A la inversa de lo que pregona el discurso difundido estos últimos años desde diversas tribunas, el envejecimiento de la población no conllevará un aumento exponencial de gastos sanitarios, mantiene el Instituto de Investigación y de Informaciones Socioeconómicas (IRIS) en un reciente estudio, cuyos autores afirman que el “catastrofismo” discursivo es una estrategia al servicio de la privatización.

“No habrá choque demográfico. Esta noción ha sido forjada por analistas que adoptan una actitud alarmista hacia la evolución de la sociedad. Gente que a menudo sugiere reformas políticas radicales para hacer frente al impacto imaginario del envejecimiento sobre el presupuesto público.”

El estudio del IRIS, basado en las últimas proyecciones demográficas del Instituto de Estadística del Quebec (ISQ), describe una población que aumenta más rápidamente de lo previsto a causa de una inmigración más importante y de una tasa más alta de fecundidad. “Estas nuevas proyecciones relativizan ya lo que algunos consideran como una amenaza demográfica”, escriben Francis Fortier y Guillaume Hébert. “Habrá ciertamente un millón más de mayores, pero como la población activa será más numerosa de lo previsto en 2003, la proporción sería de 27.5% en lugar de 30 %, si se extienden las proyecciones hasta 2050.”

El envejecimiento sería pues un “fenómeno gradual” que necesitará diferentes adaptaciones. “Este fenómeno normal no debería ni sembrar el pánico y provocar la adopción de malas medidas públicas ni fomentar una especie de resentimiento hacia los mayores.”

Costes sanitarios

Centrados principalmente sobre las consecuencias financieras del envejecimiento, los autores del estudio critican radicalmente los resultados precedentes de otros investigadores. “Ciertos estudios concluían que los costes se dispararían, llegando a alcanzar 13 % del PIB. Preveían 60 000 millones de gastos sanitarios, y, finalmente, por toda clase de razones, dichas proyecciones no se tienen en pie —explica Guillaume Hébert, subrayando la importancia de corregir el tiro de dichos estudios que continúan a alimentar las inquietudes de la población.

“El envejecimiento en si no será un factor determinante de la evolución de los gastos. Esta variable aislada – que escapa prácticamente al control político – no impediría que se mantengan los servicios actuales. Si ejercer un control estricto sobre los gastos sanitarios quebequenses fuera una preocupación prioritaria, habría que identificar más bien elementos como la evolucióntecnológica, cuyo impacto financiero es muy superior.

El “auxilio” de la privada

El IRIS habla de un incremento anual de gastos de apenas 1,28 % asociado al envejecimiento — situación “perfectamente sostenible”, precisa Hébert. “El discurso alarmista prepara el terreno de la privatización masiva. Cuando el Estado se declara incapaz de asumir la oferta de servicios sanitarios, la gente se dice que habrá que pedir socorro a la privada.”

El estudio concluye que “el riesgo mayor en materia de envejecimiento es la ideología neoliberal que informa la casi totalidad de las reformas estatales y la implementación de políticas públicas.”

***

Traducido por Luis Carlos Fernández Montes para CAS.

Fuentes:

http://www.ledevoir.com/societe/sante/437124/le-vieillissement-de-la-population-ne-fera-pas-bondir-les-couts-du-systeme-de-sante

 

 

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