Que cualquier trabajador tiene derecho a sindicarse libremente y que tratar de socavar esa libertad comporta la vulneración de uno de los derechos fundamentales de la Constitución Española así como una violación de la Ley Orgánica de Libertad Sindical, es algo que la multinacional Carrefour parece haber olvidado.
La Confederació General del Treball del País Valencià ha interpuesto una demanda ante el Juzgado de Lo Social de Valencia a raíz de las actuaciones de varios jefes y mandos de Supermercados Champion SA del Centro Comercial Arena (perteneciente al Grupo Carrefour) que trataron de disuadir a cinco empleados de que se presentaran en las listas de CGT para las elecciones sindicales celebradas el pasado mes de julio.
La organización anarcosindicalista, que logró obtener dos delegados, denuncia judicial y públicamente estos hechos y señala que, posiblemente, los demandados hayan incurrido en delitos penales.
Cinco trabajadores del Carrefour Arena de Valencia sufrieron coacciones, amenazas, chantajes e incluso la inclusión de su nombre sin permiso en la lista del sindicato amigo de la empresa –Fetico– a partir de la presentación de sus candidaturas a las elecciones sindicales celebradas el verano pasado.
Sin embargo, conscientes de sus derechos y de la ilegalidad en la que estaba incurriendo la empresa al promover, a través de algunos jefes y mandos, una fuerte presión a los candidatos de CGT, éstos no sólo siguieron adelante con la lista con la que habían decidido concurrir sino que lograron entrar en el Comité de Empresa con 2 de los 5 delegados en juego.
De esta forma, la CGT-PV recuerda que los chantajes, habituales en algunas compañías, del estilo “si no te presentas por este sindicato te subiré el sueldo, te promocionaré…” o las amenazas como “tu relación con la empresa va a cambiar si continúas en esa organización” son susceptibles de constituir una flagrante vulneración de un derecho democrático fundamental como es el de libertad sindical, desarrollado a través de la Ley Orgánica de Libertad Sindical.
Asimismo, el sindicato apunta que es imprescindible conocer cuáles son las herramientas de las que disponen los y las trabajadoras y, sobre todo, no dar un paso atrás ni tolerar actuaciones que impongan de facto la dictadura empresarial en los centros de trabajo. Es decir, organizarse para defender los intereses comunes de los trabajadores como clase es, además de un derecho inalienable, una necesidad frente a las ilimitadas pretensiones del empresariado.
La demanda interpuesta contra Grupo Carrefour supondrá la celebración de un juicio, y, en caso de sentencia favorable a la CGT-PV, el cese inmediato del comportamiento antisindical, la remisión al Ministerio Fiscal a los efectos de depuración de eventuales conductas delictivas y una indemnización por daños y perjuicios.
Gabinete de Prensa CGT-PV
Valencia, 25 de septiembre 2015
