Martes al Sol: 7 años del derrumbe del Rana Plaza, en Bangladesh

Extraído de: https://martesalsol.wordpress.com/2020/04/22/bangladesh/

Se cumplen 7 años del derrumbe del edificio Rana Plaza, en Bangladesh. Murieron 1134 personas, en su mayoría mujeres, que trabajaban en la industria textil para grandes marcas del sector.

Cada año, desde entonces, en torno al 24 de abril, los martes al sol hemos recordado y denunciado en la calle esta tragedia que de ningún modo puede considerarse un accidente sino el resultado de las criminales condiciones en las que deben trabajar miles de mujeres empobrecidas en los países del Sur.

A día de hoy, según dice el informe “Salarios Dignos 2019” de la Campaña Ropa Limpia, “ninguna marca de ropa importante puede demostrar que las trabajadoras que fabrican su ropa en Asia, África, América Central o Europa del Este perciben un pago suficiente para escapar de la explotación de la pobreza.”

Esto es, tratan de evitar las situaciones insoportablemente crudas, pero manteniendo el modelo a la búsqueda del mayor beneficio:

sobreexplotación allá

hiperconsumo  aquí

En este contexto surge la pandemia de Covid-19 y Amancio Ortega ha debido pensar que es momento, inmejorable, para llevar a cabo operaciones de marketing empresarial que mejoren su imagen y la de su marca.

No hace falta ser un@ lince para ver que su presunta disposición “filántrópica” para aliviar la crisis sanitaria no puede ocultar sus desmanes en los terrenos fiscal o laboral.

Tampoco su benefactora influencia parece alcanzar tierras tan lejanas como Myanmar, donde la factoría Myan Mode, que trabaja para marcas como Zara y Mango, está usando la excusa del coronavirus para despedir a las trabajadoras afiliadas al sindicato Myan Mode Union.

El motivo, oponerse a las horas extraordinarias cuando se comenzó a percibir la amenaza del virus en la factoría, en la cual no hay suficientes medidas de protección, no se respetan las distancias de seguridad ni existen las condiciones higiénicas adecuadas.

Lo cierto es que el capitalismo trata y tratará de buscar en cualquier terreno oportunidades de negocio, sin importarle el grado de mezquindad  de sus actuaciones

Es necesario, vital, combatir este modelo:

  • No participando de él
  • fomentando y exigiendo unas relaciones económicas y laborales justas
  • Denunciando estas prácticas empresariales intolerables.
  • Haciendo pagar un precio político a quienes desde los espacios de poder político y mediático protegen y ensalzan a las grandes fortunas, generalizando la denuncia social .

Este año el coronavirus nos deja en casa pero no nos aboca al olvido.