Argumentario de CGT para la Huelga General del 8 de Marzo

ARGUMENTARIO CGT HUELGA GENERAL 8M – 2018

¿A QUIÉN AFECTA?

Afectará a todos los trabajadores y trabajadoras, de todos los ámbitos sectoriales, públicos y privados, funcionarios y funcionarias, al igual que a empresas y organismos encargados de servicios públicos, sin distinción alguna de situación laboral, sexo, edad o condición social.

 TIPO DE HUELGA

Huelga General el día 8 de marzo de 2018, de 24 horas (desde las 00 horas hasta las 24 horas del mismo día): huelga laboral, de consumo, de cuidados y estudiantil.  El objetivo es parar la vida en toda su extensión y visibilizar el papel protagonista que tiene la mujer en el engranaje de esa vida. La huelga general se plantea como huelga laboral (convocando a toda la clase trabajadora); huelga de cuidados (que evidencie la sobrecarga e invisibilidad de los cuidados, la ausencia de corresponsabilidad en el trabajo doméstico y de cuidados y permita la visibilidad máxima de las mujeres); de consumo (la mejor herramienta para luchar contra el capitalismo y potenciar la economía feminista que ponga la vida en el centro) y estudiantil (buscando el apoyo y convocatoria de los sindicatos y organizaciones estudiantiles.

¿QUIÉN CONVOCA?

La CGT en coordinación con el Movimiento Feminista quien viene planteando desde hace años esta propuesta de huelga general de las mujeres y, en consecuencia, son las mujeres quienes deben ocupar el papel protagonista en esta convocatoria y movilización.

FINALIDAD DE LA HUELGA GENERAL

HG contra la ineficaz política en materia laboral, económica y social lo que provoca desigualdad permitida entre hombres y mujeres; convierte a las mujeres en ciudadanas de segunda o tercera categoría; así como para poner fin a los asesinatos y violencias machistas.

MOTIVACIÓN Y PETICIONES DE LA HUELGA

1.        Acabar con la desigualdad en el ámbito laboral, económico y social de las mujeres respecto de los hombres

2.        Poner fin a la desigualdad constatada de la división sexual del trabajo en este sistema capitalista y patriarcal

3.        La retirada de las políticas, leyes y actuaciones del capital que conllevan la discriminación y desigual oportunidad en el acceso al empleo y promoción profesional de las mujeres y el fomento de medidas efectivas para la disminución de la mayor tasa de paro femenina.

4.        La adopción de medidas concretas e inmediatas que acaben con la brecha salarial y la desigualdad en las pensiones

5.        Modificar los estereotipos de género y la persistencia de los valores masculinos en las estructuras de las organizaciones

6.        Control sobre las implantaciones de los Planes de   Igualdad en las empresas

7.        La erradicación del persistente acoso sexual laboral, la precariedad laboral, temporalidad y la alta tasa de contratos con jornadas parciales que sufren las mujeres

8.        El establecimiento de políticas laborales sociales y económicas que hagan efectivas la conciliación real de la vida familiar laboral y personal, así como la corresponsabilidad en los cuidados.

9.        Consideración de las tareas de cuidados como trabajo con derecho a remuneración y derecho a sus prestaciones contributivas independientes.

10.   La equiparación efectiva y real de las Empleadas del Hogar al régimen general.

11.   La exigencia al gobierno de medidas concretas y efectivas contra las violencias machistas

12.   La igualdad material efectiva de las mujeres migrantes y refugiadas.

DESARROLLO DE CONTENIDOS DEL ARGUMENTARIO

A.       La retirada de las políticas, leyes y actuaciones del capital que conllevan la discriminación y desigual oportunidad en el acceso al empleo y promoción profesional de las mujeres y el fomento de medidas efectivas para la disminución de la mayor tasa de paro femenina.

A nivel europeo, según datos de la Comisión Europea para el año 2017, las mujeres representan el 60% de las trabajadoras y los trabajadores con estudios superiores y el 45% del empleo total, pero según aumenta la categoría profesional disminuye la presencia de la mujer y en alta dirección se reduce al 14%.

En el Estado español, menos del 10% de embajadores son mujeres, menos del 14% de jueces del Tribunal Supremo son mujeres, menos del 30% de los ministros, menos del 20% de los catedráticos y así numerosas profesiones más (INE 2017).

Son precisos Planes de Igualdad en las empresas de más de 250 personas trabajadoras en donde se deben implantar medidas que garanticen la igualdad en la promoción profesional.

Rechazar las políticas que sitúan al hombre en el centro de la vida y a las mujeres inferiores y subordinadas a él en un contexto de relaciones patriarcales.

El acceso al empleo y la tasa de paro deja patente la desigualdad entre hombres y mujeres. Claro ejemplo de lo anterior son los trabajos feminizados (telemarketing, trabajo de cuidados, enfermería, etc.) que tradicionalmente relacionan la empleabilidad de las mujeres con trabajos precarios.

A su vez, la tasa de paro de las mujeres en el tercer trimestre de 2017 supera en más de nueve puntos a la de los hombres (14,59% respecto a los hombres y 23,88 % de mujeres, con una diferencia entre ambos sexos de 9,29%).

B.        La adopción de medidas concretas e inmediatas que acaben con la brecha salarial y la desigualdad en las pensiones.

No existe igualdad real retributiva por trabajos de igual valor entre hombres y mujeres, a pesar de que la directiva de 2006 de la Unión Europea que promueve la igualdad de género en el mercado de trabajo. En el Estado español, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) para el año de 2017, las mujeres cobran de media un 23% menos que los hombres, lo que supone trabajar 60 días al año gratis o trabajar 10 años más o empezar 10 años antes para ganar tanto como los hombres.

Esto se traduce en una enorme brecha de género también en las pensiones, con bases de cotización más bajas de las mujeres.

En el Estado español, según datos del INE para el 2017, la cuantía de la pensión media de jubilación de un hombre es de 1.140,4 euros mientras en el caso de las mujeres se sitúa en 718,23 euros.

En cuanto a las pensiones contributivas, en 2017, el número de mujeres que percibe pensiones con cuantía entre 300-700 euros mensuales duplica al número de hombres; mientras que el número de hombres que percibe pensiones a partir de 700 en adelante duplica al número de mujeres que las perciben.

En las pensiones no contributivas, el 76,55% la cobran las mujeres.

C.        La erradicación del persistente acoso sexual laboral, la precariedad laboral, temporalidad y la alta tasa de contratos con jornadas parciales que sufren las mujeres.

Dentro de la precariedad laboral, las mujeres sufren una doble discriminación: el acoso sexual o por razón de sexo, temporalidad y la contratación de jornadas parciales.

El acoso sexual o por razón de sexo contra las mujeres en el trabajo es un reflejo más de las violencias machistas de la sociedad patriarcal en la que vivimos.

Hay una clara diferenciación entre las mujeres migrantes y las españolas, referente a que más de un millón de mujeres han sufrido situaciones de acoso en su actividad laboral, siendo que el 18% de las mujeres migrantes encuestadas declara haberlo sufrido, frente al 9,5% de las mujeres españolas.

Las mujeres tienen una mayor inestabilidad y precariedad laboral, siendo el 26,4% de las mujeres trabajadoras tienen contrato temporal frente al 25,7% de los hombres.

Respecto a la alta tasa de contratos con jornadas parciales, muy vinculado a las tareas de cuidado asignadas a las mujeres, es necesario destacar que según el INE y Ministerio de Empleo y Seguridad Social reflejan una realidad marcadamente diferenciada: el 26,6% de mujeres empleadas con 1 hijo tienen un contrato a tiempo parcial frente al 5,7% de hombres y, en el caso de 3 o más hijos, los porcentajes son un 26,2% de mujeres frente al 6,4% de hombres, siendo que el 97,3% de las personas ocupadas a tiempo parcial para hacerse cargo del cuidado de hijos de 14 o menos años son mujeres.

En el conjunto de 2016, por ejemplo, las mujeres firmaron 8.763.700 contratos, 4.573.000 a tiempo completo (el 52,2%) y 4.190.700 a tiempo parcial (el 47,8%). En cambio, el año previo al estallido de la crisis (2007) los porcentajes fueron del 65,2% y del 34,8%, respectivamente, con un volumen total de contratos muy parecido (8.565.900).

D.       El establecimiento de políticas laborales sociales y económicas que hagan efectivas la conciliación real de la vida familiar laboral y personal, así como la corresponsabilidad en los cuidados.

La conciliación de la vida laboral, familiar y personal requiere políticas que permitan el cuidado y la atención de las personas dependientes (menores, mayores, personas enfermas y personas con diversidad funcional; la reorganización de los tiempos y espacios de trabajo; de las organizaciones laborales que posibiliten a las personas trabajadoras desarrollarse en las diferentes facetas de su vida; la modificación de los tradicionales estereotipos de mujeres y hombres respecto a su implicación en la familia, hogar y el trabajo.

Las medidas de conciliación se consideran como un “problema exclusivo de las mujeres”.

Universalización, es decir, se aplican tanto a trabajadores como a trabajadoras ya que su finalidad es promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

INE 2017: hay 1.997.800 mujeres que no tienen empleo ni lo buscan por razones familiares frente a tan solo 130.800 hombres; la tasa de actividad es del 53,41% en el caso de las mujeres y un 67,1% en el caso de los hombres; cada año 380.000 mujeres abandonan el mercado de trabajo frente a 14.000 hombres; el 74,34% de los contratos a jornada parcial en 2012 se firmaron con mujeres.

Y es que la convicción social de que la mujer ha de ocuparse de criar y educar y los beneficios económicos y sociales que supone el trabajo doméstico y cuidados no remunerados hace que: 318.598 mujeres hagan uso del permiso de maternidad frente a 5.807 hombres (98% de los casos); 32.012 mujeres pidan una excedencia por cuidado de hijos/as frente a 2.116 hombres (94% de los casos); las mujeres dediquen 4 horas y 29 minutos al trabajo doméstico (actividades de mantenimiento del hogar) frente a 2 horas y 32 minutos que dedican los hombres. Además, las mujeres dedican 2 horas y 22 minutos al cuidado de hijos/as frente a 1 hora y 46 minutos los hombres; cerca del medio millón de mujeres empleen a la atención de familiares dependientes el equivalente a una jornada laboral (40 horas semanales) durante 4-8 años; casi un 80% de familias se quede sin plaza pública de atención en los primeros años de vida de sus hijos e hijas; existe incompatibilidad de las jornadas laborales, escolares y familiares (33% de las mujeres se incorpora al puesto de trabajo antes de que abra el colegio y el 59% termina su jornada después de que los centros educativos cierren sus puertas).

La inexistencia de conciliación entre la vida laboral y familiar tiene un enorme impacto sobre la natalidad y lo reflejan estos datos: el 44% de las mujeres entre 20 y 44 años aún no ha tenido hijos/as y el 58% de las mujeres que residen en el Estado español asegura que tener hijos/as representa un obstáculo para la vida profesional. La conciliación sigue tratándose como una cuestión de mujeres, por lo que cuando una mujer no puede conciliar, o bien cuenta con otras mujeres de la familia (el 70% de las abuelas mayores de 65 años han cuidado o cuida a sus nietos/as), o bien contrata a otra mujer.

Respecto al reparto de cuidados entre hombres y mujeres, siguen siendo mujeres, de diferentes generaciones, o de “otros” orígenes étnico-sociales, las que se redistribuyen los trabajos y las responsabilidades del cuidado.

E.         La equiparación efectiva y real de las Empleadas del Hogar al régimen general.

La actividad laboral con más contratación extranjera es la de servicio de personal doméstico: más de la mitad de los contratos

El empleo doméstico es de los sectores más precarios. Las empleadas del hogar siguen sin poder acceder a la prestación por desempleo; no tienen protección ni prestación social y el despido es libre. Las pensiones de jubilación son inalcanzables.

Exigimos la equiparación total de la acción protectora en materia de incapacidad temporal por contingencias comunes y profesionales de las empleadas del hogar con el régimen general, la garantía de despido indemnizado conforme a las reglas del Estatuto de los Trabajadores y, por supuesto, la cobertura de desempleo de las trabajadoras domésticas.

F.         Exigencia al Gobierno de medidas concretas y efectivas contra las violencias machistas.

La posición social y económica a la que se ha relegado históricamente a las mujeres hace que la mayoría de mujeres no cuenten con la posibilidad real de acceso a un empleo que garantice su autonomía.

Las políticas de empleo y la violencia machista tienen vínculos evidentes, pues las dificultades a las que se enfrentan las mujeres en el terreno laboral vienen condicionadas por la reclusión de las mujeres en los hogares y tareas domésticas, y al mismo tiempo, estas políticas de empleo favorecen el más que asentado binomio de mujer/ama de casa.

Sus políticas hacen que nuestra sociedad no se construya sobre la base de la igualdad real entre mujeres y hombres.

Los asesinatos de mujeres por el mero hecho de ser mujeres (feminicidios) ascienden en el año 2017 a 98; Esta cifra no coincide con la cifra del Gobierno, pues sólo computan como víctimas de violencia de género, las mujeres que tienen o han tenido vínculo sentimental o matrimonial con los asesinos feminicidas. Los asesinatos por violencia machista son la punta del iceberg de la sociedad patriarcal en la que vivimos. El Ministerio de Sanidad reconoce sólo 47 feminicidios en el año 2017.

La falta de medidas políticas y de prestaciones públicas unidas a los recortes hacen que no se esté prestando medidas de protección reales y efectivas para proteger la vida y la integridad de las mujeres en riesgo. Esta falta de medidas efectivas favorece que las otras mujeres no logren emanciparse de sus agresores por miedo e inseguridad. La violencia machista, por tanto, se retroalimenta desde el propio Estado.

G.       La igualdad material efectiva de las mujeres migrantes y refugiadas.

Las mujeres migrantes en el Estado español constituyen el eslabón más precario de nuestra sociedad.

En el ámbito laboral, casi la mitad de las mujeres extranjeras ocupadas desarrollan trabajos no cualificados y en sectores como la hostelería, el comercio o el trabajo doméstico. En sus empleos, más de un millón de mujeres declaran haber sufrido situaciones de acoso en su actividad laboral, siendo que el 18% de las mujeres migrantes encuestadas declara haberlo sufrido, frente al 9,5% de las mujeres españolas.

Y es que la estructura ocupacional española, caracterizada por la terciarización, precarización y segmentación del empleo, fomenta la concentración sectorial y ocupacional de mujeres en empleos precarios y de menor cualificación.

Las condiciones precarias del trabajo de las mujeres migrantes se unen a un paro elevado del 25,36% (diciembre 2017) frente a un 17,44 de las mujeres trabajadoras españolas. Las pensiones de las mujeres migrantes tampoco van a experimentar ninguna mejoría, pues las altas tasas de paro y la contribución de su salario no permiten que puedan disfrutar de ningún tipo de jubilación. Estas condiciones laborales, además, incluyen el acoso sexual y racista en los centros de trabajo, acoso que difícilmente puede ser denunciado por miedo a una expulsión o deportación, debiendo soportar agresiones y violencias habituales.

Se carece de una política migratoria que garantice la regularización, la integración laboral y social de cientos de miles de personas, que en muchos casos pusieron en riesgo sus vidas para acceder a nuestro país.

No se palía la realidad y violencia racial y económica que sufren las mujeres trabajadoras migrantes. expulsión de personas migrantes penadas con 1 año de cárcel, las “devoluciones en caliente” que acaban de ser calificadas como ilegales por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, o la negativa del Estado a proporcionar asistencia sanitaria a personas migrantes sin papeles.

Se mantienen los CIE que son destinados al internamiento de personas migrantes “sin papeles”, dificultando la reagrupación familiar de las mujeres; en  los controles discriminatorios en barrios, pueblos y ciudades sobre la población con base en meros criterios étnicos o de aspecto exterior, o en facilitar la expulsión de aquellas personas que sean condenadas por la comisión de algún delito, incluso tras el cumplimiento de la oportuna pena de prisión, o la expulsión de las menores en lugar de articular su documentación e integración.

La política en materia de extranjería, la militarización de las fronteras y falta total de medidas de integración social de la población migrante, en concreto de las mujeres, las colocan en una posición altamente peligrosa y vulnerable, pues son más susceptibles de ser raptadas por grupos criminales de trata, explotación sexual y cualquier actividad delictiva que no podría mantenerse con colectivos tan precarios.

H.       Consideración de las tareas de cuidados como trabajo con derecho a remuneración y prestaciones contributivas independientes.

Los sectores con mayor tasa de feminización (limpieza, sector doméstico y atención sanitaria, telemárketing) no son casuales. Esto es el reflejo de la reclusión histórica de las mujeres en los hogares privados para el desarrollo de todas estas tareas.

Las tareas domésticas han cumplido un papel fundamental en el funcionamiento del mercado y la economía. El trabajo invisibilizado de las mujeres en el hogar ha permitido al Estado recortar y privatizar los servicios sanitarios y educativos. Las políticas del Estado capitalista no ofrecen guarderías, residencias de personas ancianas, centros de salud ni hospitales que presten servicios con eficacia, capaces de atender a la sociedad española. El doble papel: por un lado se educa a las mujeres en la maternidad, pero por otro lado se castiga y se penaliza a las mujeres en el mercado de trabajo al ser madres. Esto hace de las mujeres trabajadoras un colectivo altamente precario que beneficia la explotación laboral y las ganancias de las empresas.

El trabajo en el hogar y las tareas de cuidados suponen en las mujeres trabajadoras una doble jornada de trabajo: de un lado el trabajo asalariado y de otro, el trabajo doméstico no remunerado. Existen fuertes dificultades en el acceso y promoción en el empleo y una alta tasa de jornadas parciales en las mujeres como consecuencia del trabajo doméstico que desarrollan o por cuidado de hijos e hijas y demás familiares.

Desde CGT reivindicamos la creación de prestaciones contributivas para las mujeres que desarrollan trabajo doméstico y de cuidados, prestaciones independientes de otras prestaciones relacionadas con vínculos matrimoniales o afectivos con la pareja (pensión de viudedad, compensatoria, etc.). Retribuir el trabajo doméstico de las mujeres además permite autonomía económica a mujeres que sufren violencia machista en sus hogares. Reivindicamos el derecho a una renta suficiente de subsistencia para todas las personas sin contrapartidas, en especial para las mujeres trabajadoras y migrantes, para garantizar su autonomía básica en la sociedad.

I.           Igualdad efectiva entre funcionarios y funcionarias públicas.

Más de la mitad de sus integrantes de las Administraciones Públicas son mujeres (55,29%), mayor porcentaje en el personal de las Comunidades Autónomas (69,07 %). En las áreas de Sanidad y Educación, competencias de las CC.AA., trabajan mujeres en porcentajes muy superiores a la media y este hecho no es casual sino cultural.

Sólo el 26,4% de las Direcciones Generales están al mando de mujeres.

RESUMEN – CONCLUSIONES

  • El sistema capitalista y patriarcal, sustentándose en la capacidad reproductiva de las mujeres, nos ha relegado al ámbito privado, con las responsabilidades de reproducción y cuidados; excluyéndonos del ámbito público y, por lo tanto, de la posibilidad de luchar contra el orden dominante, consiguiendo así un mundo desigual, desvalorizando las funciones reproductivas y de cuidados, desposeyéndolas de valor monetario y haciéndolas invisibles. Así, las mujeres nos convertimos en mano de obra gratuita, al estilo de las personas esclavas, para el mantenimiento del sistema.
  • La CGT nos hacemos eco y hemos venido denunciando la situación de explotación laboral, social y personal, de las mujeres de nuestra clase social, tanto en España como en el resto del mundo, y que se define desde la feminización de la pobreza, la precariedad y la injusticia.
  • Desde CGT hemos declarado y luchado por unas relaciones entre las personas que no tuvieran que verse sometidas a intercambios comerciales de ningún tipo y que, por lo tanto, la explotación laboral no existiera, desapareciendo las relaciones de trabajo sometidas a las leyes del mercado y dejando paso a la autoorganización y la autogestión.
  • Hemos defendido y reivindicado la autogestión de los Servicios Públicos y denunciamos la privatización a los que éstos están sometidos y que afecta especialmente a las mujeres en sectores como telemárketing, limpieza, educación, sanidad…
  • Es precisa la inclusión de la economía feminista en todos los órdenes de la vida, para erradicar las desigualdades como la brecha salarial, la explotación de doble jornada, el acceso a los servicios sociales, pensiones, educación feminista y coeducación, planes de igualdad, rompiendo el “techo de cristal” porque todas las vidas merecen ser sostenidas.
  • Es de justicia el reconocimiento de los derechos de las mujeres refugiadas y migrantes con independencia de su país de origen y etnia.
  • Lo que existe es una falsa igualdad, y denunciamos las situaciones de doble discriminación que sufren las mujeres, una como clase trabajadora (ya sea remunerada o sin remuneración a través de los trabajos reproductivos y de cuidados) y otra como mujeres. Las sucesivas “crisis” económicas, en las que nos sitúan periódicamente la clase dominante político-financiera, siguen manteniendo un sistema social, político y económico de progresiva desprotección y precarización hacia las personas que desarrollan la mayor parte de las tareas productivas y reproductivas del país y hacia las personas que no pueden trabajar, mientras que incrementan los arcos salariales a favor de los equipos directivos, juntas de accionistas y demás atracadores y corruptos que desde la política, la patronal y las instituciones públicas y privadas, saquean el país.
  • Denunciamos el salario precario y el vivir en la precariedad laboral, económica y de prestaciones. Es claro el descenso de la tasa de actividad de las mujeres en el mercado laboral, el aumento del desempleo femenino, el aumento de la temporalidad en el trabajo de las mujeres, la recarga de los cuidados, el deterioro de su salud, la privación de sus derechos sexuales y reproductivos.
  • Denunciamos el peor acceso y condiciones en la educación, el aumento del peso que llevan las mujeres en el sostenimiento económico y psicológico de la familia.
  • Reivindicamos los espacios seguros, erradicando todos los tipos de violencias machistas, sexuales. Denunciamos el incremento de la violencia que sufren las mujeres, tanto en los hogares como en los entornos laborales, manteniéndose los roles sexistas en todos los ámbitos de la vida.
  • Denunciamos la cultura patriarcal, los recortes en la ley del aborto, la represión del derecho a la identidad personal, la expropiación del cuerpo.

Porque los derechos no se piden ni mendigan, se luchan y se conquistan hasta erradicar el que las mujeres sigamos siendo precarias, sumisas, devotas, invisibles. En el contexto actual que estamos viviendo de constante pérdida de derechos y libertades, las personas que conformamos la CGT, luchamos contra todas las discriminaciones y por conseguir la igualdad y lo hacemos junto a todas aquellas otras personas, colectivos, movimientos, asambleas, organizaciones que así lo quieren y sienten.

Las mujeres y hombres de la CGT, no nos resignamos a la precariedad, la explotación, la exclusión social, la injusticia social y la desigualdad. Contra todos los abusos del sistema capitalista y patriarcal, la CGT convoca Huelga General, laboral, de consumo, de cuidados, estudiantil, junto al Movimiento Feminista, de 24 horas, el 8 de Marzo de 2018, haciendo un llamamiento a toda la sociedad para que la secunde y participe en cuantas acciones, manifestaciones y movilizaciones se organicen.

Igualmente, consideramos que el espacio privado en esta huelga debe de ser ocupado por los compañeros y el espacio público por las compañeras.

SIN NOSOTRAS EL MUNDO NO FUNCIONA

HUELGA PARA VIVIR, HUELGA PARA CUIDARNOS

ÚNETE A LA LUCHA QUE SOMOS MUCHAS




Manifiesto 8 de Marzo 2018. Huelga General

 8 DE MARZO DE 2018. DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA

SIN NOSOTRAS EL MUNDO NO FUNCIONA

Este 8 de Marzo, la CGT, en coordinación con el Movimiento Feminista, convoca HUELGA GENERAL DE 24 HORAS, LABORAL, DE CONSUMO, DE CUIDADOS sumándonos a la estudiantil. Hacemos un llamamiento a toda la sociedad para que la secunde y participe en cuantas movilizaciones y acciones se lleven a cabo.

Denunciamos la mercantilización que nos explota y esclaviza en la precariedad de nuestras vidas, siendo especialmente cruel en las vidas y discriminación a las mujeres.

Denunciamos que nos dificulten doblemente a las mujeres el acceso al empleo, no queremos más empleo precario, temporal, jornadas parciales y horarios incompatibles con el trabajo de cuidados que se nos imponen. Exigimos que se acabe con la brecha salarial, la desigualdad en las pensiones, el acoso sexual y por razón de sexo en los centros de trabajo.

No pueden continuar las violencias machistas y del mercado que nos tratan como objetos, posesiones del mercado, de los hombres que nos violan, acosan, maltratan y asesinan, que enferman e incapacitan a las mujeres para vivir. Pero también de las instituciones y sus leyes que reproducen actitudes y conductas machistas. Denunciamos las leyes por no garantizar el derecho a que todas las vidas sean sostenidas sin discriminar a ninguna. Exigimos respeto social y que la Iglesia no se siga inmiscuyendo.

Queremos un sistema educativo que reconozca toda nuestra diversidad, como mujeres lesbianas, bisexuales, transexuales, intersexuales, sin género, queers+; Queremos derechos sexuales y reproductivos para todas.

Es preciso que se eduque en la corresponsabilidad de los cuidados tanto a los hombres como a la sociedad. No queremos ni soportamos más seguir siendo las únicas responsables invisibles de los cuidados de las personas dependientes.

Queremos tener una sanidad pública y de calidad que no trate como enfermedades la vida de las mujeres, su menstruación, sus embarazos, su menopausia. Que la medicina de los hombres reconozca y respete nuestros cuerpos y nuestras vidas.

Las mujeres nos declaramos insumisas de las fronteras que sostienen el racismo, los CIE, y las deportaciones de vidas.

Queremos que se nombren y se equipare el valor en todos los trabajos que sostienen nuestras vidas: el trabajo doméstico y de cuidados, en particular, el que realizan las mujeres esclavizadas en el régimen especial de empleadas de hogar; y el trabajo reproductivo, de la vida y de la respuesta social a la precariedad.

Mujeres migrantes, presas, diversas funcionales, de todos los sectores productivos y reproductivos, juntas en los colectivos sociales de clase gritamos:

Sin nosotras no hay ni producción ni reproducción. Queremos parar para parar el mundo.

Como decía Louise Michel en la Comuna de París: “Las mujeres no se preguntaban si una cosa era posible, sino si era útil, y entonces lograban llevarla a cabo”.

Huelga para vivir, huelga para cuidarnos.

Únete a la lucha que somos muchas.




Azaroak 25, manifestazioa

Manifiesto CGT: 25 de noviembre de 2017. Día Internacional Contra la Violencia Machista

Desde la CGT gritamos para que retumbe en todos los confines del mundo:

Basta ya de tanta Violencia Machista; basta ya de toda Violencia Machista

En lo que llevamos de año, en España, decenas de mujeres han sido asesinadas a manos de los “hijos sanos del patriarcado”; miles de mujeres y niñas han sido violadas, abusadas y acosadas sexualmente. Queremos que se señalen a todos los agresores, tanto por parte de las Administraciones Públicas como por los Medios de Comunicación y que la sociedad se entere:

¡Que no nos morimos, nos asesinan!

Mientras tanto, las Administraciones Públicas siguen sin dotar presupuestariamente el completo desarrollo de las leyes que se aprobaron para erradicar la violencia machista. Su inmovilismo sostiene la violencia del Estado contra nosotras por sus políticas privatizadoras, antisociales y generadoras de desigualdad.

¡No es suficiente con exigir un Pacto de Estado si se queda en papel mojado!

Los medios de comunicación al servicio del poder, reproducen sin crítica las violencias estructurales machistas, normalizando un sistema binario heteronormativo que nos cosifica, que instrumentaliza nuestros cuerpos objeto al servicio del machismo, queriéndonos hacer víctimas, sumisas y cómplices del patriarcado. Pero nosotras, nos rebelamos, hablamos, escribimos nuestros propios discursos, elegimos nuestras imágenes, ensalzamos nuestra lucha y disidencia, desarrollamos proyectos autónomos y autogestionarios de nuestros recursos personales y comunitarios.

El sistema patriarcal nos necesita a las mujeres como objetos reproductores de mano de obra precaria para poder seguir enriqueciéndose a nuestra costa. Por eso, la Ley 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, no permite ejercer el derecho al Aborto, Libre, Seguro, Público y Gratuito que exigimos para todas las mujeres, incluidas las menores de edad. Dejad de rebajarnos a la minoría de edad para decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.

Ante los avances que logramos con nuestras luchas, la reacción del machismo organizado es exigir una legislación que nos imponga una custodia compartida en los casos de separación y divorcio, en lugar de apoyar una maternidad-paternidad responsable y acuerdos en los cuidados de las y los menores.

Denunciamos la violencia institucional en los propios juzgados de violencia de género hacia las mujeres y sus hijas e hijos, castigando a las que denuncian.

Defendemos una subversión feminista de la economía, una coeducación feminista transversal y unos modelos educativos en todas las áreas de la vida que no reproduzcan o invisibilicen las violencias machistas, que se destine el dinero de nuestros impuestos a erradicar la violencia y a señalar a quien la ejerce, incluidas las diferentes iglesias e instituciones públicas. Nos declaramos insumisas, rebeldes y subversivas.

¡Reaccionemos! ¡Pasemos a la acción! ¡Ante sus violencias, nuestra autodefensa!

 




Vídeo: Jornadas 80 Aniversario de la Federación “Mujeres Libres”

Las Jornadas tendrán lugar durante los días 8, 9 y 10 de septiembre de 2017 en el Centro Cultural Casa del Reloj, Paseo de la Chopera nº 6 y 10 de Madrid, teniendo como objetivos analizar lo que supuso en su época, los efectos que produjo y la actualidad de los mensajes del singular movimiento Mujeres Libres.




Violencia de género, violencia machista. Comunicado a Ministerios mes de agosto 2017

Madrid, 25 de agosto de 2017

En el mes de agosto, han sido asesinadas 7 mujeres más una niña de 8 años, la última mujer asesinada ocurrió el 24 de agosto, en Arroyo de la Luz (Cáceres), en lo que llevamos de año son 55 las mujeres asesinadas, más 3 niñas y 6 niños, mujeres asesinadas por ser mujeres o tener relación directa con ellas.

Mes tras mes, año tras año, vemos como aumentan las víctimas por la violencia machista y como siguen, desde sus instituciones sin poner los medios suficientes para detener la sangría que sufrimos las mujeres simplemente por serlo.

Esto es violencia de estado. Ustedes, el gobierno, la perpetúan: con su reforma sobre la ley de nuestro derecho a decidir si queremos ser madres o no, con sus contratos a tiempo parcial para que nos dé tiempo de realizar las tareas del hogar, negándonos el derecho a ser autónomas económicamente, con su sociedad patriarcal en la que somos el pilar de la familia tradicional que ustedes quieren. Por no hablar del tratamiento que se sigue dando a estas noticias en los medios de información, no dando la cifra real de asesinadas, denominándolas cifras no oficiales, dejándolas a la espera de investigación por parte del ministerio.

mientras no se acepte el trabajo de cuidados como pilar fundamental del funcionamiento de la sociedad, las mujeres seguiremos siendo las discriminadas y las violentadas.

Seguimos denunciando que la excusa de la crisis les ha servido para recortar todo el entramado de ayuda social a estos casos, reduciendo los pisos de acogida y los centros de atención a mujeres.

Queremos recordar a los distintos ministerios, qué en 50 años de violencia terrorista, ha habido 829 víctimas. En 10 años contabilizados por distintas organizaciones, ha habido más de 1000 víctimas de violencia machista. La comparación es terrible, pero demuestra la poca importancia que se da a un problema frente a otro.

Como sociedad, no solamente hemos de lamentar la muerte de la persona en sí, también hay que solidarizarse con la desgracia de la familia que queda destrozada después de pasar por estas situaciones tan lamentables. Hemos de hacer una profunda reflexión sobre la sociedad que estamos formando, legitimando la violencia en todos los aspectos de nuestras vidas, sin que se tomen medidas preventivas. De poco sirven la batería de medidas encaminadas a las víctimas si no se educa en libertad e igualdad.

Desde CGT exigimos el cumplimiento íntegro de la Ley, que se doten presupuestariamente los programas pertinentes desde los distintos ámbitos y no sólo en lo concerniente a Justicia y funcionarios policiales. Basta ya de considerar a las mujeres ciudadanas de segunda. No podemos consentir que la crisis sea la excusa para que, desde los distintos ámbitos, no se haga lo suficiente para erradicar la violencia. Ustedes que tanta preocupación sienten por los seres no nacidos, cumplan con su responsabilidad para que una vez nacidos, vivan dignamente y tengan una muerte natural.

Hay medidas que no implican más gasto de dinero, solamente un poco más de voluntad institucional y política que demostraría que las mujeres no somos ciudadanas de segunda.

Sin más, reciba un saludo libertario.

Secretariado Permanente

Comité Confederal CGT




[Vídeo] #Jinwar, el nacimiento del primer pueblo de mujeres libres en Rojava

Extraído de: https://rojavaazadimadrid.wordpress.com/2017/06/05/video-jinwar-el-nacimiento-del-primer-pueblo-de-mujeres/amp/

El paradigma de la liberación de la mujer en la revolución de Rojava es uno de los principales objetivos por los que la sociedad y las organizaciones kurdas han luchado desde el primer día del levantamiento. Los avances han sido amplios, las mujeres se han empoderado en todos los aspectos de la vida: auto-organización, auto-defensa, cultura y lengua, educación, economía, medios de comunicación, etc…

Para continuar con este trabajo las compañeras en Rojava han lanzado el proyecto de Jinwar. La construcción de una aldea de mujeres libre y ecológica, donde las mujeres puedan desarrollarse de manera independiente y poner en práctica la vida comunal que desean. Un espacio de confluencia y desarrollo para una vida sostenible y libre de la mujer, que servirá también como punto de encuentro y reflexión para todas aquellas mujeres que deseen conocer el proyecto.




2º Curso de lenguaje integrador de CGT-Nafarroa

Para apuntarte (hasta completar las plazas), escríbenos a:

cgtnafarroa@cgt.info




8 de marzo: ¡Bailemos Juntas Nuestra Revolución!

Desde el anarcosindicalismo queremos recordar, que nos gustaría y luchamos por ello, unas relaciones entre las personas que no tuvieran que verse sometidas a intercambios comerciales de ningún tipo y que, por lo tanto, la explotación laboral no existiera.

Queremos y luchamos por ello, que desaparezcan las relaciones de trabajo sometidas a las leyes del mercado y que dejen paso a la autoorganización y la autogestión.

Pero, mientras tanto, necesitamos implantar derechos que nos protejan frente a los abusos del capital, ya que los trabajos de todas las personas, y en especial de las mujeres, son un violento punto de unión entre el patriarcado y el capitalismo.

En este 8 de Marzo de 2017, Día Internacional de la Mujer Trabajadora,  manifestamos que:

  • Nos declaramos anarcofeministas incluyendo a todas las identidades que difieren del patrón heteronormativo.
  • Defendemos la autogestión de los Servicios Públicos y denunciamos la privatización a los que éstos están sometidos y que nos afecta especialmente a las mujeres en sectores como telemárketing, limpieza, educación, sanidad…
  • Defendemos la inclusión de la economía feminista en todos los órdenes de la vida, para erradicar las desigualdades como la brecha salarial, explotación de doble jornada, el acceso a los servicios sociales, pensiones,  educación feminista y coeducación, planes de igualdad, techo de cristal, porque todas las vidas merecen ser sostenidas.
  • Defendemos los derechos de las mujeres refugiadas y migrantes.
  • Denunciamos el salario precario y vivir en la precariedad.
  • Denunciamos la intromisión de las religiones, exigiendo la salida de éstas del ámbito público: educación, legislación, opinión pública, medios de comunicación públicos…
  • Denunciamos el ascenso de los fascismos a nivel mundial.
  • Reivindicamos los espacios seguros, erradicando todos los tipos de violencias sexuales.
  • Es necesaria la lucha feminista porque lo que existe es una falsa igualdad, porque la doble discriminación, como mujer y como trabajadora, sigue existiendo.
  • Las mujeres no nos resignamos a la injusticia social y la desigualdad. Hemos luchado, luchamos y seguiremos luchando hasta conseguirlo. Y lo hacemos desde la dignidad, la integridad, sin perder la alegría y las ganas de vivir. Como decía Emma Goldman “Si no puedo bailar, tu revolución no me interesa”

       ¡BAILEMOS JUNTAS NUESTRA REVOLUCIÓN!

¡NO HAY REVOLUCIÓN SIN LIBERACIÓN DE LAS MUJERES!

¡NOS QUEREMOS LIBRES, VIVIENDO!




8 de marzo: visibilizar y dignificar el trabajo de las empleadas de hogar

Llega el 8 de marzo y es necesario recordar que el trabajo de la mujer siempre ha estado ligado a la precariedad, si bien esta realidad es aún más sangrante cuando hablamos de las empleadas de hogar pues se trata de un sector precario incluso en tiempos de bonanza económica. Y cuando decimos precario, estamos hablando de trabajo mal retribuido, desregularizado e históricamente despojado de todos los derechos que hemos tenido las trabajadoras por cuenta ajena.

Hay muchos factores que han contribuido, y que aún contribuyen a que se dé esta realidad. Para empezar, la sociedad estratificada en la que nos desenvolvemos. Este capitalismo que nos segmenta, nos divide, y decide que las personas ocupemos un espacio diferente en el entramado social en función de la actividad laboral que desempeñamos. Y que esa actividad laboral vaya acompañada de unos ingresos económicos y un prestigio social diferentes, siempre en función del lugar que ocupemos en la pirámide del éxito profesional.

El lugar que ocupan las mujeres en esta pirámide, siempre va a estar por debajo del que ocupan los hombres que hacen las mismas funciones. Y cuanto más se escala en esa pirámide, la presencia de mujeres es menor. Evidentemente, ni somos más tontas ni estamos peor preparadas, es el papel que nos ha tocado en este sistema capitalista patriarcal que clasifica, segmenta y decide qué espacio debemos ocupar cada una.

Sigamos imaginando la organización social y económica como una pirámide. En la cúspide estarían los altos directivos, empresarios, financieros, … nada es tan importante como fabricar dinero, especular y dirigir. La base de la pirámide estaría formada por la mano de obra no especializada, las mujeres que trabajan en los servicios y en el mundo de los cuidados.

Y no es casualidad que use el masculino cuando hable de directivos y el femenino cuando hablo de mujeres que trabajan en los servicios, el uso del género responde a la realidad que se da mayoritariamente en los diferentes sectores.

En la escala más baja del entramado social, no podía ser de otra manera, está el sector feminizado y precarizado por excelencia; las empleadas de hogar.

Será casualidad que el sector de menos prestigio social sea el que desempeña los trabajos asignados socialmente a nuestro género?: Lavar, limpiar, cocinar, planchar, ordenar, cuidar de nuestras criaturas, de nuestros ancianos, … Claro que no es casualidad, al fin y al cabo estamos hablando de algo que ni tan siquiera tiene el calificativo de trabajo, son “las labores del hogar”.

Tener una empleada de hogar es el único artículo de lujo que se paga a precio de saldo, tan a precio de saldo, que ya no es algo que se dé solo en los barrios altos: por un módico precio parejas con unos ingresos medios se pueden permitir emplear en su casa a una mujer para que les “ayude” en el mantenimiento del hogar. ¿Para qué gastar energías en pelearse la corresponsabilidad en los cuidados y los trabajos domésticos, en reivindicar leyes de dependencia justas u horarios de trabajo que faciliten la conciliación familiar?, siempre hay soluciones más fáciles.

Claro que se ha “humanizado” el trato a nuestras empleadas. Les damos confianza, no candamos la puerta de la nevera, igual hasta les hacemos un regalo el día de su cumpleaños. En el mejor de los casos, les podemos dar de alta en la Seguridad Social en un régimen especial por el que se cotiza en función de las horas trabajadas, pagando por cada hora según una “tabla de precios recomendada”, así como suena. Tal como suena, no hay salario mínimo/hora establecido, lo que existen son recomendaciones, …

Lo cierto es que la mayoría de este colectivo no cotiza a la seguridad social, si necesitan trabajar, se ven obligadas a aceptar el precio que ponga quien les emplea, las vacaciones pagadas en estas condiciones son una quimera y sus cotizaciones no generan derecho al paro. Están en una situación de especial vulnerabilidad puesto que las negociaciones de sus condiciones laborales se hacen directamente entre el empleador y la empleada, desde un punto de partida que para nada está al mismo nivel, y por si todo esto fuera poco, la disgregación de este colectivo, el hecho de que existan tantos centros de trabajo como empleadas, dificulta seriamente su organización.

Es nuestra labor como mujeres, como feministas, visibilizar este sector tanto como podamos, y apoyar a aquellas organizaciones, que con mayor o menor dificultad han echado a andar.

Y es nuestra obligación, cuestionar a quien en nuestro entorno hace uso de este trabajo en este estado de precariedad.




Semana Libertaria 2017: cerramos con presentación del libro “Luchaban por un mundo nuevo”, de Yanira Hermida

El viernes, 10 de febrero cerramos la Semana Libertaria con una presentación de libro: “Luchaban por un mundo nuevo”, de Yanira Hermida, con cuya presencia contaremos. A las 19:30h, en el local de CGT/LKN (Santa Alodia 7-bajo), nos aproximaremos a las figuras más relevantes del movimiento de mujeres en el ámbito libertario, durante la guerra civil española.

En este enlace, puedes escuchar el audio de una entrevista a Yanira, sobre feminismos, en Radio Klara:

https://www.ivoox.com/hablamos-feminismos-yanira-hermida-mujeres-libertarias-audios-mp3_rf_12344232_1.html