El desplome en el empleo, si ha hecho mella en el desplome de las cuentas de la seguridad social, pero el ejercicio del año 2010, todavía conserva un superávit de 2.382,97 millones. Ahora bien por primera vez, el ingreso por las cotizaciones sociales de quienes tienen trabajo (94.482,7 millones), no fue suficiente para cubrir el gasto de las pensiones contributivas (95.714 millones), las que reciben quienes han cotizado por un periodo mínimo de 15 años.
La cobertura de este déficit, se debe fundamentalmente, a los intereses que han generado los 60.000 millones de fondo de reserva que hay invertidos en deuda pública de España (88%), Holanda y Alemania.
Por otra parte, las prórrogas en los pagos de las cotizaciones de las empresas a la seguridad social, ascienden a la cifra de 9.500 millones.
De lo que se deduce, que la tan cacareada crisis del sistema de pensiones, en un periodo con un paro de cerca de 5 millones de personas, con un 10% de empresas que prorrogan sus pagos, con una economía sumergida del 25%, es un cuento para que nos traguemos la Reforma de las Pensiones, acudamos a la banca privada a realizar planes privados de pensiones, para que los bancos tengan dinero a largo plazo para sanear sus balances y para sus operaciones especulativas.