
Observando los datos que arrojan las tablas del INE sobre el tiempo que dedicamos mujeres y hombres a las distintas actividades humanas, resulta evidente que debiéramos enderezar estas desequilibradas barras estadísticas. Repartir todos los trabajos, remunerados o no.
Recuperemos tiempo para vivir pero de una forma justa, combatiendo el modelo patriarcal que ha trasvasado tiempo de las mujeres a favor de los hombres.
Terminamos con una frase de Carmen Castro sobre el tema:
«La economía feminista representa la aplicación de un nuevo enfoque, desde la crítica feminista, al análisis económico convencional y tiene un alto potencial transformador a través de la eliminación de la división sexual del trabajo.»