Opinión: Catalunya, el nacionalismo

Todo sigue su curso y acontece sin que nadie se sobresalte o se sorprenda en demasía. El guión se va cumpliendo. Todo en nombre de la democracia y la ley escrita hecha y rehecha para su obligado cumplimiento, sobre todo para la gran masa social y diferente cuando les toca a las élites del poder. La batalla está servida y el toma y daca funciona sobremanera. El pueblo en la calle, no sé si todo o en buena parte, pero pueblo al fin y al cabo, ilusionado bajo su bandera. ¡La ley! ¡ hay que cumplir la ley! dicen unos y unas, otras y otros.

Y la misma se cumple, cada quien la suya, todas llenas de argumentos y basadas en concienzudos razonamientos pero las dos con distintos bagajes, siendo diferente su fuerza. Una con la vitalidad de la emoción y la ilusión cimentada en la justicia, la otra con la garantía que da la seguridad del orden establecido basado en el peso de los agentes de la legalidad. El Dios Estado amparándonos, protegiendo a su sublime manera.

Siempre he creído que la ley y la justicia no son sinónimos, cada una de ellas, a veces, muchas, llevan diferentes caminos. Lo que es legal, a menudo en estas, nuestras sociedades, no tiene por qué ser justo y viceversa. La ley está hecha, aunque suene a discurso político pero es una verdad rotunda, por y para los poderosos y los ejemplos están ahí, en la calle. La corrupción, la malversación, el abuso del Estado, la explotación, la pobreza, la desigualdad, la guerra, la destrucción de la naturaleza, … acciones de los grandes entes que nos gobiernan (algunos sin ser elegidos y cada día más poderosos), son actos que no se juzgan con el mismo ímpetu (esto es si llegan a los tribunales), que cuando el vulgo sale de sus casas a revindicar e intentar establecer avances dignos para todos y todas. En estas ocasiones el peso de los tribunales cae sobre nuestras cabezas con toda su energía.

En este sentido, afirmo, por cierto, que el derecho de los pueblos a la autodeterminación no es un crimen. Es un acto inmoral y fascista denegarlo. No me emociona la creación de nuevos estados pero así mismo tampoco me encandilan los actualmente vigentes. Soy partidario de las ideas libertarias o anarquistas, del internacionalismo, sobre todo proletario y a la vez, sin contradecirme, tengo mis sentimientos nacionales. A día de hoy, se escucha mucho la palabra nacionalista usada despectivamente por gentes que dicen no serlo, pero a fuerza de verlos y oírlos no es que no sean nacionalistas, lo que de verdad son estatistas imperialistas.

Se argumenta mucho sobre el nacionalismo y sus derivas, se habla y se farfulla y se los compara con el nazismo. ¡Hipócritas! El nazismo fue la demencia total del imperialismo. La locura absoluta de la ambición del poder definitivo por parte de unos locos y locas. Los nacionalismos nunca o mayoritariamente han sido expansionistas, siempre han revindicado su espacio, su tierra y sus anhelos. Han querido ser siempre naciones con Estado y no Estados nación, ya que son cosas diferentes.

Un Estado nación pretende ser una nación, aglutinando varias y siempre potenciando una, marginando e intentando anular a las demás. Las guerras más crueles siempre las han producido los imperios y los Estados nación y siempre por su malvado afán de dominio y sumisión del resto. Es la historia y su devenir. España, cuando no se ponía el sol en ella. Francia, con su Napoleón y luego sus colonias. Británicos y Rusos, más adelante Soviéticos y ahora, otra vez, Rusos. El Imperio Austrohungaro, el I, II y III Reich Alemán, la Italia etc etc.

Esta es la verdadera locura, la ambición en cualquiera de sus formas, sea de poder o de riqueza, que siempre, creo, van juntas. Si algo tiene de pernicioso el nacionalismo es querer emular en la organización de su estructura a los Imperios que los afligen creando nuevos Estados. Ese puede ser otro fracaso. Pero de verdad, hasta ahora donde esta realmente el desmoronamiento de este mundo es en la actual realidad capitalista y en la mayor parte de su organización del mapa mundial. Nunca dejo de pensar que otro mundo es posible.

Gabriel Rodriguez




Opinión: Madura, avanzada, amable y tolerante

Calificativos con los que se ha llegado a valorar a esta subespecie de democracia instaurada. Fortificada en obligaciones y mermada en derechos. Que una vez más deja mucho que desear, especialmente al escuchar declaraciones de quienes pretenden postularse como alternativa de gobierno, donde el partido de la flor sigue sin saber dónde ubicarse y reparte responsabilidades eludiendo las que comparten con la gaviota azul. Declaraciones de demócratas de toda la vida, como la formación naranja, más proclive a la suspensión de derechos como paso previo al escenario electoral. Único fin, el electoral, con el que parece ser se entiende el concepto democrático.

Una sociedad democráticamente madura, tiene la suficiente valentía y seguridad para facilitar cualquier consulta sin abandonar la política del diálogo. Parafraseando a Julio Anguita, “un gobierno democrático que hace una política justa, no tiene miedo a ningún referéndum”. La madurez de esta democracia, anclada en la vieja inquina frente a todo lo que no sea la unidad de la patria, permite que el partido más corrupto de Europa continúe como si nada pasase, asumiendo con absoluta desfachatez aquello de: ¿Quién no lo haría? El PP dando lecciones de democracia repartiendo hostias como panes entre la población civil. Ésta, la catalana, como ya lo hiciera el movimiento 15M en 2011, o el movimiento vecinal del barrio de gamonal en Burgos, ha demostrado una madurez absoluta lidiando con máxima dignidad, arrollando y dejando en evidencia la capacidad de la partitocracia.

La acción y organización de la base social catalana, posibilitadora real de la consulta del 1-O, ha conseguido algo mucho más importante que la independencia, cuya declaración tiene un incierto recorrido. Con su unidad nos muestra el verdadero camino en la consecución de cualquier objetivo. Su acción ha dejado al Estado Español, una vez más, en evidencia con la utilización de métodos más parecidos a los empleados por los tercios de Flandes, que han sido afeados por editoriales, gobernantes y estamentos internacionales. Ojalá seamos capaces de defender con el mismo ahínco los derechos sociales que paulatinamente nos quitan.

Joseba Santesteban

Grupo de comunicación

CGT-LKN Nafarroa

 

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Lan-banaketa: gizarte-eredu alternatiboa/Reparto del trabajo: un modelo social alternativo

XIX. mendeko klasikoek, bere ekonomia-teoria aldizkakoetan, ezagutarazi digute teknologien aldaketak XXI. mende honetarako. Batzuek kritikatuko dituzte eredu hauek aspaldikotzat eta ez-modernotzat hartuz. Ez dute erreparatzen xehetasunetan. Horregatik, galdetu behar diogu geure buruari jarrera neoliberalak defendatzen dituzten sistema eta oinarrizko lan-antolaketa garatu diren, bilgarri erakargarriz saldu nahi dizkiguten ere.  Tamalgarria da mende honetan, borroka ugari ostean, lehenengo industria-iraultzaren abiapuntu berean egotea, salbuespenak salbuespen. Ilustratzeko dauzkagu bai XIX. mendeko azken urteetako lanaldi luze haiek, bai XXI. mendean lan-zalutasunak posible egiten dituen lanaldi bukaezinak; azken horiei esker, gainera, enpresari orduak zor izaten bukatzen dugu.

Urriaren lehenean, 8 orduko lanaldia 98 urte betetzen ditu. Sindikatuek egindako erreferentzia-lorpena, bere oinarria mobilizazioa izana, mobilizazio horrek gizarteko garapenean eragin erabakitzailea zituen urteetan. Gaur egin, mobilizazio horrek bere ereduetan behar du berrikuntza;  gure gizarteak, kapitalak abduzituta, nahiago du ez galtzea zorrak ordaintzea uzten dizkien kantitate gutxi hori.  Hala ere, XIX. mendean bezala, mobilizazio horien oinarria gizartean dago, gizatasunaren garapenaren berezkoa dela, elkarkidetasun sorburuan oinarri izana. Sorburu hori lan-banaketaren teorian du oinarri, gizarte-eredu alternatibo batean zuzenean sustraitua.

Lanaren “norberaren errealizazioa”-ren zentzua aintzat hartuta, ukaezina da lan egiteko beharra bizitzaren legea bezala. Berretsi dezakegu, Bakunin erreferentziatzat hartzen badugu, lana izatearen eta pertsonaren garapenaren bermatzailea dela.  Lanaren humanizazioa sindikatuek galdu ezin duten ostertzea da. Humanizazioa lortzen da oinarrizko beharrak eta bakoitzaren eta gizartearen beharrak asebete direnean. Horrela, gizarte demokratiko eta solidario bat altxatu behar da behar horiek ase ikusi ezin dutenen alde.

Datu errealak lana aldetik jarraitzen dute ziurgabetasun bidean langintzari dagokionez, baina ezegonkortasunari dagokionez nahiko zuhurra da. Zalantzarik gabe, banaketa-ikuspuntutik ezin da urritasun joera irauli ondasunen neurri birbanatzaileek lagunduta ez bada, baina bagara gai langabezi joera gutxitzeko, nahiz eta onartu behar “enplegu” hitzak dituen ustiapen baldintzak, soldatari lotuta, eta lan-banaketa berez ezin duela konpondu langabezia bezain arazo larririk, joera iraunkorra duena.

Instituzioek jarraitzen dute lanbideen politika aktiboek hasitako bidean, azpimarratzen dutenak prestatu behar dugula lan-sartzean zailtasunak dituzten kolektiboak. Neurri horiek kapitalista hutsak dira, enpresarentzat derrigorrezkoak izanak, administrazioak hartu behar dituelako. Neurri horiek zailtasun handiz konponduko dute arazo nagusia.

Banaketaren neurriak, lanaldiaren murrizketaren filosofiaz eta baliabideen birbanaketaz indartuta, gaur egun langileak berritzeko bide egingarrienak dira; bai eskarmentu, bai jakintza baliozkotu ahal den lehenengo lanera sarbidean, kalitatea edo zerbitzuen dagokienez gehiagozko balioa ematen. Enpresentzako tresnak ere badira, industria-iraultza 4.0 horietako transizioak moldaketen erabaki traumatikoak eragiten dizkielako. Aztertu gabeko neurria da lanetik kaleratzeen aurka. TRWko CGT-LKN sailak lan-banaketa proposatu zuen kaleratzeen aurakako aukera bezala, bideragarritasuna bermatu zuen ikerketa ekonomikoak babestuta; horrela, enpresaren interesak desestali ziren.

Sindikalismoak tresna bat dauka lan-banaketaren neurrietan, gizarte era lanarekin loturiko arazo batzuei ateratze duinak eskaintzen. Horretarako beharrezkoa da guztien proposamena, lanaldi duinago batera bideratutako neurri horien elaborazioan administrazioari presioa eragingo diona. Saihestu behar dugu “apeta malgutzailearen” zoriaren menpe jartzea. 8 orduko lanaldia ezarpenaren erreleboa hartzen, sindikatuek lanaldiaren murrizketaren aukera nabarmentzeko eginkizuna daukagu. Filosofia hau eraman beharko genuke lantegietara, aldaketarentzako elementu garrantzitsuak direnak. Osagarrizko neurria bezala, mobilizazioa indartuz, tresna bat daukagu aztertzeko. Negoziazio kolektiboak mugaketa asko daukala jakinda, lan-banaketa proposamenak eraman behar dizkiogu, hitzarmen kolektiboak banaketari erreferentzia esplizitua eduki dezan.

 

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Los clásicos del siglo XIX en sus teorías económicas alternativas nos ilustran en las alternativas para este XXI de la tecnología. Habrá quien critique estas fórmulas por anquilosadas y poco modernas, sin reparar en el detalle, y por ello haya que preguntarse, si el sistema y la organización básica del trabajo que defienden las posiciones neoliberales, aunque nos lo quieran vender con una atractiva envoltura, han evolucionado. Siendo lamentable que en el presente siglo, después de caminos de lucha, nos encontremos, con las salvedades que correspondan, en el mismo punto de partida de aquella primera revolución industrial. Sirva para ilustrar, la comparativa de las largas jornadas de trabajo de finales del siglo XIX y las jornadas “interminables” que posibilita la flexibilidad laboral del siglo XXI, por la que, además, se termina debiendo horas a la empresa.

El primero de octubre, la implantación de la jornada de 8 horas, cumple 98 años. Conquista sindical de referencia, con base en la movilización en unos años donde la revolución de las masas suponía la decisiva influencia en la evolución social. Hoy esa necesaria movilización precisa de renovación en sus formas puesto que, como frecuentemente vemos, la sociedad abducida por el capital está más por no perder lo poco que le permite sostener el pago de las deudas contraídas. Y sin embargo, como en el siglo XIX, la base de esa movilización se encuentra en el sentido de lo común y de la colectividad, que es intrínseco al desarrollo de la humanidad, sustentada en el principio de solidaridad. Principio fundamental en el que se basa la teoría, enraizada directamente en un modelo social alternativo, del reparto del trabajo.

El trabajo: reforzando el sentido que de “realización humana” tiene la noción de trabajo, es incuestionable la “necesidad” de vivir trabajando como ley de vida, y podemos afirmar, tomando como referencia a Bakunin, que el trabajo es garante de la existencia y del desarrollo pleno de la persona. Bajo esta referencia un horizonte que sindicalmente no puede perderse es la humanización del trabajo, que se produce cuando las necesidades fijas y limitadas del sentido más primario y las necesidades sociales e individuales son satisfechas. Siendo así, una sociedad democrática y solidaria debe alzarse en favor de quienes no pueden ver satisfechas esta conjunción de necesidades.

Los datos reales en cuanto al empleo, continúan en una senda de incertidumbre en cuanto a ocupación, pero de certeza en cuanto a la precarización del trabajo. Obviamente desde una perspectiva de reparto no se es capaz de volcar una tendencia de precariedad, si no va acompañada de medidas redistributivas de la riqueza, pero sí lo es de contribución a reducir una tendencia de desempleabilidad, aun admitiendo la condición de explotación que el término empleabilidad, asociado a salario, guarda, y que el reparto del trabajo por si mismo no soluciona un problema tan grave como es el desempleo, de clara tendencia perenne.

Las instituciones continúan en la senda iniciada bajo las apuestas por las llamadas políticas activas de empleo, que insisten, entre otras medidas sustentadas en las subvenciones, en la formación para aquellos colectivos con especial dificultad de inserción laboral. Unas medidas intrínsecamente capitalistas que siendo una obligación de la empresa, son asumidas por la administración. Medidas que difícilmente logran resolver el principal problema.

Las medidas de reparto, reforzadas en la filosofía de la reducción de la jornada laboral y una redistribución de recursos, se sitúan hoy por hoy como la vía más factible en la renovación de las plantillas; del acceso al primer empleo en el que poder convalidar experiencia y conocimiento, dando un valor añadido en términos de calidad o de servicio. Son también una herramienta para empresas donde la coyuntura de transición en esa revolución industrial 4.0 les supone decisiones de adaptación traumáticas. Es una medida sin explorar frente a los despidos. La sección de CGT-LKN en TRW, planteó como alternativa a los despidos medidas de reparto del trabajo, con respaldo del correspondiente estudio económico que sustentaba la viabilidad de tal propuesta, destapando los intereses reales de la empresa.

El sindicalismo dispone en las medidas de reparto del trabajo una herramienta más con la que poder ofrecer salidas dignas a distintas problemáticas socio-laborales. Pero es necesaria una apuesta común que presione a la Administración en la elaboración de medidas que se encaminen al establecimiento de una jornada laboral más humana, importante causa que ha de llegar, y debemos evitar que se imponga al albur del capricho flexibilizador. Tomando el relevo a la implantación de la jornada de 8 horas, sindicalmente tenemos la importante tarea de incidir e insistir en la oportunidad de la reducción de la jornada laboral; retomando el factor movilizador referido, es necesario llevar esta filosofía a los centros de trabajo que como factor determinante de transformación social son el elemento sustancial de cambio. Como medida complementaria, reforzando ese factor movilizador, tenemos una herramienta por explorar. Aun sabiendo que la negociación colectiva presenta importantes limitaciones, debemos llevar a la misma propuestas de medidas de reparto, de tal manera que los convenios colectivos tengan una referencia explícita al reparto del trabajo.

Joseba Santesteban

Grupo de comunicación

CGT-LKN Nafarroa




Opinión: De legalidad y democracia

No anda muy resuelto en democracia el muy y muy mucho democrático presidente del Gobierno español cuando se atreve a elevar una afirmación del calibre tal como: ”lo que no es legal no es democrático”. Quizás, hasta el momento, la mayor salida de tono de este hombre, con el qué tiene que ser muy divertido irse de cañas.

La cita, que no es el final de ninguna otra, viene como consecuencia de la decisión democrática para el referéndum catalán de primero de octubre, surgida del sistema representativo que utiliza muy bien el personaje barbado en escala de grises, y que tan de cabeza trae a estas gentes “doctas” en política y demócratas de toda la vida. Una cita que, como de costumbre, contiene elementos desafortunados con los que concibe la materia de la pléyade política de un amplio espectro, una democracia.

No vendría mal recordar Leyes tan cercanas y “despocráticas” como la denominada de Seguridad Ciudadana y popularmente conocida como mordaza, las distintas reformas laborales, la reforma exprés del artículo 135 de la constitución española, o la también democrática Ley de amnistía fiscal, entre otras. Todas ellas muy legales, amparadas algunas en las mayorías absolutas del gobierno de Mariano Rajoy, y otras bajo los pactos de las mayorías minoritarias, y que contienen en sí mismas un déficit democrático absoluto. Leyes que convergen en el elemento común del sometimiento social, no solo al Estado, también a los poderes fácticos que maman de él: la redención del evasor de capital como contribución a la causa del Estado; la explotación de las personas y de los recursos como mal menor favoreciendo el crecimiento económico; anteponer deuda frente a necesidades básicas sin reparar en las responsabilidades político-económicas; castigo a la disidencia; transgresión de la seguridad jurídica; violación de la intimidad y libertad individual; atropellos a la libertad de expresión; … ¡Un dato! Las multas por enfrentamientos de ciudadanos, no tienen por qué ser violentos, con las fuerzas de seguridad superan los 13,5 millones de euros.

La ley del más fuerte no es muy democrática. Las dictaduras, acuérdense del período 1936/1975, o 1923/1930 ambas envueltas en el fascismo y la monarquía, establecen sus legislaciones evitando procesos de consulta y bajo la más estricta imposición como forma de sometimiento. Las mayorías absolutas o los pactos “entre mayorias” amparados en la pseudodemocracia basada en el sistema representativo, también evitan la consulta y participación directa en las decisiones de calado. Por lo tanto y aunque la visión de lo expuesto siempre tiene matices en los que argumentar las bonanzas para el bien común, ambos sistemas coercen un desarrollo del ejercicio democrático.

Como forma de organización social, la democracia, en cuya definición Aristóteles y Platón son bastantes cercanos al definir uno como el gobierno “de la multitud” y “de los más” el otro, supone eso, una forma de gobierno mediante la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación. Por ello el debate serio no debiera tratar de encuadrar Democracia y Ley, puesto que como hemos visto e incluso comprobado, la Ley puede ser democrática o no serlo, además ambas, incluso la propia sociedad, están secuestradas por intereses espurios, constituyen mercadería especuladora y por tanto sujetas a tensiones privativas, donde su máximo exponente podemos encontrarlo en tratados como el CETA, el TTIP o los desahucios sin ir más lejos.

El “proces” ha reabierto varios espacios de debate en torno a distintos conceptos, de los cuales estas líneas tratan de encuadrar la evidencia despótica de una falta de voluntad de aproximación y diálogo institucional, así como una autoritaria falta de respeto por las decisiones tomadas bajo el sistema democrático del parlament. El mismo, exactamente igual que el defendido desde las posiciones centralistas estatales. La unidad de España por encima de todo, incluso del propio diálogo para su salvaguarda; viejo, prepotente y rancio discurso del sentimiento patrio, respaldado por Leyes coercitivas y puesto en evidencia en los trabajos de investigación sociológica de los aparatos del estado.

La calidad y cualidad democrática solo puede establecerse desde el ejercicio participativo de la sociedad. La participativa con herramientas y mecanismos consultivos y por supuesto la democracia directa, cuyos instrumentos de consulta son vinculantes, constituyen hoy por hoy el modelo democrático a instaurar. La ruta mediante la cual una sociedad del siglo XXI, formada e informada, es capaz de construir y dotarse de normas colectivas de entendimiento y respeto en la diversidad. Normas competentes y contemporáneas, con la necesaria flexibilidad vinculada a los intereses comunes.

No. Lo Legal no es necesariamente democrático, y aun admitiendo a la democracia como el sistema menos malo, no es posible aceptar el sometimiento legal bajo el aura déspota del juego distorsionador de las mayorías minoritarias.

Joseba Santesteban

Grupo de comunicación

CGT-LKN Nafarroa

 

 




Opinión: El mensaje obsceno

La realidad, parece, está desenfocada, ser una mentira, un cuento Kafkiano pero lo cierto, lo realmente veraz es que no hay ficción en lo que acontece, que todo se halla sumergido en un aroma de intereses, pleno de mensajes manipulados y sobre todo, sobre todo saturado de victimas inocentes y verdugos poseídos por la inmundicia y la codicia. Los conflictos siguen surgiendo como antaño y como no, resolviéndose siempre de parecida manera.

Hoy Sirios, Palestinos, Kurdos, Ucranianos, Rusos, Irakies,….., África en general y pobres en toda la Humanidad padecen, padecemos, un devenir inexplicable plenamente ordenado en su desorden. ¿Por donde caminamos, hacia donde vamos o nos llevan?. Quizás a la locura y la desaparición. Nunca antes jamás, el mundo fue tan rico y tuvo tantos medios para hacer de la existencia del ser humano un sendero de rosas. Pero… con tanto desarrollo hoy las personas se mueren de hambre, guerras y genocidios muchísimo más que ayer, estando ahora el planeta mas cerca del borde de la hecatombe, producida por la contaminación, la expoliación de los recursos, la destrucción, la barbarie y el exceso de producción consumista del mal llamado progreso.

Se sufre en Asia la nueva(vieja) explotación laboral, social y la injusticia que ello conlleva, en América latina la desigualdad de lo países emergentes, en África el hambre, la guerra y el exterminio y en el denominado primer mundo el principio del fin de la era de la llamada sociedad del bienestar. El capitalismo campea a sus anchas, imponiendo su norma y el como entiende el orden económico, social y mundial.

Es la llamada globalización impuesta bajo el criterio de unos dementes plenos de ambición y deformadores de la ética y la moralidad con su forma de estructurar, ver y mal entender la libertad, la democracia y la economía. Estos oligarcas modernos herederos y continuadores del hacer de los antiguos, bien enseñados y aprendidos utilizan las mismas artes para dominar el panorama humano y entre estos medios se encuentran, como siempre han estado, para controlar y encarrilar, actuando de herramienta del poder; la religión, la patria y el circo.

Cada una de ellas con su parafernalia y estética que jamas resuelven los problemas de la humanidad sino que mas bien son un problema en si mismos que embrutecen a la sociedad. En lo divino y religioso Judíos contra Musulmanes, Cristianos contra musulmanes y judíos, Budistas contra Hinduistas… todos/as contra ellos/as mismos/as y a la vez contra todos/as… una Puñetera demencia. Y las patrias, hay las patrias, sobre todo las oficiales, la de algunos que no la de todos y todas, las fundamentadas y nacidas de los poderes de las realezas de la época medieval y que se han ido estructurando y desarrollando hasta el día de hoy. Se lucha por ellas, se las vanagloria y se pierde la vida por defenderlas o extenderlas, por protegerlas sin que nadie mancille su honor. Su romanticismo nos encandila, buscando en su seno emocional, que nada tiene de real, la solución o el olvido de la veracidad. El poderoso se aprovecha de ellas para ejercer su autoridad a la vez que amasa su fortuna que dulcifica sobremanera su malvado existir, tapando con sus nombres las vergüenzas que asolan sus territorios.

Dios y la nación lo primero, lo demás no importa. Morir y matar con honor que el altísimo y vuestro país os lo recompensaran. Mientras los suelos se llenan de cadáveres sembrados en el nombre de Dios (llámese Ala, Cristo, Jehova o como nos venga en gana) y de la patria, da igual cual. Pero no nos engañemos y que no nos engañen, lo cierto, lo veraz, lo que les interesa es el poder y la opulencia. Y los y las ciudadanas recogiendo siempre mensajes tergiversados a la vez que envenenados. Viviendo o malviviendo según el lugar donde haya tocado nacer.

Y mientras el circo va actuando y nos va divirtiendo a la vez que encandilando. Antes gladiadores hoy el fútbol y el chisme nos despistan de la veracidad. ¡Que obscenidad! nos trae el capital manejando, diluyendo y superando el actual sistema de estados en todas sus formas sean democráticas o no, legislando en su pro, ejerciendo el mandato casi absoluto ahora que no tiene rival, salvo el mismo y algún que otro nefasto poder, ya que nadie, ni la derecha, ni la izquierda, ni el centro, ni muchísimo menos los totalitarismos de cualquier signo en versión nueva o vieja, han sabido ser la esperanza de una tierra que seguro quiere cambiar, ¿o si lo tiene? Ojo que siempre hay quien nos quiere superar o tal vez rivalizar. La historia, aprender de ella para no repetir, pero no la miramos o mejor no la examinamos.

Pasamos por encima de ella repitiendo sus errores, volviendo a hacer lo que no debemos, lo que ha quedado claro que si lo volvemos a reiterar, el mundo no va a dejar de sufrir. ¿Sera esto lo que le interesa a las élites? El malvivir de muchos lleva a la desmesura, el derroche, la lujuria y el abuso de poder de unos pocos, que encima se presentan como escaparate de la decencia y el buen hacer amen de defensores de la libertad, el orden y la seguridad en el orbe. ¡Que hipocresía maldita!. El siglo XXI lleva su tiempo caminando. Lo que salga de el, si es que le dejamos o le dejan terminar su andadura, sera el éxito o el fracaso del buen o el mal hacer del ser humano. Todos y todas somos pues, responsables de que este cuento tenga o no un final feliz.

Gebriel Rodriguez




Opinión: Punto verde a quienes Reparten su Trabajo en la Administración

El pasado 5 de junio, dentro de los actos de concesión de los puntos negro y verde, que otorga el grupo “Banatu Taldea – Iniciativa por el Reparto” cada año, a quienes se han distinguido, negativa y positivamente, en cuestiones de destrucción de empleo o del reparto del mismo, recogimos nosotros dos en representación, la distinción que este año se ha hecho al personal empleado público, que acogiéndose al Decreto Foral 39/2014, ha repartido parte de su empleo y de su sueldo, con personas desempleadas a lo largo de los tres años que este Decreto Foral lleva en vigor.

Deseamos expresar nuestro agradecimiento a Banatu, que en su acción de impulso de políticas de Reparto del Trabajo (RDT), entendemos, representa a todas las organizaciones sociales que, apartadas de los escenarios públicos y de forma totalmente desinteresada, desarrollan su labor, fundamentalmente, en favor de los derechos de las personas que peor lo están pasando. Porque el RDT supone no solamente favorecer el acceso a un derecho, el derecho al trabajo, reconocido constitucionalmente, sino también conceder una igualdad real de oportunidades, en cuanto a que el empleo, nos guste o no, continúa siendo un factor determinante de la integración social de quienes lo han perdido o nunca lo no han llegado a tener.

Queremos pues, dar traslado de esta distinción recibida, “Punto verde”, a todas aquellas personas, que como nosotros, han decidido acogerse a medidas de reparto del empleo en la Administración. Como dijeron desde Banatu el día del acto, la decisión de repartir el empleo que hemos tomado, es una decisión valiosa y generosa que merece la pena ser destacada. Así pues nuestra enhorabuena a todas las personas que acogiéndose a estas medidas de RDT han posibilitado la realización de más de 800 contratos de trabajo en tres años. Se podrá decir que son pocos: lo son; que son contratos de trabajo temporales: sí, es cierto; pero también entendemos que son empleos de calidad en cuanto a que su retribución, al menos para quienes han desempeñado puestos de trabajo de niveles medios o altos, es correcta, y que no se hubiesen producido sin la voluntad personal de algunas personas de “Repartir”.

Las razones para repartir parte de nuestro empleo y con ello parte de nuestros recursos económicos son muchas y todas válidas. Por un lado está la razón, más altruista, basada en la necesidad de “Trabajar menos para trabajar todos y todas” que apela a la justicia social; y por otro existen razones basadas en el desarrollo de la conciencia libre e individual de cada persona de que hay que “Trabajar menos para vivir mejor”, que apela directamente a nuestra libertad. Y es que, quienes repartimos parte de nuestro empleo y salario, podemos dar fé de que, con un poco más de tiempo para nuestros propios compromisos y proyectos vitales, se vive mejor. Sentirnos solidarios, a todos y a todas, nos hace ser más felices.

Todo nos dice que el trabajo es un bien cada vez más escaso. Los procesos de modernización, automatización y robotización, aplicados al sistema productivo capitalista, no buscan otra cosa que abaratar los “costes” de producción empresariales, ahorrando en “costes laborales”. La crisis económica mundial que estamos padeciendo es una invención ficticia, para no abordar el problema en su origen que no es otro que el de que si el empleo es cada vez más escaso, y la productividad de los y las trabajadoras no solo no baja sino que aumenta, lo que hay que hacer es reducir la jornada para que haya trabajo para todas las personas. Nuestros dirigentes, al menos los que están al más alto nivel político y económico, no quieren abordar los problemas que la desigualdad y la falta de cohesión social suponen para nuestras sociedades. El impulso de medidas de RDT, como condición de la reducción de la jornada que ha de darse con carácter general, es hoy, urgente e imprescindible, para el desarrollo de políticas del Bien Común. O dicho de otro modo, para que llevemos una vida decente.

Para ello, y en lo que respecta a la normativa del personal empleado en el conjunto de las Administraciones, no puede ser que las cargas económicas que conlleven éstas, recaigan únicamente sobre los hombros de este personal, como se viene haciendo hasta ahora. No puede ser que este personal vea reducida la parte de su sueldo en la misma proporción que ve reducida su jornada de trabajo, y que la Administración no soporte ningún tipo de coste; no es correcto porque estamos hablando del desarrollo de políticas sociales que corrigen desequilibrios sociales. Hablamos de cohesionar la sociedad en la que vivimos para de ese modo, podamos vivir todas las personas mejor; y esas competencias han de corresponder justamente a las Administraciones.

Esta carga sobre los hombros del personal de la Administración de sus políticas de RDT, es aun más absurda e injusta cuando la propia Administración es consciente de los retornos que este tipo de medidas conllevan: retornos vía nuevas cotizaciones a la Seguridad Social, retornos vía nuevas recaudaciones de IRPF, retornos vía aumento de la recaudación por impuestos al consumo, retornos en ahorro de prestaciones sociales que hay que prestar a las personas desempleadas, retornos en gastos sanitarios que se producen como consecuencia de una pérdida de salud al perder el empleo, etc, etc. Hemos oído en repetidas ocasiones, nunca son demasiadas, la justificación del “gasto social”, explicando en detalle estos retornos de los que hablo. Pues bien, abórdense de una vez las responsabilidades correspondientes.

Somos conscientes de que no siempre las actitudes o comportamientos individuales van muy lejos. Estamos viviendo una “realidad” en la que se nos ha hecho creer, sobre todo, que no existen alternativas al estado de las cosas, al mundo tal cual es en este momento, despiadado y competitivo; que cada cual tiene lo que se “merece”; que lo mejor es que cada uno mire por sí mismo; que las actitudes comprometidas con la sociedad están pasadas de moda, que estas no son más que las batallas del abuelo, en ocasiones incluso se ridiculizan… En este estado de las cosas y de las conciencias, mantener actitudes o comportamientos contracorriente como puede ser el del Reparto, aunque sean a título individual, es una muestra de resistencia al asalto que sufren las conciencias para que adoptemos posturas personales egoístas e insolidarias.

Tomar la decisión de repartir parte del empleo y sueldo que tenemos significa una liberación de todo el bombardeo ideológico que padecemos y que nos conduce a pensar que lo primero de todo es “tener”, “consumir”… Con esto, sin que apenas seamos conscientes de ello, nos convierten en personas atrapadas en un círculo de trabajo-consumo-trabajo-consumo… Las frustraciones que nos provoca una existencia excesivamente estresada en la que no quedan espacios para el desarrollo de los proyectos de vida personal, las salvamos consumiendo; y para poder seguir haciéndolo, en la medida que nuestra frustración aumenta, tenemos que trabajar más. ¿Cómo pensar en repartir? Cada vez necesitamos más. Y todo esto sin permitirnos, o quizás habría que decir sin que nos permitan, pensar si lo que hacemos es trabajar para vivir, o si es vivir para trabajar. Quizás lo más correcto en este momento sería decir que vivimos para consumir y luego morir. Elegir libremente, en este contexto cultural y social, en la medida de las posibilidades reales de cada cual, “Trabajar menos para trabajar todos – Trabajar menos para vivir mejor” supone un ejercicio de rebeldía y de libertad.

Mertxe Larumbre y Luis Uhalde (trabajadorxs de Gobierno de Navarra)




Tantaka: GREXIT?

Greziarena desagertu da hedabideetatik, gero eta gutxiago hitz egiten da herri horretan gertatzen denaz Badirudi Greziako arazo guztiak konpondu direla, baina ez, herri horren arazoek berdin diraute. Greziako gobernuak erreskatearen atal berria negoziatu behar du Troikarekin. Eta honek sakrifizio gehiago eskatzen dio Siryza gobernuari. Alexis Tsiprasek dio ez duela murrizketa sozial gehiago onartuko, baina … Greziako herriak sinetsi behar dio bere hitzari? Kantu hori lehenago entzun dugu eta promesa guztiak “txakurren ametzak” izan dira. Milioika pertsonek ez dute gizarte segurantzaren eskubiderik, langabeziaren tasa dagoeneko %23koa da eta jarraitzen du hazteen, emigrazioaren bidea hartu duten pertsonak kontaezinak dira, jubilatuek jasotzen duten erretiroaren balioa erdira jaitsi da eta gehiago murriztu nahi du Troikak. Guzti honen aurrean jubilatuak ez dira isildu eta kaleak hartu dituzte euren pentsioak defendatzeko, nekazariek traktoreak atera dituzte errepideak eta autobideak ixten, langabetuek ere jarraitzen dute mobilizatzen. Borroka sozial eta sindikalak behin eta berriro saiatu da egoera hau aldatzen baina gobernuak beti errepresioarekin erantzun du, ezkerreko gobernua jendearen kontra, hau harrigarria!

Une honetan gutxik sinesten duten Greziako zorra ordainduko dela, ezinezkoa da, Greziako ekonomia itota dago, ezin burua altxatu eta orobat onartzen ari da euro eremutik ateratzea dela bide bakarra. Euroaren diktadurak ateak ixten dio herriari bere kabuz bizitza antolatzeko, pertsonek ez dute inolako aukerarik bizi modu duin bat lortzeko Troikaren Europa barruan. Hau guztiez ohartzen du Siryza alderdiak?




Tantaka: Wasapak, mezuak eta boterea

Wasap bat jaso dut sakelako telefonoan. Mezuan kontatzen da Soto de Lezkairun bizi diren etorkin errumaniarrek mota guztietako abantailak eta faborezko jarrera izaten duten nafar instituzioetatik, bai udaletatik bai nafar gobernutik. Mezuak ba du intentzio pozoitsua bat, salatu nahi du guk, etxekoek, ordaintzen ditugun zergekin, alfer hutsak omen diren pertsona batzuk mantentzen ditugula. Hemen, Nafarroan dagoen prekarietatea eta pobreziarekin bertako jendeari laguntza eman ordez dirua uxatzen dugula lan egin ez duten etorkinak laguntzen. Mezu horrek pertsonen arteko gorrotoa elikatu nahi du, ez du inolako asmorik justiziaren alde lan egiteko. Laster etorri da wasap horren ezeztapena, Zurrumurruen Kontrako Sareak igorri du komunikatu bat esanez gezurra dela wasap horretan salatzen duena. Bai, egia da hainbat laguntza jasotzen dutela pertsona horiek, pertsonei harrera egiteko protokoloagoak esaten duenaren araberakoa. Beste pertsona askok jasotzen duen bezala baina inolaz ere horiek baino gehiago.

Errealitateak eten gabe kolpatzen gaitu, ustelkeri politikoa, ustelkeri ekonomikoa, pribatizazioak, langabezia … irratian entzuten, telebistan ikusten, interneten berria jasotzen dugun, jakin gainean gaude gertatzen ari denaz, baina zergatik gara hain selektiboak?, zergatik sinesten ditugu gezur interesatuak, eta egia berdaderoari ez diogu puto kasurik egiten? Trumpek wasap, twitter, facebook, eta horrelako teknologia erabiliz, politika gezurra zabaldu du, gezurra baita bere politikaren zutabe nagusia eta gu itsuak bagina bezala sinetsi egiten dugu, eta onartu diogu boterea hartzea. Boterea gu, pobreak gehiago izorratzeko, errazago esplotatzeko. Eta guk, gu baino prekarioagoak diren pertsonen kontra jotzen dugu, burutik ote gaude? Zergatik ez bideratzen gure amorrua boteretsuenen kontra? Susmoa dut mezu maltzur eta xenofoboak sarean zabaltzen dutenak oso gustura daude Trump, Mª Lepen eta enparauekin.




Tantaka: bai zera!

Behin eta berriro esaten ari zaigu krisia atzean utzi dugula, ekonomia ziztu bizian hazi ari dela. Adibide gisa langabeziaren datuak eskaintzen dizkigute, eta bai, egia da langabezi zerrendan gero eta pertsona gutxiago daudela apuntaturik. Baina sinatu diren kontratu berrien lan baldintzak zeintzuk dira? Zenbat orduko kontratuak dira? Zein soldatarekin? Kontratu hauen esker pobrezia indartzen  eta bazterkeri soziala areagotzen da.

Negu gorrian gaude, Europa osoa hoztuta eta, aukera ezin hobea indar argiaren tarifa igotzeko. Ekonomiak aurrera egin behar du eta horretarako denok gure ahal egintxoa egin behar dugu, berdin da gorputza gure ekonomia bezain hoztuta geratzen bada.

Ba al dakizue Felipe Gonzalezek Gas Natural Fenosarentzat lan egiten duela?, eta Jose Maria Aznarrek Endesarentzat?, eta Mariano Rajoyk harreman estua duela Iberdrolarekin? Hauen patrikak bero beroak daude, ongi dago … ez da ezer gertatzen, denak eman behar zaio ekonomiari. Denok galdu behar dugu, gutxi batzuk asko irabaz dezaten. Horixe baita kapitalismoaren eta hazkunde ekonomikoaren logika. Nik nire kontratu zaborraren esker jasotzen dudan soldatarekin gustura ordainduko dut argi indarraren tarifa berria. Bai zera!




El anuncio de Fátima sobre la jornada laboral: Milagros, a Lourdes.

¿Hablan en serio? ¿qué pretende realmente Fátima Bañez cuando habla de racionalizar los horarios? ¿terminar la jornada a las 6 de la tarde es algo que se puede proponer a quienes no tienen trabajo o a quienes prolongan sus jornadas más allá de lo imaginable? La propuesta de Báñez es desconcertante o directamente contradictoria en sí misma y dicha por decir algo, hablar por no callar. ¿Piensa realmente en acabar con el trabajo nocturno y los tercero, cuarto o quinto turno a que nos somete la productividad?

Precisamente, llevamos años de liberalización de horarios, de un abierto 24 h generalizado, incluídos festivos. Años en los que se viene realizando un volumen alarmante de horas extraordinarias, equivalentes al trabajo de 150 000 personas. Además, padecemos una nefasta reforma laboral que ha precarizado al máximo las condiciones de trabajo. Con este panorama nadie se cree el titular de prensa que la Ministra propició hace unas semanas.

Por supuesto que sería deseable que acotásemos las horas destinadas al trabajo asalariado para poder disponer de más tiempo que dedicar a todo aquello que o bien es necesario (trabajos domésticos, cuidados, descanso, salud…), o bien elegimos (participación social, aficiones, cultura…), pero nuestra forma de desearlo no es compatible con el modelo de mercado competitivo y voraz que defiende Bañez.

Proponemos el reparto del trabajo como la mejor manera de racionalizar los horarios, como la forma más honesta de afrontar el paro y la precariedad que tan desigualmente se distribuyen entre la población y entre hombres y mujeres. Lo proponemos además, desde un punto de vista decrecentista, lo que quiere decir que aspiramos a una sociedad en la que el crecimiento económico no sea el objetivo central sino que lo sea la satisfacción de necesidades personales y sociales, así como la protección de nuestro (y de las futuras generaciones), ya muy dañado, medio ambiente.

No parece que la Ministra de Empleo, la misma que está fomentando el trabajo más allá de la jubilación al permitir que el cobro de la pensión sea compatible con seguir trabajando (jubilación activa, han dado en llamar al invento), esté pensando precisamente en todo esto. No parece dispuesta a mostrarse desleal para con la productividad en pro de unos horarios más racionales, más al contrario, seguramente quisiera disponer con libertad de nuestros tiempos para ofrecerlos en sacrificio a la competitividad. Por ello, desconfiamos del verdadero propósito de Fátima con sus revelaciones ya que no creemos en los milagros. Milagros a Lourdes.