Si en la Roma Imperial hubiera una manifestación pidiendo la abolición del Circo Romano, muchos argumentarían en contra que “forma parte de la cultura de Roma”, que tal o cual gladiador tiene un “arte incuestionable a la hora de cortar la cabeza de un tajo”, o de citar al adversario; tal vez alguno argumentaría “¿ Qué va a ser de los leones criados a propósito para el Circo cuando no tengan cristianos que llevarse a la boca? correrían peligro de extinguirse” sin pensar que pueden vivir en paz en la selva.

La tortura de los toros en las plazas, así como el machismo o el consumo desmesurado de alcohol forman parte de nuestra cultura, también la ablación del clítoris o el burka forman parte de otras culturas pero no toda tradición es digna de seguir existiendo al igual que el circo romano. Quien defiende la tauromaquia como algo cultural al día siguiente pide la prohibición del burka o se escandaliza por las lapidaciones de las mujeres infieles a sus maridos.

¿Asistirían a una lapidación como espectáculo público? Al fin y al cabo van a morir igual (como los toros)
Como no hay argumentos válidos recurren a la descalificación: que si es una fiesta “nacional” (si no apoyas las corridas de toros eres un traidor a la patria). que si el arte, que si la cultura, etc.

Si en vez de un toro fuera tu perro o tu gato a quien lidiaran hasta la muerte ¿Reconocerías el arte de esa tortura como espectáculo del mismo modo y lo defenderías como parte de nuestra cultura?

 

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