MICHELIN QUIERE BENEFICIOS, SIN VENDER RUEDAS.

Después de dos años de batir record de beneficios en los peores años de la actual “crisis”, 2010 con 1049 millones de euros (que supone un 18% más) y 2011 con 1462 millones de beneficios (que supone más de un 39%), y con el anuncio hace pocas semanas de que en el primer trimestre de este año la facturación ha subido un 5,1% respecto al pasado año.

 

Ahora se plantea un E.R.E para 4863 trabajadores, de hasta 36 días, en las factorías que la marca francesa tiene en nuestro país, lo que conlleva que la multinacional deje de pagar a sus trabajadores y las arcas públicas se hacen cargo  de este gasto.

 

Este expediente de regulación no parece muy normal en una empresa con la ingente cifra de beneficios obtenidos y dada la situación actual del estado, con la tasa de paro por las nubes y recortes en todos los campos, en servicios tan básicos como la educación, la salud o la dependencia.

 

Ya en 2008, con el acuerdo de medidas excepcionales (AME), los trabajadores de Michelin dejamos de trabajar hasta 45 días con una perdida de salario del 50%, incluso en las pagas extras.

A día de hoy muchos de los afectados seguimos recuperando esas jornadas en periodos de descanso, lo cual no parece muy normal dada la necesidad productiva que dice tener la empresa.

 

A los trabajadores de Michelin nos han congelado en el actual convenio el salario para dos años y una subida paupérrima en los dos siguientes, que conlleva una perdida salarial de media de 7000 euros en cuatro años, no es entendible que la empresa no asuma la parte que le corresponde.

 

Desde CGT tenemos claro que a empresas con beneficios no se les debería dar de paso ningún E.R.E y menos aun en tiempos de crisis como la que estamos atravesando.

 

Sumando deducciones en los impuestos y en las cuotas de seguridad social, más las distintas  subvenciones obtenidas, estas grandes empresas deberían tener como contrapartida algún tipo de obligación social. La manga ancha que se aplica a las empresas hace empobrecer paulatinamente al resto de la sociedad.

 

Un saludo libertario.

Valladolid a 7 de mayo de 2012