revertir la injusticia y desigualdad creciente. Pero todo este pozo de desesperanza sin fin, nos tiene que servir de impulso en nuestra actividad porque tras estas letras, hay personas que se ven obligadas a escapar de la guerra, que pasan hambre, que no tienen la forma de ganarse la vida dignamente, que no pueden calentar su casa -cuando tienen la suerte de tener un lugar donde vivir-, … Y sin embargo, son justamente, todas estas injusticias las que nos obligan a no permanecer impasibles. Nos tienen que obligar a actuar. Desde nuestro ámbito sindical apostamos desde hace tiempo por el reparto del trabajo por el potencial transformador que incorpora, pero no sólo. La fractura social que se abre entre personas con empleo y desempleadas, y la utilización que de ella hace el capital para degradar continuamente las condiciones laborales y salariales, nos plantea el reparto del trabajo como única forma de acercarnos a una situación de mayor justicia social. Trabajar menos para trabajar todas, así de sencillo. Nos invita también a repartir no solo el empleo sino todos los trabajos.

La necesidad de dar respuestas colectivas a toda esta cantidad de retos debe ser nuestro combustible. Sabernos insuficientes y débiles nos debe llevar a buscar alianzas entre diferentes. Pero no únicamente desde la necesidad organizativa, sino desde la necesidad social. No podemos ser ajenos al sufrimiento humano. La CGT no es en absoluto importante. El cambio de paradigma social sí lo es. Dejemos a un lado siglas, matices ideológicos, sectarismos que nos dividen y nos alejan de una posibilidad de amortiguar los sufrimientos generados por el modelo social capitalista. Hagamos posible aquella frase que rezaba un popular programa infantil de los años 80: “solo no puedes, con amigos sí”. Si no somos capaces de articular una respuesta colectiva que de respuesta a las necesidades de los más frágiles y empobrecidos de nuestras sociedades, bien haremos -por nuestra propia necedad- en coger en silencio el camino de la extinción.

Por todo esto nos concentraremos el próximo día 26/12/2022  frente a Diputación (Carlos III), a las 12h.

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