No han terminado las vacaciones para algunos y ya está aquí el muñeco gordo, más envalentonado y sediento de flexibilidad que nunca, esta vez dispuesto a bombardear de X toda la fábrica, de una punta a otra, desde Turismo hasta GC, pasando por Z y R.
Con el otoño a la vuelta de la esquina ya no ve impedimento alguno en retomar las activaciones, una vez superada la “tregua de cortesía” de los meses de Julio y Agosto, iniciada casualmente desde que comenzamos a convocar huelgas en las activaciones.
Algunos atribuirán esta tregua a su “enorme generosidad”, nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que de esa manera se evita la posibilidad de tener que pasar por el mal trago de ver como secundan la huelga un número importante de trabajadores/as, en fechas tan atractivas y calurosas.
Michelin ha esperado ansiosa el fin de nuestro corto período estival pensando en poder volver a machacarnos a aquellos que mantenemos esta empresa en pie con nuestro esfuerzo diario, los mismos que, a pesar de dicha tregua, no hemos dejado de sufrir los envites de las altas temperaturas, fines de semana, ritmos de trabajo abusivos y jornadas interminables.
En esta ocasión se ha atrevido a activar de golpe en todos los talleres, para intentar compensar la producción extra a bajo coste no realizada durante el verano, y ha iniciado una nueva campaña de amenazas y coacciones a los trabajadores a través de sus mandos intermedios, sindicalistos colaboradores y demás, con la supuesta pérdida de dinero y de favores personales, para tratar de eliminar definitivamente cualquier resquicio de inconformismo, rebeldía y reivindicación de derechos.
En este sentido, desde CGT os animamos a plantar cara y comunicarnos cualquier tipo de coacción que sufrais. Porque lo que no dicen y tenéis que tener claro es que, pese a la repercusión económica inicial, cada día de huelga es un día más de vida social y otro más en positivo para el bolsín, y otra cosa: los favores personales son mutuos.
Asímismo os recordamos que siguen convocadas las huelgas en las activaciones y que esta lucha es a largo plazo. Demostremos a la empresa que no estamos dispuestos a ceder ante una flexibilidad que se ha demostrado injustificada, fruto de su incompetencia organizativa, y que precariza nuestra vida social, familiar y laboral, no solo en verano sino durante el resto de los 365 días del año.
Salud, acierto y dignidad
En Vitoria-Gasteiz, a 13 de Septiembre de 2017