Se desarrollará en París del 30 de Noviembre al 11 de Diciembre y tendrá como objetivo llegar a un acuerdo en todos los países, para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos, publicado en 2014, estima que las temperaturas han aumentado 0,85º C desde 1880 y se ha alcanzado un nivel considerable del calentamiento admisible. La tendencia actual de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero conlleva un aumento de, al menos, 4º C de aquí a finales de siglo.
Si se produjera semejante escenario, nuestro mundo cambiaría drásticamente. la seguridad alimentaria se vería comprometida, ya que la agricultura mostraría enormes dificultades de adaptación, independientemente de los nuevos progresos técnicos que puedan esperarse. El gran aumento del nivel de los océanos y el agravamiento de los riesgos naturales dificultarían en gran medida nuestras condiciones de vida.
En 1997 se estableció el Protocolo de Kioto, donde 38 países industriales se comprometieron a reducir el total de emisiones de gases de efecto invernadero en un 5% con respecto al nivel de 1990. Este protocolo no fue ratificado por el Senado estadounidense.
En la Conferencia de Partes (COP por sus siglas en inglés) 15 de Copenhague, se realiza una declaración de intenciones de no superar un aumento de temperatura de 2ºC, pero no se establecen objetivos cuantitativos ni fecha de límite.
En la Conferencia de Doha de Diciembre de 2012 (COP 18), se prorroga el protocolo de Kioto, pero Rusia, Japón y Canadá se retiran. Se lanza como objetivo un “acuerdo global y ambicioso” para la Conferencia de Paris (COP 21).
En la Conferencia de París se quiere firmar un nuevo protocolo que sustituya al de Kioto e incluiría a EE.UU.. Sin embargo el bloque europeo liderado por Francia apuesta por las declaraciones voluntarias para la reducción a nivel nacional de las emisiones de gases de efecto invernadero, en función de su producción y circunstancias, a fin de conseguir el objetivo de que durante este siglo la temperatura no aumente mas de 2ºC.
Francia plantea que se introduzca el contrapeso de una revisión cada 5 años de los esfuerzos realizados por cada país. De momento EE.UU. no está por la labor de firmarlo y de nuevo puede que la cumbre acabe en fracaso. Un fracaso que viene determinada por las características de esta cumbre, que apela a la voluntariedad, no establece normas, plazos de cumplimento ni mecanismos de sanción, por lo que cada país lo interpretará como quiera y no se cumplirá.
