Un nuevo 1º de mayo

Imagen de la cabecera de la manifestación del 1 de mayo de este año, 2019
Pancarta de CGT. 1 de mayo de 2019
1 DE MAYO 2019, IRUÑA: MANIFESTACIÓN A LAS 12H DESDE PZA. DE LOS AJOS

CONVOCAN: CGT/LKN, ESK, Steilas, CNT Y Solidari

ANTE UN NUEVO 1 DE MAYO

Nos encontramos a las puertas de un nuevo primero de mayo. Desde hace unos años, bastantes ya, esta jornada, al menos en nuestro entorno más cercano, ha perdido su carácter de “jornada de pelea” para tornarse en una especie de romería sindical donde, tras la exposición de todo un crisol de colorida parafernalia corporativa, celebramos una jornada festiva.

No tenemos motivos para festejar absolutamente nada en una sociedad
que, muy a nuestro pesar y en gran medida “gracias” a nosotras,
es cruelmente desigual, precaria, insolidaria, dominada por el miedo
a arriesgar nuestras mínimas cuotas de bienestar a pesar de que, con
toda seguridad, acabarán por sernos arrebatadas…

No diremos que el primero de mayo tenga que caer en el olvido, ni
mucho menos. Todas las cosas que seamos capaces de hacer, nos
colocarán en mejor posición que la inacción, sin duda. Y el
primero de mayo es una de estas cosas. Lo que sí debemos repensar es
cómo volver a dotarlo de sentido político, de sentido de lucha;
cómo volver a sustanciarlo de modo que sea mucho más que un día de
encuentro entre compañeras; cómo hacer que este y todos los días,
nos sirvan para tomar conciencia de lo absurdo y cruel del sistema
que nos rige y lo más importante, cómo actuamos para limitar
nuestro colaboracionismo -imprescindible para su
fortalecimiento- y contagiamos a quienes no piensan como nosotras .

No es fácil porque ni el primero de mayo, ni el sindicalismo, ni
ninguna de nosotras, podemos salirnos del capitalismo por mera
voluntad. Sin embargo, tampoco podemos cejar en nuestro empeño de
tratar de aprovechar cualquier resquicio, cualquier grieta para
asomar la nariz y tomar aire. Tratar, con todo el compromiso que
seamos capaces de volcar en esta tarea, de “ensancharla” hasta
donde nos alcancen nuestras posibilidades. Para ello, el único
camino real es el de la unión con diferentes y la implicación
diaria. No existen fórmulas mágicas que nos permitan persuadir a
quienes no piensan como nosotras, más allá del ejemplo en la acción
que seamos capaces de desarrollar en nuestro día a día.

Que no vivimos tiempos militantes felices es obvio; que debemos de
tratar de revertir esta situación también lo es. Mirando a nuestro
alrededor podemos caer en la tentación de refugiarnos en nuestra
propia individualidad y sus circunstancias. Grave error. Toca
remangarse y trabajar colectivamente, sacándonos de encima todos los
prejuicios que podamos tener (muchos), y el primero de mayo, bien
pudiera ser un punto de inflexión en nuestra actuación. Si no, lo
tendrá que ser el dos, el tres o el cuatro de mayo, da igual. Lo
importante es tener claro que fuera de la unión con los diferentes y
el trabajo militante diario, está la autocomplaciencia, el
autoengaño y por supuesto, el fracaso garantizado. No sabemos si
estaremos todavía a tiempo, pero sólo podremos ganar la batalla que
libremos.

Juan Mari Arazuri

Secretaría de comunicación de CGT/LKN