El día 28 de abril, es el día de la salud laboral. Como en tantos y tantos temas, se fija un día para la reivindicación y así se genera ese sentimiento de que se está cumpliendo con su defensa. Desde hace mucho tiempo, se nos olvida que las luchas tienen que ser día a día, en el trabajo, en la calle, … Sólo de esa forma se puede conseguir un mínimo de respeto, como trabajadores, como personas, como, …

Esta forma de luchar por nuestros derechos, no va en sintonía con la patronal, el sindicalismo de concertación y renuncia, o la política institucional, ámbitos en los se goza de buena salud a costa de vivir muy bien en un sillón. ZF-TRW es uno de los más claros ejemplos de esta situación, de cómo está todo y de cómo nos quieren: sumisos y callados, bajo amenaza.

Como se ha informado tantas y tantas veces, el año pasado se despidió a 123 compañeros en esta empresa, y el criterio más relevante para decidir a quién se le expulsaba de la fábrica fue la salud, en base a las bajas médicas. El sistema de desvío de las enfermedades profesionales a la Sanidad Pública como enfermedades comunes que no tienen que ver con el trabajo ha servido para determinar el destino de nuestros compañeros. En la articulación de esta estrategia cumplen un papel fundamental las MUTUAS, encargadas de jugar con la salud al antojo de las empresas. Así, en ZF-TRW nadie se lesiona por su actividad laboral, los puestos están perfectamente diseñados, se cumplen todas las normativas al respecto, los ritmos de trabajo son livianos, …

Recientemente la sección sindical de CGT en ZF-TRW ha demostrado que todo esto no es así. Se ha reconocido a través de la Seguridad Social que trabajadores que fueron despedidos se lesionaron a causa del trabajo en la fábrica. Sumado a esto, hace unas semanas la Inspección de Trabajo nos dio la razón en relación a puestos en los que había riesgo de lesionarse, y en los que la empresa lleva años sin tomar las medidas adecuadas. Todo esto tiene unos responsables, que no habiendo hecho su trabajo de velar por la seguridad y salud de la plantilla, a sabiendas de que existían deficiencias al respecto, han sido capaces de despedir por problemas de salud. La ejecución de despidos bajo el criterio de absentismo por enfermedad supone castigar el hecho de estar enfermo y/o de lesionarse.

Por si fuera poco, la semana pasada ZF-TRW entregó una carta en la que se abre un expediente de sanción por falta muy grave al delegado sindical de CGT y al delegado miembro del Comité por CGT,  haciéndoles  responsables de publicaciones del sindicato y de la Sección Sindical dentro de la empresa, porque se exponía públicamente la deficiencia de los puestos y la dejadez en la prevención en unos puestos que atañen riesgos para la salud de los trabajadores.

Queremos hacer pública la apertura de este expediente para que se sepa la persecución ejercida por parte del jefe de RRHH de la fábrica, por cierto, responsable de prevención, en el período anterior al ERE. Parece tener claro su cometido: eliminar a quienes defienden la salud y las condiciones de los puestos de trabajo, reivindicando los mínimos marcados por las leyes y los códigos de buenas prácticas, anteponiendo la vida y la salud a las producciones, y al dinero.

Hemos trasladado al Comité de Empresa nuestra preocupación por este claro ataque a la libertad de expresión y por la persecución a un sindicato por sus posicionamientos. Entendemos que es responsabilidad de todos y todas atajar de raíz este intento de extrapolar la Ley Mordaza al ámbito laboral-sindical.

Nuestra salud y nuestras libertades están en juego y pensamos que la mejor manera de defenderlas es manteniendo nuestra actividad y nuestro discurso, a pesar de las amenazas.

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