Presentación del cuaderno “151 Malatextos”, el 4 de febrero, en la Semana Libertaria

El Colectivo Malatextos ha reunido todos sus artículos en un cuadernillo (lo puedes descargar en https://drive.google.com/file/d/0B5ZfZtIIeyYoT2FsbHI4bWdZbVE/view), que presentará, de mano de Chema Berro, en la Semana Libertaria con la celebración de un café-tertulia. La cita tendrá lugar a las 17:30h en los nuevos locales de CGT/LKN-Nafarroa (Santa alodia 7-bajo, Rotxapea).

Este es el texto que cierra el cuadernillo:

151 Malatextos

Han pasado ya más de ocho años desde aquellos primeros textos y toca hacer una reflexión sobre nosotras mismas. No pasaremos el examen con buena nota, eso seguro.

Nacimos en un momento de cierta ebullición social, ante una “crisis” que no lo era pero que estaba golpeando a las capas más empobrecidas de nuestra sociedad y que amenazaba seriamente con alcanzarnos a todas. La brecha social crecía imparable. La contestación social también. Asistíamos a un momento de cierta expansión y apostamos por empujar, por aprovechar aquellas grietas que se abrían en una realidad capitalista sólida, tratando de denunciar incontables situaciones de injusticia y de proponer alternativas a través de nuestros textos.

Así, hemos escrito contra el modelo desarrollista apostando claramente por el decrecimiento, la disminución de los niveles de consumo, el reparto del trabajo,… Hemos hecho reflexiones sobre el modelo de ciudad, el modelo sindical, la política internacional, el patriarcado, la violencia, la solidaridad… Utilizando la actualidad, esa que nos marca el tema sobre el que hay que hablar cada día, hemos tratado de hacer llegar otra visión de la realidad, otras soluciones distintas, más ligadas a la libertad y equidad de las personas que a la lógica capitalista imperante.

Podríamos sacar éste o aquel malatexto concreto, discutir si de entre todos los escritos, malos casi todos, hay uno especialmente peor… No es esta, desde luego, la finalidad de nuestra reflexión. Este es un escrito de fin de ciclo y no precisamente por falta de asuntos sobre los que escribir o por rendición del enemigo. Lo es porque la temperatura social ha descendido, porque las grietas se han ido tapando y porque no hemos servido para el propósito transformador por el cual tuvimos la necesidad de juntarnos y divulgar una manera particular de ver la vida.

En aquel momento parecía incluso tener remedio. 8 años y 151 textos después la situación social es más dura cada día y mucho más complicada de revertir. Por ello, son tiempos para el análisis y la creación de nuevas formas de actuación, tiempos de repliegue “intelectual”. Toca reinventarse, buscar formas adecuadas y eficaces de aportar a la reflexión y al pensamiento crítico. Este proceso de ruptura está totalmente abierto, incluso hemos visto adecuado reunir todos nuestros textos en un cuadernillo para volver a pensar en estos años, en todo lo que ha pasado y en cómo lo hemos vivido para afrontar este nuevo presente y futuro. Esa será nuestra labor a partir de ahora aunque seguiremos escribiendo cuando nos de la gana o lo necesitemos. No es ninguna amenaza.

Colectivo Malatextos, 30 de enero de 2017




Colectivo Malatextos: Reflexión en voz alta

Se me cortó el café con leche que acompañaba la reposada lectura de un diario que encontré en la barra de un bar. En la sección de opinión, una carta al director en la que se relata un desagradable pasaje de un padre con su hijo. Hasta ahí, nada que no pudiera entender. Lo que se me indigestó fue la frase, “No, no soy un refugiado sirio”, con la que se quería dar a entender que el incidente padecido fue muy desagradable e injusto.

En primer lugar, me pareció una frivolidad comparar una mala experiencia como la relatada con la indescriptible situación de miles de personas a quienes no les asisten los derechos más fundamentales y que, precisamente en estas fechas, afrontan un temporal de frío y nieve que ya se está cobrando vidas, según denuncia ACNUR.

Pero además, me pareció leer entre líneas que hay situaciones de dificultad que podemos aceptar para otras personas pero que no son de recibo para “un contribuyente al que le liman religiosamente sus impuestos”, tal y como sigue diciendo la carta.

La normalidad con la que asumimos el sufrimiento de otras personas choca con nuestro estatus de ciudadanía occidental, aunque sepamos que la misma se cimienta en una situación de privilegio que no podría sostenerse sin el enorme desequilibrio mundial que condena a la miseria a la mayor parte de la humanidad.

Es lamentable nuestra falta de compromiso, hablo en primera persona, aquiescencia muy confortable para nuestros gobiernos europeos que no hacen lo que debieran ni en el origen ni en las consecuencias de conflictos como el de Siria. Por ello, es de agradecer a quienes sí se implican, (ejemplos tenemos cernanos y recientes), su pelea por impulsar ciudades de acogida y actitudes personales consecuentes.

Por favor, me disculpe el indignado escritor que con sus letras compuso el caleidoscópico espejo en el que me pude reflejar y me ha llevado a escribir esto, no como una réplica a su carta sino como reflexión en voz alta.

Salud, suerte y acierto para todos y todas.

Colectivo Malatextos




Colectivo Malatextos: Telediario. El tiempo

Pamplona, 17 de enero, 7´45 horas, el termómetro marca menos dos grados. Nos lo venían anunciando durante bastantes días todos los partes meteorológicos de todos los telediarios de todas las cadenas: se acerca una ola de frío. Tratan de transmitirnos una sensación de que todo está, lo tienen, bajo control. La competencia entre las cadenas hace que ninguna pueda quedarse atrás: si una anuncia frío, la otra, mucho frío; si la una dice que es una ola de frío polar, la otra añade que se trata de una ola de frío polar, siberiana, la muy ladina. Luego nos abrumarán con su competición de imágenes de nevadas, carámbanos y paisanos y paisanas haciendo declaraciones al respecto.
Si una televisión empieza, la otra le hace la ola y a ella se suman todos los medios de comunicación, reducidos a meros replicantes. No parece que dos grados bajo cero en un amanecer de enero en Pamplona sea un frío desmesurado para convertirse en noticia de apertura de informativos, pero…
Pero es que no es solo el frío, nos dicen, está además la sensación de frío, a dos grados bajo cero le corresponde una sensación de ocho o diez, y a menos diez grados la sensación de menos veinte o treinta, y eso es ya otra cosa. La sensación de frió que parecería una cosa subjetiva se convierte en objetiva y medible, haciéndonos a todas un poco más frioleras, pero extendiendo su capacidad de predicción y control, del frío a las sensaciones.
Falla el control de fronteras, que tan bien hemos desarrollado para frenar las olas de emigrantes o para incitar las de turistas. Ante la ola de frío las fronteras, hasta las impermeabilizadas, parecen inoperantes, por más que la ola sea polar y siberiana, o sea, extranjera. Habrá que preparar una sección de los cuerpos de seguridad especializada en olas de frío.
Nos venden el control, unos determinados controles, como sinónimo de seguridad. El que todo esté controlado nos relaja, aunque de paso nos vuelva más frioleros, más adictos y vulnerables ante lo que nos venden como noticia, y un poco más estúpidos, hasta el punto de que pueden vendernos como noticia de primera plana algo tan poco noticioso como el que en invierno haga frío. ¡Qué no pasará con otras noticias de un poco más enjundia!




Colectivo Malatextos: Kastejon libre de okupas

La ley está para cumplirla. En Castejón llevan ocupando ilegalmente un espacio desde hace varios años, con varias sentencias que obligan al desalojo, la última del Tribunal Supremo, que siguen violando unos anti-sistema que nos toman el pelo disimulando sus rastas con gomina, desobedeciendo y faltando al respeto a las instituciones como a la ciudadanía, que es quien les paga la luz.

Pagamos la luz a estos vagos y violentos de prácticas mafiosas sí, que tienen atemorizada a la población, como a la ciudadana Rosana, nombre falso por miedo a represalias de los violentos, quien nos contó que le amenazaron que les pagara el impuesto energético o podría sufrir un accidente como el de la anciana de Reus.

Los okupas dicen que dan vida y riqueza al pueblo, organizando supuestos “talleres de energía”, muy lejos del mundo de los chacras, pues a cuenta de ellos el aire de la ribera es el que cuenta con mayor espacio de ozono troposférico de Navarra, que afecta peligrosamente a la salud de las personas, así como al presupuesto sanitario y también al desarrollo agrícola: ¿cuarenta puestos de trabajo a cambio de cargarse toda la producción con esa porquería que arrojan a los campos? Populismo y demagogia, pues esa central es un cáncer.

Esto sucede también cuando el buenrollismo de la ciudadanía se apodera y permitimos que lleven a cabo actividades molestas como dicta la sentencia, dejando así que nos sentencien, a cambio de mordidas para unos pocos, saltimbanquis y comefuegos para el resto.

A la inversa aconteció en la merindad de Iruñea, con un juez de guardia cumplidor de la ley, guste o no, que dio orden a los cuerpos y fuerzas de seguridad del municipio, quienes cumplieron también la ley que les obliga el artículo 408 del Código Penal. En este caso el fin de la ocupación era éticamente justo, pues con aquella acción se pretendía denunciar la especulación inmobiliaria a la que falta mucho por legislar y cumplir, el juego real del Monopoly que a tantas familias ha echado a la calle.

Pedimos al gobierno de todas y todos que ejecute la ley, pues les guste o no, la ley está para cumplirla si hay soberanía garantista, seamos serias. No es de recibo que cuatro rastas engominados tengan sometida a toda la población Ribera. A ver si vamos a tener con este cuatripartito el gobierno del cambio climático.

Colectivo Malatextos, 20 de noviembre de 2016




Colectivo Malatextos: Karoshi

Este es el término que en Japón designa la muerte por exceso de trabajo, una realidad aceptada por el Gobierno japonés, el cual ya legisla y publica recomendaciones con el fin de combatir los más de 300 casos de Karoshi anuales.

Largas jornadas laborales, horas extraordinarias que se alargan más allá de lo imaginable, no disfrute de libranzas y vacaciones,… Este es el escenario laboral que hace del trabajo una epidemia mortal en Japón. Vivir para trabajar llegando, incluso, a morir por trabajar tanto.

Hoy por hoy, incluso en una sociedad como la nuestra, muy predispuesta a los discursos desarrollistas, todo esto suena a locura. No obstante, cabe preguntarse si, en un grado inferior, no estamos padeciendo una dinámica semejante: dificultades para la conciliación familiar, estrés, enfermedades profesionales y accidentes laborales, flexibilidad laboral que pone nuestros tiempos y calendarios a disposición de la productividad caprichosamente deseada por los mercados…

Podríamos pensar en trabajar menos horas para vivir más nuestra propia vida, con mayor salud, con tiempo para dedicar a los cuidados, al ocio, la cultura, al descanso, a las relaciones sociales o a la participación social. Por si fuera poco, trabajando menos podríamos trabajar todas y todos. Lamentablemente, en una sociedad como la nuestra, muy predispuesta a los discursos desarrollistas, todo esto suena a locura.

Lo que está claro es que debemos elegir y tomar partido. O bien optamos por el reparto del trabajo asalariado o bien aceptamos, a modo de Harakiri, el Karoshi. Hace dos semanas, representantes de un amplio abanico sindical participaron, de la mano de Banatu Taldea, en un taller sobre el reparto del trabajo. Si bien se confrontaron distintas posturas y se dio un debate de calado, podría ser que el germen de la idea de un trabajo asalariado social y ecológicamente sostenible pudiera estar presente en los anhelos de quienes participaron en aquella actividad.

Nos toca resoplar a todo pulmón sobre todo rescoldo que pueda hacer prender esa imposible hoguera que nos alumbre en la senda del buen vivir y del bien común, para que nuestros nietos y nietas no la casquen un buen día, de tanto trabajar.

 Colectivo Malatextos, 8 de noviembre de 2016




TTIP-CETA: Convocatoria 5 noviembre, 13 h, Autobuses//Malatexto

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De la “A” a la “CETA”

¿Se acuerdan de Hervé Villechaize, el enanito (rechazaba que le identificaran con eufemismos) que imitaba a Felipe González en la televisión de los ochenta? Pues nos acaban de aprobar un acuerdo bilateral con Canadá, que dejará abierta la llave del gas para volar por los aires de una vez, bajo la amenaza de la factura del ISDS si no hay fractura hidráulica, otra más que rompe el protocolo del coito y el condón umbilical que nos unía a una Madre Tierra que nos hacía inmunes.

Fracking aparte, nos acaban de suscribir y poca gente lo sabe, un acuerdo de servidumbre feudal que nos afecta en todo lo innato y no tiene parangón. Pues todavía pretenden aprobar otro que da más risa, toma torta y dábale sartenazo, con un estado de América de cuyo nombre no quiero acordarme.

¿Se acuerdan de Hervé Villechaize, el enanito (rechazaba que le identificaran con eufemismos) que imitaba a Felipe González en la televisión de los ochenta? ¿Se acuerdan? La capacidad de atención del ser humano es limitada y debe ser constantemente espoleada por la provocación, lo decía Albert Camus, a ver si para la próxima miramos bien lo que nos firman pues luego no hay quien se dé de baja ni del Círculo, de Movistar y Mosanto, ni del progreso y el desarrollo, dejémonos de eufemismos y su real academia de la neolengua, no nos dejemos y acudamos este sábado a manifestarnos a las 13:00 a la estación de autobuses de Iruñea, así como en otras tantas capitales insumisas al capital, de la “A” a la “Z”.

Colectivo Malatextos




Colectivo malatextos: Explotadores…¡¡de perros!! y de audiencias

background-old-tvs-end-television-41992592Cuando mi capacidad de asombro parece haber llegado a su límite, llega la televisión y ¡zas!: “Explotadores de perros”. Sí, un programa de investigación que trata de denunciar la crueldad con que tratamos a los perretes, las condiciones que padecen al salir ilegalmente de sus países de origen, la explotación que sufren, el abandono y/o la muerte al que les lleva todo ese macabro periplo. Joder, está muy bien ser sensibles al sufrimiento animal. Hay que serlo y no tengo dudas al respecto. Pero, cuando esa vida de perros es padecida por millones de seres humanos y no provoca, ya no digo una indignación movilizadora, sino programas e informaciones sensibilizadoras, “Explotadores de perros” me parece una coña de muy mal gusto, que lejos de buscar concienciar sobre el respeto a toda forma de vida, sólo trata de vendernos un producto que se verá pagado con determinada cuota de audiencia.

Nos está tocando vivir el declive de la humanidad como quien asiste a un espectáculo ajeno a nosotras mismas. ¡Que no nos falten las palomitas! Compremos, acumulemos, trabajemos por lo que nos den y volvamos a comprar y a acumular. Aunque sabemos que nuestro bienestar se cimienta sobre el sufrimiento de otros seres humanos, preferimos fijarnos en los megapixels de nuestro móvil. Nuestro ombligo se está convirtiendo, en el centro del universo sobre el que pivotan todas nuestras acciones. Yo y mi situación, mi situación y yo. Tenemos tan inoculado el sistema (y sus miedos) en nuestro interior que hemos perdido la capacidad de imaginar alternativas. Tampoco sé si queremos arriesgar. Bueno sí que lo sé.

Millones de muertos y desplazados, guerras, hambrunas, cierres de fronteras, explotación de criaturas, de padres, de madres y de espíritus santos, desempleo, exclusión… El mal llamado primer mundo se solapa con el tercero, sin haber conocido nunca dónde narices se sitúa el segundo. En nuestro opulento entorno, crecen los nacionalismos, el autoritarismo y la violencia, mientras el capital se fuga y acumula.

No sé a quién leí, tampoco importa, “que el capitalismo había vencido al comunismo y ahora se devoraba a sí mismo”. En esas andamos y nuestra obligación es no devorarnos a nosotros mismos. Al menos ponérnoslo un poquito difícil, vamos. Es una obligación pensar y llevar a cabo acciones de protesta encaminadas a objetivos que persigan el bien común, la satisfacción de necesidades garantizable universalmente, e ir dejando a un lado el juego de las puñeteras mayorías que abandona a su suerte a demasiadas personas. Ya es hora de sustituir conceptos como el “poder adquisitivo”, el “crecimiento económico” o la “productividad”… que ahondan en la sociedad de consumo y dejan por el camino a enormes sectores de la población, por otros como el beneficio social y el reparto que nos pueden ir acercando a una sociedad más justa.

   Buscar alianzas y complicidades entre iguales, con problemas comunes, salir a la calle a reclamar -ante quien haga falta- lo que nos favorece a todos. Cualquier cosa, por pequeña que pueda parecernos y que podamos hacer en ese camino, debemos tratar de llevarla adelante con tesón. Fácil no es, no nos engañemos, pero de otro modo, ya podemos ponernos a marinar ante la perspectiva de canibalismo social que está llamando a la puerta…

Colectivo Malatextos, 15 de agosto de 2016




Colectivo Malatextos: Acomodo cínico y estúpido

malablogYa son más de 3000 personas que han perdido la vida en el Mediterráneo intentando llegar a las costas Europeas. Si bien llevamos la cuenta exacta de las personas asesinadas por el terrorismo Yihadista en nuestra Europa-bunker, desconocemos el número de personas muertas en los bombardeos  de la coalición Occidental y de Rusia en Siria,  Irak, Kurdistán… La pasada semana se dedicaban largos minutos de información de un telediario de una cadena televisiva al tiroteo de Múnich, en el que murieron 9 personas. Pocas noticias después, en menos de un minuto se despachaba el doble atentado en Kabul en el que murieron 61 personas a manos del Estado Islámico. No se trata de comparar  ni de aplicar reglas de trés al sufrimiento, se trata de analizar por qué nos cuesta sentir y compadecer estas tragedias cuando no nos identificamos con el perfil de las víctimas: su modo de vida, raza, poder adquisitivo…

Conocemos los rostros y nombres de las víctimas de los atentados de Paris, Bruselas, Niza, Múnich… sabemos dónde trabajaban o si estudiaban, si tenían Facebook, su origen social, etc. ¿Qué sabemos de las victimas de nuestros ejércitos y de la OTAN en nuestra guerra contra el terrorismo? Muy poco, tan sólo que la inmensa mayoría son pobres a rabiar, que hemos esquilmado sus países, que les hemos robado su futuro. Viéndolas caminar hacia Europa nos recuerdan a los/las zombis, parecen que están muertas en vida. En Europa, EEUU, Canadá o Australia, ¿a quiénes nos importan estas no-personas? ¡A nadie!

En el mundo global del capital estas personas sobran y son una amenaza para nuestra vida acomodada y venida cínica y estúpida.

Colectivo Malatextos, 30 de julio de 2016




Colectivo Malatextos: Un mantel de hule

alfonso_casas_moreno_ilustrador_amor_y_mas_30En plan Javier Fernández Albarracín, de quien me considero follower y por ello retuiteo su iniciativa para el público más allá de Twitter.

Ayer me regalaron un mantel de hule, polímero donde los haya con forro de felpa de un grosor especial para conseguir una mayor sujeción a la mesa. Lo cuento aquí porque, inspirado en toda esa gente feliz que lo suelta todo por Facebook y demás redes sociales, he considerado que estaría bien compartirlo con las personas lectoras de este periódico, que tienen el mismo derecho a la información banal que a nadie interesa. El mantel es muy resistente y se limpia fácilmente con un paño húmedo.

Colectivo Malatextos, 23 de junio de 2016




Colectivo Malatextos: Top Manta Stop Secrets

APROPIACIÓN Y EXPLOTACIÓN(1)Las asociaciones de Empresarios de Comercio y Hostelería del Centro de Iruñea han denunciado que estos Sanfermines las personas manteras les han hecho competencia desleal, vendiendo copias falsas de productos hasta delante de establecimientos que ofertaban el original, mientras la policía miraba hacia otro lado. Decían que «es necesario descubrir y desmantelar las mafias que están detrás y que basan su negocio en la explotación de la miseria, el fraude y la competencia desleal».
 
Lo decían con toda la razón y voy a contribuir revelando algunas de estas mafias que cita el Centre for Research on Multinational Corporations: Prada, Louis Vuitton, Nike, Adidas, Reebok, Timberland, Clarks, Nine West, Victoria’s Secret, Zara, Bershka, Cortefiel, El Corte Inglés, Mango, H&M, C&A, Primark, Tommy Hilfiger, Calvin Klein, Donna Karan y hasta Mothercare, la tienda de artículos para bebes y niños, fabricados también por niños.
 
Comerciantes, como no dudo de vuestra elevada y acreditada conciencia a la hora de distribuir productos en base a su procedencia ética, les recomiendo que consulten el informe completo de tejidos defectuosos llevado a cabo por el Centre for Research on Multinational Corporations, pues les será / nos será de gran ayuda para «descubrir y desmantelar las mafias que están detrás y que basan su negocio en la explotación de la miseria, el fraude y la competencia desleal».
 
Colectivo Malatextos, 19 de julio de 2016