Porque no estamos de acuerdo con un régimen monárquico que no hemos elegido y que representa unos valores profundamente antidemocráticos en un estado de derecho en el que supuestamente todas las personas somos iguales en derechos y en deberes, pero en el que unas tienen privilegios e impunidades heredadas a través de un sistema feudal.
Porque siendo consciente de las circunstancias de miseria y precariedad por las que pasan muchos de sus súbditos, esta institución que condenamos se empeña en esconder el detalle de sus partidas presupuestarias, y sus actuaciones quedan cada vez más en entredicho ante la opinión pública.
Porque no nos tratan como a personas libres, y por eso nos quejamos y les mostramos nuestra oposición, y también a los cuerpos especiales de seguridad y al Departamento del Interior del Gobierno Vasco que les defiende y protege, en detrimento de los derechos de la ciudadanía honrada.