La pandemia del coronavirus COVID-19 no puede ser una excusa para que otra vez, Gobierno y Patronal, carguen sobre los hombros de la clase trabajadora las consecuencias de esta crisis. Es más, desde CGT exigimos al Gobierno que esta situación no solo no suponga perdida en derechos, si no que entendemos que deben seguirse dando pasos para desmontar las dos últimas reformas laborales.
Estamos en una situación que afecta a la salud de las personas y donde ya empezamos a ver las consecuencias de los recortes en sanidad producidos en los últimos años y que ahora se traducen en falta de medios humanos y materiales para hacer frente al problema. Ese irrefrenable impulso de nuestros políticos por privatizar la sanidad pública nos está pasando factura, y las consecuencias en algunos casos van a ser fatales.